ELENA VILLARREAL
Bajo la firma Ultrafemme, con una trayectoria de cuatro décadas, la empresaria cancunense ingresa a la lista de las mujeres más poderosas de México de acuerdo con la revista Forbes
Latitud 21.- ¿Por qué la apuesta a un segmento de lujo en una incipiente alejada zona de México hace 40 años?
ElenaVillarreal.- En mi vida siempre han existido los productos de lujo. Desde muy joven trabajé en tiendas de lujo y me gustaba lo fino, me gustaba la gente que compraba artículos que trascendían y que tenían importancia en la vida. Crecí pensando en que algún día estaría rodeada de todo ese glamour. Cuando llegué a Quintana Roo dije que yo quería una perfumería, conocer toda la esencia de la industria, en un momento en el que el comercio de Chetumal estaba catalogado como zona dutty free, y donde vi la oportunidad de traer marcas de prestigio internacional. El comenzar con la perfumería me dio la pauta para entrar al mercado selectivo con un presupuesto limitado porque era el único artículo de lujo que en ese momento se podía comprar.
EV.- La observación del mercado fue muy importante, Cancún comenzaba a construir grandes hoteles y sus clientes demandaban productos exclusivos. Era el momento de traer a nuestro mercado las novedades de Europa y de EU.
L21.- ¿Cómo construyeron el modelo de negocio para participar en diversos rubros?
EV.- Fue sobre la marcha y se dio natural y orgánicamente. Al empezar con un negocio de lujo como la perfumería, los mismos proveedores con la confianza que tenían y con la relación comercial que llevábamos nos proponían otros productos, otras marcas. Bolsas (Fendi), plumas (Mont Blanc), joyería (Swarovski), relojes (Cartier, TAG Heuer). El entorno era lo que les importaba. Se juntó la necesidad de los proveedores de tener espacios exclusivos con nuestra necesidad de innovar, además del descubrimiento de que había un mercado para todos.
L21.- ¿Cómo han fortalecido un negocio familiar con éxito?
EV.- El negocio familiar lo iniciamos Pepe y yo. Funcionó porque ambos somos muy diferentes, y eso ayudó; él manejaba el tema financiero, yo el gusto, las relaciones públicas con proveedores, con clientes. Posteriormente se integró mi hijo. Creció viéndonos dentro de la tienda, en la compra, en la relación con proveedores, en los entrenamientos, era parte del escenario. Su inclusión fue natural. Posteriormente se integraron mis hermanos Martha, Rosi, Pilar y Ramón, necesitaba gente de confianza y gente con un alto nivel de compromiso. Pudimos conformar un negocio familiar muy sólido.
L21.- ¿Cuál crees que ha sido tu contribución más importante dentro del grupo?
EV.- Conseguir las marcas de lujo para la tienda. Conocí la mentalidad del proveedor de lujo: qué quiere, dónde quiere su marca, cómo la quiere exponer, la importancia de su imagen corporativa. Cubrimos todas sus necesidades y al mismo tiempo él nos da lo que queremos. Hemos hecho una simbiosis de relación comercial que nos funciona a todos y somos altamente respetados dentro de la industria por honestos, por cumplidos, por tener las tiendas bonitas, porque nuestro personal está altamente capacitado. El hecho de tener su marca en este destino les funciona como una gran ventana al mundo por el privilegio de Cancún, y esto cumple con sus expectativas al igual que la asesoría de la gente de piso, dando como resultado una importante alianza entre ambas partes
L21.- ¿En 40 años cómo lograste esa formación empresarial?
EV.- Día a día, aprendiendo de proveedores, del equipo de la empresa, de los clientes. Escuchando, adaptando y comunicando.
L21.- Tu femineidad, tu papel de madre, esposa, ¿fueron complejos para ser parte de un suceso empresarial de gran repercusión para el destino?
EV.- Yo creo que no. Si alguien me hubiera dicho que iba a tener 50 tiendas e iba a tener un hijo que educar lo mejor posible, un marido que atender y aparte proveedores … hubiera sido agobiante, pero como lo fui haciendo sobre la marcha pude encontrar el equilibrio, y eso al final ha sido importante.
L21.- ¿Qué precio tuviste que pagar en tu ascenso dentro de Grupo Ultrafemme?
EV.- Me casé muy joven, entonces tuve que dejar de estudiar. Me hubiera gustado viajar más, me hubiera gustado aprender más, afortunadamente tuve el enfoque de lo que quería ser, y aun sin las herramientas de estudios me gradué en la Universidad de la vida y tengo un diplomado de resultados.
L21.- Dentro de tu organización, ¿cómo has conseguido esa inyección de liderazgo en tus colaboradores?
EV.- Yo creo que dándoles el mérito que se merecen; incentivándoles, capacitándoles en Suiza, EU, Francia o Panamá. Tienen privilegios de estudiar por Internet, se les da la oportunidad de obtener piezas de la empresa, tienen las ganas de conocer más porque saben que sus clientes les exigen más y no se quieren ver incapaces. Al mismo tiempo, la construcción de valores organizacionales, filosofía de empresa, responsabilidad social, corresponsabilidad, exigirnos más para que podamos dar lo mejor de nosotros y crecer, han sido importantes para gestar el liderazgo.
L21.- ¿Qué te provoca haber salido en Forbes entre las 100 mujeres más poderosas de México?
EV.- Primero sorpresa, y luego la trascendencia que ese honor me da de haber participado con otras maravillosas mujeres. Sorpresa en el sentido de que nunca me imaginé cómo en un país del tamaño de México alguien descubriera que valía la pena lo que yo había hecho en la vida, y trascender porque es la consecuencia junto con mujeres líderes de muchos rubros, trascender incluso con esta compañía en la vida de nuestros colaboradores, quienes me llenan de orgullo.
L21.- ¿Qué consejos claves darías a mujeres en alta dirección para alcanzar el éxito precisamente en armonía?
EV.- Yo pienso que la perseverancia, el enfoque en lo que tú quieres hacer, enseñar con el ejemplo es muy importante. Tu equipo es el que te lleva al éxito, no eres tu sola que te avientas y todo fluye. Sí hay momentos difíciles para todos, pero trabajando en armonía y con consideración se alcanzan objetivos. Siento que todos como seres humanos necesitamos que alguien nos tome en cuenta. Pasamos tantas horas en el negocio que me tengo que llevar bien contigo, porque quiero que tú salgas adelante, porque tú me vas a ayudar a mí a salir adelante; tus problemas son mis problemas y los míos son los tuyos, entonces una mano lava a la otra, yo te ayudo, tú me ayudas.
L21.- ¿Podríamos decir que tu contribución a México es también el modelo de negocio que se ha emulado en otras partes?
EV.- Claro. Fuimos los primeros en hacer un centro comercial de lujo, Luxury Avenue, hace una década, y este modelo de negocio se ha replicado en otros puntos no solo de Cancún sino de todo el país, y eso nos orgullece.