Lo prometido es deuda, y la SecretarÍa de Turismo (Sectur) cumplió con el compromiso de reestructuración que adquirió hace un año. Así, el 30 de diciembre de 2013 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el tan esperado documento, un paso más en el proceso de ajustes al que antecedió la presentación del Programa Sectorial de Turismo 2013-2018.
Tal como lo anunció en su momento la titular de Turismo, Claudia Ruiz Massieu, la reestructura obedece al que el modelo “ya no responde a las necesidades de la industria. El nuevo modelo viene a establecer la organización y funcionamiento de la Secretaría, así como determinar la competencia, estructura y atribuciones de sus unidades administrativas”.
Bajo el recién creado esquema hay dos nuevas facultades que asume directamente la titular de Turismo: “determinar, en coordinación con las entidades federativas, las prioridades en materia de desarrollo turístico, así como los proyectos de Zonas de Desarrollo Turístico Sustentable, y coordinar los trabajos del Gabinete Turístico”, explica Vicente Ferreyra, consultor en turismo.
Añade que como órgano desconcentrado se crea el Instituto de Competitividad Turística, en lugar del Centro de Estudios Superiores de Turismo (Cestur), aunque con funciones similares relacionadas con generar estudios e investigaciones, asistencia técnica y vínculo con las instituciones de educación turística. Asimismo se mantienen los Ángeles Verdes con las mismas funciones de auxilio al turista.
Agrega que “en cuanto a las subsecretarías los cambios no solo son de nombre sino también de forma. Anteriormente se tenían las subsecretarías de Innovación y Calidad, Operación Turística y Planeación Turística. El nuevo esquema integra la Subsecretaría de Innovación y Desarrollo Turístico; Subsecretaría de Planeación y Política Sectorial; Subsecretaría de Calidad y Regulación”.
Argumenta que entre las modificación que más llaman la atención y repercute en los estados es la creación de la Unidad de Coordinación Sectorial y Regional dependiente de la titular de la Secretaría.
“Este cambio representa un esfuerzo de desconcentración de la Secretaría y una apuesta de tener más presencia en las regiones. De esta unidad dependen cinco direcciones regionales: Noreste, Noroeste, Centro, Sureste y Suroeste, como elementos de representación local de la Secretaría, de recepción y dictamen de trámites, de apoyo en el cumplimiento de los objetivos de la misma y de coordinación para la implementación de programas”, explica Ferreyra.
En cuestión de direcciones generales destacan la creación de la Dirección General de Gestión de Destinos y la Dirección General de Ordenamiento Turístico Sustentable.
“En la primera encontramos la visión de “destino”, una de las necesidades que en el sector turístico no se encontraban cubiertos hasta este sexenio, y por tanto no había modelos de gestión de destino que evaluaran, midieran y dieran seguimiento a la salud de los mismos”, apuntó.
“El reto será grande, en especial en aquellos multidestinos o destinos que integren dos o más municipios, donde estos modelos de destinos tendrán que ser muy claros y funcionales, y donde la coordinación intersectorial e interinstitucional serán la clave”.
Asimismo, agrega que con la Dirección General de Ordenamiento Turístico Sustentable por fin se sube el tema de sustentabilidad a un nivel de toma de decisiones dentro de la Secretaría de Turismo, y buscará tener una actividad turística más ordenada.
Ante este nuevo panorama queda pendiente el Reglamento de la Ley General de Turismo, muy ligado a la reestructura y para avanzar en el objetivo establecido al inicio de la administración de Enrique Peña Nieto de hacer del turismo prioridad nacional. (Ángela Paredes)