La historia se repite… devastación ambiental
Ya está sobre la mesa y en medio de la polémica un nuevo caso por devastación de manglar, especie protegida por la Norma Oficial Mexicana (NOM), en el complejo Malecón Tajamar, en el corazón financiero de Cancún.
Aunque Malecón Tajamar, que se desarrolla en predios administrados por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) pero vendidos a particulares, se suponía un proyecto vigilado y autorizado para su desarrollo, con todas las restricciones y condicionantes de ley en los diversos ámbitos, sobre todo en materia ambiental, a través de una denuncia ciudadana se destapó la devastación de una amplia zona de manglar en predios propiedad de la empresa italiana Bi & Di Real Estate.
Luego de semanas de protestas y denuncias, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) dictó la suspensión total temporal de los trabajos en 10 lotes del complejo, por incumplir términos y condicionantes a las respectivas autorizaciones otorgadas por la Semarnat, mientras que Fonatur demandó por la vía civil a la empresa por incumplimiento del proyecto, lo que abre ocasión de un segundo pleito legal entre ambas partes, además de que queda de manifiesto que ahogado el niño, se tapa el pozo.
Bi & Di Real Estate
Desde el anuncio de suspensión de trabajos en terrenos de su propiedad en Malecón Tajamar, la empresa italiana Bi & Di Real Estate no emitió hasta el cierre de esta edición su postura sobre la suspensión que dictó la Profepa. Sin embargo, la compañía tiene 15 días hábiles, con vencimiento al 3 de septiembre, para dar cumplimiento a las medidas correctivas que le fueron ordenadas.
Cabe recordar que en 2005 Fonatur ofertó públicamente un grupo de cinco lotes con uso de suelo hotelero, para club de playa y comercial, todos en Playa Delfines y a un costado de la zona arqueológica de “El Rey”, en la Zona Hotelera de Cancún. Fonatur ofreció, precisamente a Bi & Di dos de esos lotes, identificados con las claves 56-A3 y 56-H, con usos de suelo turístico hotelero, con clave TH-12, y que con base en el Programa de Desarrollo Urbano de Cancún (PDU) vigente desde mediados de 2005 no le correspondía. Esto provocó que el consorcio italiano estuviera imposibilitado para construir edificios de 20 pisos en esa área, ya que la altura máxima permitida es de cuatro niveles, lo que llevó al grupo a emprender acción legal contra Fonatur por presunto fraude.
En agosto del 2011 el juez de lo Civil, Carlos Aguilar Godínez, con sede en el Distrito Federal, concluyó que Fonatur “violentó el principio de buena fe que rige en materia contractual”, por lo que le ordenó la devolución de los 325 millones de pesos que la compañía pagó para comprar los lotes en juego, además de intereses. Para terminar con el litigio, Fonatur permutó a la empresa italiana los predios que ahora intenta desarrollar en Malecón Tajamar.
Guillermo Haro Bélchez, Titular de la Profepa
La empresa promotora del proyecto Bi & Di Real Estate no cumplió con los lineamientos y documentación que establece la ley, por lo que se determinó la suspensión total temporal de todas las actividades y obras de cambio de uso de suelo del proyecto de desarrollo. Además, tiene un plazo de 15 días hábiles, con vencimiento al 3 de septiembre, para cumplir con las medidas correctivas que le ordenaron, y de no dar cumplimiento podría recibir una multa por un monto máximo aproximado de 4.2 millones de pesos.
“Del 29 de julio al 11 de agosto la Profepa recibió 215 denuncias populares, una de ellas del movimiento ´Salvemos el Manglar de Tajamar´ con cuatro mil 333 firmas, señalando el desmonte y relleno de manglar, especie protegida.
“Del 29 de julio al 5 de agosto la dependencia realizó 11 visitas de inspección al predio afectado, 10 en materia de cambio de uso de suelo y una en impacto ambiental.
“Entre los incumplimientos relevantes en los que incurrió la empresa destacan la resolución de la autorización del cambio de uso de suelo en terrenos forestales, la constancia de notificación de autorización, solicitud de ampliación de plazo de vigencias de autorización, la ampliación de autorización, programa de rescate de individuos bajo algún estatus por la NOM 059-SEMARNAT-2001, estudio técnico justificativo y acreditación de legal posesión del predio o contratos, entre otras.
“Además de las inspecciones que ya se realizaron en el área devastada continuarán con revisiones en materia de cambio de usos de suelo y de impacto ambiental en el total de predios de todo el proyecto”.
Héctor Gómez Barraza, Director de Fonatur
La instancia interpuso una demanda civil por incumplimiento del proyecto y los respectivos daños y perjuicios ocasionados por las obras.
