En la 21 y otras latitudes • Julio

por Latitud21 Redacción

Vaya noticia

De la misma forma en que nos sorprendió la noticia de apertura, nos sorprende la del supuesto cierre por tiempo indefinido. Nos referimos al casino Las Vegas, que con bombo y platillo inauguró hace apenas un par de meses la firma hotelera Iberostar en su complejo de la Riviera Maya.

La propuesta de entretenimiento, que supone sin lugar a dudas un atractivo complementario a los atributos naturales y de diversión del Caribe mexicano, parece que fue prematura, pues circula en pasillos, e incluso más allá de sus límites territoriales, que el sitio está fuera de circulación y lo estará por tiempo indefinido.

Para refrescar un poco la memoria, aunque en verdad es muy reciente, Iberostar Hotels & Resorts informó en su oportunidad de la apertura de su casino solo para adultos dentro del hotel Iberostar Playa Paraíso, que forma parte del complejo turístico de la firma en ese destino y alberga cinco inmuebles de lujo. El sitio se habilitó con 40 máquinas de juegos (slot machines), una ruleta americana y dos mesas de black jack en vivo, así como pantallas para ver eventos deportivos y realizar apuestas en vivo.

Ya sabemos de cadenas hoteleras que están interesadas en el tema, otras que de plano prescindirán del recurso del juego para complementar su carta de servicio y otras más que analizan y están en espera de que se publique oficialmente la Ley de Juegos y Sorteos con todo y sus reformas para tomar decisiones. Así que habrá que indagar qué fue lo que sucedió y los porqué de la decisión.

 Mero trámite

Con seguridad el consorcio español Barceló Corporación Empresarial (BCE) tiene encendidas todas sus velas y puestos los santos de cabeza para que la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) dé luz verde al proyecto con el que podrían tener finalmente en sus manos el 100% de las acciones de Occidental Hoteles Management.

Resulta que el grupo suscribió con BBVA un acuerdo para adquirir el 57.5% del capital de la cadena Occidental Hoteles, luego de que el pasado 4 de mayo los accionistas minoritarios de la misma vendieron a Barceló sus participaciones, que en total representaban el 42.5% del capital de la sociedad.

¿Y qué tiene que ver la Cofece en todo esto?… Pues que la operación se condiciona a la autorización correspondiente por parte del organismo en México, en donde el grupo opera seis inmuebles (cinco en el Caribe mexicano y uno en Vallarta) con dos mil 54 llaves, del total de centros de hospedaje instalados en Latinoamérica.

Barceló confía en que tan pronto como se cumpla el trámite de competencia, que se estima pueda demorar unos tres meses, iniciarán la gestión de los establecimientos para ser los dueños absolutos de las acciones de Occidental, cuyo portafolio lo integran cuatro mil 11 habitaciones en 11 propiedades distribuidas en México, República Dominicana, Costa Rica y Aruba, más otros dos establecimientos que operarán bajo el régimen de gestión en Colombia y Haití, para sumar 13 hoteles y cuatro mil 303 llaves.

Barceló Hotels & Resorts, la división hotelera de BCE, es la tercera cadena de España y la 35 más grande del mundo. Cuenta con 94 hoteles urbanos y vacacionales de cuatro y cinco estrellas, y cerca de 30 mil habitaciones distribuidas en 16 países.

En la bolsa

Con la novedad de que el grupo inmobiliario GICSA -que en Cancún incursionó con exitosos proyectos como La Isla Shopping Village, Plazas Outlet y Forum by the Sea –que luego pasaron a manos de Fibra Uno-, participa desde junio pasado en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), esto para respaldar un ambicioso plan de desarrollo de propiedades en territorio nacional hacia el 2017.

Resulta alentador que la firma contemple nuevamente en sus planes al Caribe mexicano, zona que enarbola la bandera del crecimiento económico y éxito turístico del país, con la construcción del centro comercial La Isla Playa del Carmen. El proyecto forma parte del paquete que incluye otras ciudades mexicanas como Mérida, Cuernavaca y Puerto Vallarta.

