Revista Latitud 21

Vivienda resiliente y sostenible

 

La empresa Bambuterra trabaja en tecnologías para garantizar construcciones de la mejor calidad, durabilidad, impacto ambiental y desempeño estructural, utilizando componentes prefabricados con bambú mexicano

Históricamente los eventos naturales han sido maestros e impulsores del desarrollo tecnológico y el conocimiento en torno a las prácticas de diseño y construcción de las edificaciones. Muchas catástrofes han sido profundamente estudiadas por los científicos y académicos con el propósito de predecir comportamientos indeseables y evitar futuros daños y pérdidas materiales, naturales y humanas.

Así lo señaló Verónica María Correa Giraldo, CEO de Bambuterra, empresa mexicana dedicada a la generación y adaptación de tecnologías de alto desempeño estructural con soluciones eficientes a base de componentes prefabricados con bambú rollizo.

Agregó que, desafortunadamente, aunque las buenas prácticas de ingeniería y los materiales de construcción son cada vez más sofisticados, difícilmente llegan a permear de manera equitativa en la sociedad, siendo las clases populares (y rurales) las menos beneficiadas.

“La industria de la construcción en el mundo genera el 37% de las emisiones de CO2, consume el 36% de la energía global y en general el 50% de los residuos sólidos. La construcción residencial en México corresponde aproximadamente al 48% del total de la industria, y se estima que el 65% de las viviendas se construyen en procesos de autoconstrucción, que en la mayoría de los casos carecen de algún tipo de asistencia técnica”, destacó.

Aplicación y resultados

Explicó que la vivienda construida con bambú tiene una larga historia en el continente americano. En la región cafetera colombiana, por ejemplo, existen más de mil pueblos construidos en el siglo XIX con tierra y bahareque de guadua (un género americano de bambú muy popular para construcción), cuyas viviendas, algunas de estas con más de 150 años de vida, siguen siendo utilizadas hoy. 

En Costa Rica el Proyecto Nacional de Bambú construyó entre 1986 y 1996 alrededor de 4,000 viviendas; y el proyecto en desarrollo Base Bahay en Filipinas ha construido más de 1,500 viviendas, y busca articular una cadena productiva de alto impacto con capacidad para construir por lo menos 1,000 viviendas cada año a partir del 2025.

En el ramo de la construcción el uso de bambúes leñosos en bruto (en su forma rolliza, sin alguna transformación industrial) se destaca por presentar distintas ventajas de enorme trascendencia. Por un lado, el bajo impacto ambiental que genera su aprovechamiento otorga enormes beneficios medioambientales, ya que una hectárea de bambú puede capturar las emisiones de CO2 equivalentes a la generación de 18 toneladas de cemento cada año.  

 

 

 

 

 

Aunque las buenas prácticas de ingeniería y los materiales de construcción son cada vez más sofisticados, difícilmente llegan a permear de manera equitativa en la sociedad”.

Verónica María Correa Giraldo

CEO de Bambuterra

Amplios beneficios

Por otro lado, los beneficios sociales y económicos impactan en toda la cadena de valor, provocando desarrollo y riqueza en cada uno de sus eslabones. 

Esta cadena de valor inicia desde los productores silvícolas (la derrama económica directa al campo va de 10 a 30%, según el tipo de transformación industrial), y pasa por muy diversos actores en distintos niveles. 

En México existen más de 60 especies nativas, de las cuales 43 son endémicas, y también existen más de 50 especies leñosas introducidas, lo que hace que esta región sea una de las más diversas en América en cuanto a bambúes leñosos. 

Aunado a esto, se conoce un uso histórico que antecede a las culturas indígenas más conocidas (maya y azteca), pero que trasciende hasta nuestros tiempos con un amplio uso de cañas en el bahareque vernáculo de las huastecas potosina, veracruzana y poblana, así como en las viviendas tradicionales de los estados del sureste, zonas en las que naturalmente existen bosques de bambú y en donde la propagación de cultivos de bambúes exóticos ha sido un éxito.

Actualmente, pese a que no se cuenta con un inventario oficial de plantaciones y bosques de bambú naturales, se presume la existencia de alrededor de 20,000 hectáreas de bambú leñoso aprovechable, de las cuales se comercializa para construcción menos del 20%.

Potencial

En su estado rollizo, el bambú para construcción tiene un alto rendimiento -una hectárea puede producir de manera sustentable alrededor de 1,000 m2 de material para construcción- que con un adecuado proceso de corte, preservación, secado y clasificación estructural, además de un buen diseño arquitectónico y estructural, puede ofrecer construcciones sustentables con una vida útil de más de 100 años.

Bambuterra lidera actualmente el grupo nacional de estudios técnicos de ingeniería estructural del bambú en la construcción, y comanda el comité encargado de la redacción de la primera edición de la Norma Mexicana de Diseño y Construcción de estructuras de bambú, por encargo del Organismo Nacional de Normalización y Certificación para la Construcción y la Edificación (ONNCCE). 

Dentro de esa norma, se insertan los últimos avances de la tecnología de diseño y los procesos constructivos, así como procedimientos simplificados de diseño para que la adopción del bambú en la práctica profesional logre avanzar ágilmente.

Bambuterra creó el sistema BiBa®, uno de los sistemas constructivos de mayor capacidad de adopción dentro de una cadena productiva y de suministro con ágiles procesos de transferencia tecnológica, y con una versatilidad para adaptar diferentes acabados arquitectónicos. Sus cualidades hacen factible su aplicación a gran escala, y con ello contribuye a una transformación más sostenible de la práctica de autoconstrucción asistida de vivienda en México.

“Dicho sistema, compuesto por dos componentes estructurales básicos: Biopanel® (para la construcción de muros estructurales) y Bambulosa® (para la construcción de entrepisos y cubiertas) fue desarrollado en colaboración con grupos de investigación de la UAM-Azcapotzalco, el IPN-Zacatenco, y el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) a través del Programa de Estímulos a la Innovación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT).

Este sistema ha sido validado en diferentes laboratorios y en más de 20 construcciones, demostrando un excelente desempeño estructural, térmico y ambiental. Además, cuenta con un buen nivel de aceptación de los usuarios, especialmente cuando se trata de acabados de tipo encementado.

Asimismo, añadió que siendo asesores de la Comisión Nacional de Vivienda (CONAVI) y de algunos grupos de diseño para programas nacionales de vivienda, el rol de Bambuterra en los últimos años y los venideros será la transferencia de tecnologías validadas para garantizar viviendas (y construcciones) de la mejor calidad, durabilidad, versatilidad y desempeño estructural, a base de componentes de bambú. 

Dicha transferencia tecnológica permitirá la generación de proyectos de emprendimiento para silvicultores y empresarios rurales que permita establecer cadenas de suministro que atiendan de manera regional y sustentable demandas locales, gracias a un sistema de logística eficiente e inteligente a partir de una plataforma web.  

 

Salir de la versión móvil