“Tras la firma de un convenio judicial el organismo descentralizado entregó a la desarrolladora la propiedad de los lotes, mediante la cláusula séptima en la que se comprometió a dar cumplimiento con todos los términos y condicionantes en materia de uso de suelo e impacto ambiental establecidos por la Semarnat.
“La acción que se emprendió de manera coordinada por las autoridades federales responde a la atención de irregularidades denunciadas por el desmonte, relleno de manglares y la afectación de vida silvestre que provocó el desarrollo, tras incumplir la Autorización de Impacto Ambiental (AIA) emitida a favor de Fonatur.
“En la administración 2000-2006 se realizaron los estudios, proyectos y Plan Maestro de Desarrollo del Malecón Tajamar. La construcción de infraestructura inició en 2006 y concluyó en 20012 con inversión de más de 500 millones de pesos.
“El Plan Maestro de todo el Malecón Tajamar contempla usos de suelo comercial, habitacional, condominal hotelero y un malecón, con la posibilidad de desarrollo de más de dos mil 500 unidades de alojamiento.
“La superficie total comprende más de 70 hectáreas, de las cuales fueron susceptibles de desarrollo solo 58, generando 44 lotes comercializados y/o donados, tres lotes de áreas verdes y dos lotes disponibles para venta”.
Centro Mexicano de Derecho Ambiental, (Cemda)
El 31 de julio pasado Cemda interpuso amparo en contra de la Autorización en Materia de Impacto Ambiental (AIA) otorgada por la Semarnat y Fonatur para la construcción del Malecón Tajamar, ya que a su dicho presentó información falsa para obtener la autorización, pues omitió señalar la existencia de manglar en la zona.
Además de la suspensión total temporal en los trabajos que inició Bi & Di, el organismo llamó a la Profepa y demás autoridades involucradas en el caso de Malecón Tajamar “a seguir una investigación con rigor y profundidad sobre las irregularidades del proceso que derivó en el otorgamiento de la Autorización de Impacto Ambiental (AIA) para que en su caso sancionen en consecuencia”.
Reconoció la determinación de la instancia para detener todas las actividades y obras de cambio de uso de suelo en 10 lotes del proyecto Malecón Cancún-Tajamar, pues hubo incumplimiento en los términos y las condicionantes respectivas a las autorizaciones otorgadas al margen de la ley por la Semarnat en 2005 y 2006.
“La Profepa constató el daño causado en diversas variedades de selva baja, mangle y tular así como especies animales.
“Asimismo, la instancia federal confirma que la empresa no cumplió con una serie de condicionantes que le fueron impuestas por la Semarnat a la AIA y, a pesar de ello, llevó a cabo obras indebidas en el predio en cuestión.
“El proyecto Malecón Cancún – Tajamar se localiza en tres regiones prioritarias establecidas por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio): Área de importancia para la Conservación Prioritaria de aves AICA (Corredor central Vallarta-Punta Laguna); Región Hidrológica Prioritaria Sureste (Corredor Cancún-Tulum) y Región Marina Prioritaria (Punta Maroma-Nizuc)”.
Miguel Ángel Lemus, Presidente de AMPI
El desarrollo inmobiliario en áreas que ya están impactadas y creó el gobierno federal es una consecuencia natural del crecimiento de los municipios, como el caso de Benito Juárez. Se ha polemizado mucho un predio que ya tiene su manifestación de impacto ambiental general, que ya tiene toda la infraestructura, cada lote cuenta con servicios básicos, con cuenta catastral, no veo por qué ahora hay tanto escándalo al respecto.
“A lo mejor los errores que cometieron las empresas que desmontaron es no haber hecho un desmonte conforme a los procedimientos que marca la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (Lgeepa) que indica el cuidado a la fauna que hay en la zona y cómo ir retirando los materiales en una zona que será de desarrollo; desconozco por qué los multaron, pero aparentemente están clausurados porque no siguieron el procedimiento adecuadamente.
“Yo creo que esto se resolverá por la vía del Derecho y la Ley, es una inversión del gobierno federal, de Fonatur, es un plan maestro igual que Cancún, igual que Puerto Cancún, que Riviera Cancún, que Playacar, en Playa del Carmen, es un plan maestro integral que genera economía, empleo y esa área, en su momento, cuando se tomó la determinación para hacerla de desarrollo… Yo siento que ya se polemizó el asunto y están entrando grupos de ultraconservadurismo ecologista y vecinos que se verán afectados tal vez porque su vista ya no será verde y bonita como la tenían, pues habrá edificios y construcciones que estaban programadas en el Plan Maestro de Desarrollo de Benito Juárez (PDU).
“El desarrollo tiene que seguir adelante… es el nuevo centro urbano de Cancún, con salida al mar, Fonatur lo planeó en su tiempo… Para mí el negocio del desarrollo consiste en preservar lo más posible el entorno, pero también debemos generar empleo y economía”.