Será precisamente de su debut en la BMV de donde saldrán los millonarios recursos para los proyectos, que en conjunto suman 820 mil metros cuadrados, de los cuales unos 540 mil son centros comerciales.

También la blanca Mérida poco a poco gana terreno, pues como dato interesante resulta el hecho de que precisamente el centro comercial La Isla en la capital yucateca será el más grande del bloque, con 65 mil m2 de área rentable y una inversión estimada en dos mil 13 millones de pesos.

Como los pollitos, una vez superada la crisis inmobiliaria del 2008 que trajo importante afectación al grupo poco a poco sale del cascarón para reincorporarse de lleno a su actividad, primero con la reestructuración que realizó en el 2010 y ahora con nuevos bríos para generar inversión.

Materia prima natural

Con la sustentabilidad enfocada al negocio como bandera y la oferta de servicios financieros innovadores como herramienta, CiBanco pone de nuevo el ejemplo para que las empresas y ciudadanos actúen con mayor responsabilidad en torno al cuidado y la conservación del medio ambiente, con el lanzamiento al mercado de la emisión de tarjetas bancarias Visa biodegradables.

El primer banco verde del país sigue más que enfocado en su propósito de crear una conciencia sobre la sustentabilidad y el cuidado del medio ambiente, ahora con la elaboración de sus tarjetas en materia prima natural.

Para que nos quede clarito, las tarjetas están hechas de poliácido láctico (PLA o ácido poli láctico), que es un termoplástico que se obtiene a partir del almidón de maíz, lo que le permite transformarse en composta. Pero hay que resaltar con negritas que aun cuando su estructura es de materia prima natural, el uso de esta no compromete el adecuado funcionamiento y la calidad de las tarjetas.

Esta medida permitirá eliminar el uso de PVC en las tarjetas CIBanco, ayudando a disminuir los niveles de contaminación que se generan por su desecho.

Y parece que la medida es toda una garantía, pues va de la mano con Visa, instancia que a decir de sus directivos se enfoca en apoyar el éxito y la innovación de sus clientes para avanzar en la meta compartida de ser la mejor forma de pagar y ser pagado, para todos y en cualquier parte. Qué tal.

Tensa espera

Pero qué necesidad, para qué tanto problema… siendo uno de los sitios con notable belleza natural en el estado de Quintana Roo, que incluso por sí solo es ya una pieza de colección, tengamos que estar con el Jesús en la boca ante la posibilidad de que Bacalar, con su Laguna de los Siete Colores, esté rasguñando su certificado de Pueblo Mágico, el único que tiene la entidad.

Por descuido, omisión y hasta corrupción -pues se sabe que una vez dentro del proyecto se canalizan recursos para respaldar la imagen de los lugares- este importante destino del sur del estado puso en juego su denominación, que junto con las nuevas reglas ahora tendrá que defender con uñas y dientes. Finalmente, el 31 de mayo pasado el ayuntamiento de la demarcación presentó el expediente completo ante la Secretaría de Turismo (Sectur) para mantener el reconocimiento.

Aseguran que se entregó toda la información, que incluso está en el portal que se abrió para tal efecto, y solo faltarían algunos detalles de los trabajos que se realizan en Bacalar para lograr mantener la mágica distinción.

El sitio deberá estar reluciente en materia de atención al turista, limpieza, seguridad e infraestructura, pues la Sectur enviará un comité que se encargará de visitar este municipio para corroborar la veracidad de lo dicho en el expediente, y finalmente dar un fallo en noviembre o diciembre próximos. Así que a poner a todos los santos de cabeza, pues propios y extraños aseguran que desde que Bacalar obtuvo el reconocimiento logró sin duda elevar los niveles de ocupación hotelera.