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A su salud

Con varias marcas en el mercado, la producción de cerveza artesanal en Quintana Roo sube como la espuma

La venta de cerveza artesanal en México reporta a la fecha un 40 por ciento de crecimiento, y aunque en entidades del norte del país es ya un producto más consolidado, la bebida en Quintana Roo y la Península de Yucatán poco a poco gana terreno.

Conscientes de la bonanza del mercado, en el que México se ubica como alto consumidor, productor y exportador mundial de cerveza, y el Caribe mexicano entre los destinos con alta preferencia por este producto -luego de la ciudad de México y Guadalajara-, el segmento es un nicho que vale oro.

En pleno arranque, pero con notorio avance, logró conformarse en poco tiempo la asociación Cerveceros Unidos de Quintana Roo, que integran al menos siete empresas que en conjunto producen unos 10 mil litros de cerveza artesanal al mes, explica Carlos Orvañanos Rea, presidente de la  agrupación.

Destacó que el tema de la cerveza artesanal en el estado es reciente, con los primeros esfuerzos de productores locales como Miguel Nadal, con la marca Curvato; Alejandro Lira, con Akumal y su empresa con la cerveza Tulum, además de las cervezas Cancún, de Daniel Arroyo,  Mundo Maya y Pescadores.

“La idea de conformarnos en una asociación es la de promover el producto artesanal de calidad, con estándares altos, con sabores y con una imagen propia, mexicana, muy del Sureste y muy de Quintana Roo, tanto en el ámbito local como turístico para ir abriendo mercado, pues ha sido difícil debido a que el mercado es controlado por los grandes productores de cerveza.

“Tenemos una producción que va de cinco mil a 10 mil litros mensuales, es decir, entre 500 y mil cajas de 24 cervezas, aunque ya hay al menos tres empresas de Yucatán interesadas en integrarse a nuestra asociación con marcas como Ceiba y Patito, por lo que podría convertirse en un esfuerzo más amplio de producción y de promoción peninsular”, indicó.

Reconoció que a pesar de dificultades como la penetración en el mercado y los impuestos y permisos para vender alcohol, “vamos por buen camino, ya nos integramos al Consejo Coordinador Empresarial del Caribe (CCEC) para hacer sinergia con restauranteros y hoteleros, que comienzan a abrirse a la posibilidad de introducir la cerveza artesanal”.

Orvañanos Rea reconoció que no es un producto barato, por todo lo que implica su producción, “no nos pueden meter en el mismo cajón con las que se producen de manera industrial, no se puede comparar un vino tinto francés con mezcal oaxaqueño.

“En nuestras plantas nosotros le entramos en directo, con productos de calidad, y generamos en promedio entre cinco y diez puestos de trabajo por empresa en la entidad”, subrayó.

“Es el momento de la industria, la gente lo verá en dos o tres años, veremos un crecimiento fuerte de las cervezas artesanales en la medida en que los hoteles y restaurantes nos abran sus puertas”. (Norma Anaya)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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