- Entre empresarios
- Sergio León
- CEO de Impoexporta
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En un entorno donde la economía mexicana enfrenta presiones crecientes por parte de su principal socio comercial —Estados Unidos—, surge una pregunta inevitable para los estados más dependientes del turismo y el comercio internacional: ¿dónde están nuestras alternativas?
Quintana Roo tiene una respuesta en potencia: Colombia.
Pocas veces se habla de esta relación bajo una lupa de estrategia económica. Mientras EE.UU. refuerza barreras, lanza sanciones financieras y revisa tratados, Colombia mantiene una política exterior abierta, con visión multilatina y hambre de expansión hacia el Caribe y Mesoamérica. Y Quintana Roo, con su conectividad, ubicación geográfica y perfil económico, podría ser su socio natural.
Los datos respaldan esta tesis. Colombia generó un PIB de USD 324 mil millones en 2023, con exportaciones que superaron los 58 mil millones de dólares, principalmente en petróleo, café, flores y textiles. Pero enfrenta limitaciones logísticas y un acceso indirecto a mercados como Centroamérica, México y EE.UU. Mientras tanto, Quintana Roo, con solo USD 14 mil millones de PIB, ha logrado un PIB per cápita de USD 13,800, superior al promedio latinoamericano y muy por encima del colombiano (USD 6,400). Además, fue el estado con mayor crecimiento económico en México en 2023: 7.3%.
¿Dónde se encuentran estas dos economías? En el deseo compartido de internacionalización, complementariedad logística y atracción de inversión regional.
Mientras Colombia busca rutas hacia el norte, Chetumal ofrece una zona libre con ventajas fiscales, logística terrestre con Belice y acceso inmediato al Caribe. Por otro lado, el turismo colombiano crece año con año: 850 mil colombianos llegaron a México en 2023, muchos de ellos a Cancún. Pero el potencial va más allá del turismo: producción audiovisual, educación superior, centros de distribución, servicios tecnológicos.
La verdadera oportunidad radica en diseñar una agenda empresarial y gubernamental México–Colombia desde Quintana Roo, que no dependa exclusivamente del centro del país. Es momento de actuar: establecer acuerdos B2B, fomentar intercambio educativo y abrir rutas logísticas directas. Colombia representa una apuesta tangible, escalable y de bajo riesgo en medio de la volatilidad global.
El sur de México ya no debe ser visto como periferia, sino como el nuevo epicentro de integración con América.
Colombia: la jugada estratégica que puede reinventar el sur de México.
¡Hasta el próximo mes con más retos y oportunidades!
Sin miedo a la cima porque el éxito ya lo tenemos.