The Cartoonistas celebra 10 años capturando a mano la esencia de las personas y creando un estilo de caricatura amable, halagador y profundamente humano, que hoy se ha convertido en una referencia nacional
Gabriel Rodríguez Pastrana habla con el entusiasmo de quien vive haciendo lo que ama. Recuerda con precisión el momento en que todo comenzó: Una llamada de un corporativo canadiense solicitando 1,500 caricaturas en una semana fue la chispa que lo llevó a formar, junto con su amigo Frankie Nieves, lo que hoy es The Cartoonistas, una agencia pionera en México dedicada a la caricatura profesional para eventos.
Ambos artistas -egresados de Bellas Artes y amigos desde la preparatoria en Cancún- ya compartían una larga historia de lápices y banquitas cerca del mar, donde, hace 30 años, retrataban turistas en la zona hotelera. Pero fue ese encargo colosal lo que los llevó a profesionalizar el oficio y construir, desde cero, la agencia de caricaturas más reconocida del país, que hoy es sinónimo de calidad, carisma y creatividad.
Gracias al desafío que significó el cliente canadiense, descubrieron un nicho virgen en el mundo de los eventos. Desde entonces, The Cartoonistas ha dibujado a más de 80 mil personas en bodas, congresos, eventos corporativos y ferias nacionales. Una cifra enorme que refleja el esfuerzo diario de un equipo que ha pulido su técnica y su estilo hasta hacerlo inconfundible.
En cada trazo se mezcla talento, rapidez y un estilo propio que han bautizado como “flattering”: caricaturas amables, halagadoras, que capturan la esencia y realzan lo mejor de cada rostro sin deformarlo, sin burlarse. “Todos salen guapos con nosotros”, dice Gabo entre risas, convencido de que ese respeto por los rasgos ha sido clave para su éxito. Y es verdad: en sus dibujos, uno se reconoce con una sonrisa.
Espectáculo interactivo
Su presencia es esperada en convenciones, bodas y hoteles de Cancún y la Riviera Maya. Pero también han trabajado para marcas como Coca-Cola, Heineken, Booking, Grupo Xcaret o Grupo Salinas. El servicio no es solo una ilustración, es un show: mientras uno dibuja en papel o en iPad, la gente se reúne, ríe, comenta y se toma fotos.
Desde caricaturas tradicionales hechas en papel hasta performances digitales proyectadas en vivo, cada presentación es un pequeño espectáculo interactivo que genera comunidad, risas y memorias. “Somos parte del ambiente de fiesta”, resume Gabriel.
El más alto estándar
Uno de sus momentos más intensos fue durante el Día de la Familia en Grupo Xcaret, con filas interminables de personas esperando su retrato como premio por las actividades. Dibujaron hasta entrada la noche, pero más allá del cansancio, recuerdan la experiencia como una fiesta de talento y conexión humana.
A pesar de su crecimiento, mantienen un estándar altísimo. Actualmente, sólo cinco artistas trabajan en el equipo, pero ya están reclutando y formando nuevos talentos. Quieren duplicar su plantilla; el gran reto es encontrar caricaturistas que, además de dibujar bien, sean rápidos y sociables. “No cualquiera tiene esa combinación. Necesitamos calidad, velocidad y carisma”, dice Gabriel.
Además, planean expandirse a nuevos puntos turísticos y abrir su propia escuela de caricatura. Un semillero para niños, jóvenes y adultos que vean en el dibujo no sólo un pasatiempo, sino una profesión digna, rentable y profundamente gratificante. “Queremos sembrar, formar artistas desde jóvenes y darles la posibilidad de profesionalizarse. Que sepan que sí se puede vivir del arte”.
De hecho, Gabo lo dice sin rodeos: el arte puede y debe monetizarse. “No es pérdida de tiempo, es un medio de vida si se hace bien. Y si eres profesional, la gente lo nota y lo paga”.
Como rockstars
A sus 50 años, Gabriel se dice más feliz que nunca. Divide sus días entre su despacho de diseño -especializado en identidad gráfica, con premios nacionales en logotipos- y las fiestas donde es recibido como rockstar, le piden fotos y autógrafos. Y sigue dibujando con la misma emoción que cuando empezó hace más de 30 años. “Me siento como un niño. Este trabajo es un regalo de vida”, dice con una sonrisa que, estamos seguros, también podría ser dibujada y dejar huella.
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Dibujar es mi manera de celebrar la vida, de conectar con las personas y dejarles algo que no se olvida”.
Todos salen guapos con nosotros. Es nuestra promesa: una caricatura que te haga sonreír”.
Gabriel Rodríguez Pastrana
Caricaturista