El arribo del moderno aparato se programó para conmemorar los 80 años de operación de Air France y los 15 de Grupo Aeroportuario del Sureste (Asur), concesionaria de la terminal de Cancún, junto con otras ocho en el Sureste mexicano.
Patrick Alexandre, vicepresidente de Ventas y Mercadotecnia del consorcio Air France-KLM, comentó que “la llegada del A380 a Cancún muestra la importancia de México y Latinoamérica para el grupo”. Agregó que el arribo de la aeronave es un reconocimiento a las autoridades mexicanas, así como a sus clientes.
La terminal aérea del principal destino turístico de México, número uno en recepción de pasajeros internacionales, es hasta ahora la única con dos pistas, un puente de rodamiento y una torre de control de 96 metros de altura, lo que le permite recibir un avión de este tamaño.