Los desafíos que planteó la pandemia fueron el detonante para el surgimiento de Beef Depot, un emprendimiento que rápidamente encontró clientes entre los parrilleros y amantes del asado
Durante varios años, Moisés Rosique Escalante formó parte de la plantilla hotelera en el Caribe Mexicano, pero como a todos en el sector, la crisis por la emergencia le cambió la vida. Sin embargo, lejos de apanicarse, encontró el momento perfecto para dedicarse a una de sus más grandes pasiones: la carne.
“Yo soy fanático de la carne, desde siempre; en toda casa siempre hay un asador y en mi familia, ese soy yo, es un hobby muy fuerte que tengo”, comenta Moisés.
Sin embargo, recuerda que desde que llegó a Cancún, hace aproximadamente 14 años, se topó con que no había quien vendiera buena calidad, la única opción era ir a supermercados o carnicerías, pero no le dejaba convencido la calidad, porque no es muy buena.
Entonces llegó el Covid-19 y fue un parteaguas. Aconsejado y apoyado por su esposa, en julio del año pasado decidió empezar a vender productos de calidad, que trajeron del norte del país.
“Yo tenía muchos años trabajando en hotelería, algo muy distinto a la comida, pero cuando todo se paralizó por la pandemia, se nos ocurrió la idea de vender cortes, sabiendo que no había quien ofreciera alta calidad”, comenta.
Buena aceptación
Iniciaron con un congelador pequeño, porque pensaba que iba a ser muy complicado crecer el negocio, pero se llevaron una grata sorpresa.
“Empezamos vendiendo por internet y la respuesta fue bastante rápida y al poco tiempo lo que teníamos contemplado para dos meses, lo desplazamos en una semana”, recuerda.
Así que continuaron con el negocio, porque el turismo no se reactivó tan rápido, así que decidieron abrir un local y ampliar la gama de productos.
Al día de hoy ya tienen una cartera amplia tanto de clientes particulares, que hacen pedidos para consumo en sus casas, como para quienes tienen servicios de catering para eventos y pequeños restaurantes; incluso un par de restaurantes grandes en Cancún.
“Estamos bien contentos porque nunca esperamos que fuera a ser realmente una oportunidad de negocio tan fuerte como se está viendo”, dice Moisés.
Variedad y calidad
Comenta que los productos los traen de Monterrey, Chihuahua y Sonora; la distribución es en Cancún, Puerto Morelos y Playa del Carmen.
Todo lo que venden es congelado; un abanico como de 40 productos, son piezas empacadas al vacío y están disponibles desde un kg de arrachera o una pieza de Rib Eye, Top Sirloin, New York, T-Bone, Tomahawk, Porter House, Cowboy y Picaña. Por supuesto, por volumen el precio es mejor.
Además de estos cortes finos, también tienen carne de cerdo y de pollo (pechuga y pierna-muslo)
Comenzaron con cortes de calidad choice y ahorita ya manejan varias calidades y también línea de producto comercial para restaurantes y taquerías; sin embargo, el enfoque principal sigue siendo cortes finos.
Aunque al principio fue sólo él, ya sumaron a tres personas en el equipo y su esposa le apoya en algunas cosas.
Conforme van viendo el crecimiento, ya tienen planes; el siguiente paso es abrir un servicio de catering para hacer banquetes de carne asada y parrilladas, tanto para contrataciones a domicilios, como para empresas y hoteles. También pretenden abrir otra sucursal en Cancún, a fin de alcanzar una mayor cobertura y quizá alguna más en Mérida.
Mercado competitivo y exigente
Reconoce que aunque lo que ofrecen fue bastante aceptado, el mercado en Quintana Roo es complicado. Señala que la gente empezó a solicitar mejor calidad, pero eso trae como consecuencia un precio más elevado, así que empezaron a quejarse de eso. Además, la competencia es fuerte.
“Ha sido un poco complicado, de repente vimos que empezaron a surgir un montón de empresas que se dedican a lo mismo, no es problema eso, porque al final la calidad es lo que determina la cantidad de clientes que uno puede tener, prueba de ello es que muchos han comprado en otros lados y regresan con nosotros, eso es satisfactorio”.
Sin embargo, insistió en que es un mercado muy complicado, porque hay una batalla muy fuerte entre calidad y precio.
Economía lenta
Moisés Rosique señala que la recuperación en la entidad va muy lenta, aunque en su caso que distribuye alimentos no se ha detenido, pero sí se nota el impacto de la crisis. “Por ejemplo cuando pasó el huracán, pensábamos que se nos iba a descomponer un montón de carne, pero al contrario, se vendió todo; pero lo veo con los clientes, la situación va de más a menos, antes había más economía, compraban más y pedían más calidad sin ver tanto el precio, pero ya se ha puesto más difícil”.
Reconoció que como aquí dependemos en mayor parte del turismo, si se detiene o disminuye, toda la economía lo resiente; “la gente se gastó los ahorros, se endeudaron, ahorita que se va reactivando la economía poco a poco, están liquidando sus deudas, todo eso hace que para nosotros vaya bastante lento”.
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40 productos
integran el abanico de lo que ofertan
12 meses
hace que abrió el negocio y la respuesta ha sido muy buena
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Todo para la parrilla
- Arrachera
- Rib Eye
- Top Sirloin
- New York
- T-Bone
- Tomahawk
- Porter House
- Cowboy
- Picaña
- *También vende cerdo y pollo
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