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Austeridad con salmón y chuleta

 

La de este gobierno es una austeridad que ya quisieran quienes pagan a 60 pesos el kilo de huevo. Por ejemplo, Miguel Torruco gasta nuestros impuestos en comer en su oficina Rib Eye Prime, Sirloin Prime, New York Prime, Salmón Ahumado y Chuleta de Ternera.

Y Rosario Piedra gasta nuestros impuestos en comer, también en su oficina, cortes finos de carnes de calidad tipo Certified Angus Beef©, Rib Eye, New York, T-bone y Porterhouse, como se vio en videos tomados en las instalaciones de la CNDH.

Sí, en sus oficinas. Porque es este un gobierno que basa su narrativa en la hipocresía: así que sus funcionarios tratan de ir poco a restaurantes para evitar ser vistos en público gastando miles de pesos. Así que tienen que tragarse sus exquisiteces culinarias, ocultos.

El rezo de estos funcionarios ricos es “ay, Dios, haz que parezca pobre”. Claro, su jefe dice que vive con 200 pesos, sin tarjetas bancarias, inmuebles ni propiedades. Entonces… a fingir todos. Como actores.

El presidente gasta 670 mil pesos en la contratación del servicio de florería para mantener sus aposentos provistos de orquídeas, y 3.7 millones de pesos para impedir que tomen fotos de su residencia en Palacio Nacional, que también fue la casa del conquistador Hernán Cortés.

Es muy caro alistar un palacio con siglos de antigüedad para que viva y trabaje un Jefe de Estado de la época actual, pues debieron construirle sala de cine moderna o clínica apta para la salud de un presidente, con material quirúrgico, camilla mecánico-reumática y monitor para signos vitales.

Es una austeridad muy rara, en todo caso, porque en 2022 los generales del Ejército gastaron 545 mil 336.3 pesos en 47 abrigos de cashmere 100 por ciento de lana; mientras durante la captura de Caro Quintero se les cayó un helicóptero por falta de gasolina y murieron 14 soldados.

O sea, en este gobierno ahorran centavos y gastan pesos. Vamos, el beisbol es mejor tratado que la democracia, ya que, del Presupuesto de 8 billones de pesos para 2023, apenas 14 mil millones van al INE, cantidad que ni siquiera es un quinto de un por ciento del Presupuesto Federal.

Ah, pero eso sí, la oficina del secretario de Turismo gasta 1.6 millones de pesos en comprar callo de hacha, camarón seco, filete de huachinango, chicharrón, agujas de res, ala de pollo, cecina, chambarete con hueso, molida de ternera, hueso con tuétano, medallones de res y pechuga sin hueso.

Torruco, quien va a la conferencia matutina a adular regalándole al presidente fotos rodeado de gente, se empaca a cuenta de nuestros impuestos queso azul de 606 pesos el kilo, queso de cabra, queso pecorino, asadero, chihuahua, cotija, cottage, crema, manchego…

Son unos descarados.   

Rubén Cortés
  • Canela fina
  • Periodista y escritor
  • Twitter @Ruben_Cortes
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