Carrie Wilder, senior director de México, Centroamérica y el Caribe de Expedia Group, destaca el posicionamiento del Caribe Mexicano como destino clave, las oportunidades con viajeros de Canadá y Asia, y la importancia de la conectividad aérea y digital para competir en un mercado que exige flexibilidad y personalización
El Caribe Mexicano, con destinos emblemáticos como Cancún, Playa del Carmen y la Riviera Maya, es hoy punto clave del turismo internacional. Gracias a su combinación de playas paradisíacas, cultura local y conectividad aérea, atrae a viajeros de todo el mundo.
Según las tendencias dadas a conocer por Expedia Group, en voz de Carrie Wilder, líder regional de la compañía, aunque el precio sigue siendo un factor decisivo, el entusiasmo por viajar no solo persiste, sino que crece: el 50 % de los encuestados indica un mayor deseo de explorar nuevas experiencias.
Estas tendencias resaltan la relevancia del Caribe Mexicano, no sólo como un destino competitivo, sino como un laboratorio de oportunidades para el turismo sostenible y diversificado.
INDUSTRIA FUERTE Y DINÁMICA
¿Cuál es el enfoque de la empresa en la región?
Somos una empresa de tecnología especializada en viajes. No somos una agencia tradicional, sino una plataforma con más de 220 sitios en el mundo y presencia en más de 70 países. Nuestro propósito es conectar a los viajeros con sus vacaciones ideales, ya sea un hotel, un auto, una actividad, un crucero o una combinación de todo eso. Tenemos alcance global, pero también la capacidad de personalizar las experiencias según las necesidades de cada persona.
¿Qué revelan las nuevas tendencias de viaje?
Este estudio que presentamos es resultado de más de 11,000 entrevistas realizadas en 11 países distintos. Lo que observamos con claridad es que el precio sigue siendo importante, sí, pero lo más optimista es que el 50% de las personas dijeron que tienen aún más ganas de viajar. Es una señal muy positiva: no se trata solo de retomar los viajes, sino de intensificarlos.
Hay un claro deseo de viajar más veces al año, aunque los viajes sean más cortos. La gente cuida su presupuesto, sí, pero lo hace porque quiere ahorrar para un segundo o incluso un tercer viaje en el año. Esto nos habla de una industria fuerte, viva, y de una demanda creciente por parte de los viajeros.
¿Cómo se está comportando la ventana de reserva de los viajes?
Estamos viendo una tendencia clara hacia viajes de último minuto. La incertidumbre global hace que la gente dude más antes de reservar, entonces ya no planifican con tanta anticipación como antes. Lo que nosotros llamamos el booking window se ha acortado: la gente toma decisiones más rápido y eso obliga a los destinos a estar preparados para recibir reservas imprevistas y ofrecer disponibilidad sin sacrificar calidad.
Hablando de eventos futuros, ¿cómo se están preparando para el Mundial de Futbol 2026?
Estamos en etapa de planificación, al igual que muchos en la industria. Las ciudades sede en México serán Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey. Ya hay una fuerte coordinación entre gobiernos, asociaciones turísticas y actores privados. Nosotros, desde Expedia Group, estamos trabajando con nuestros socios hoteleros para que estén listos, porque es muy probable que haya visitantes que, además de asistir a un partido, aprovechen para hacer una escapada a una playa o un pueblo mágico. La expectativa es que el Mundial no solo beneficie a las ciudades sede, sino que extienda su impacto a muchos otros destinos del país.
¿Cómo afecta la visa al flujo de turistas, como el caso de Brasil hacia el Mundial?
Nosotros siempre apoyamos el libre tránsito porque eso potencia el turismo. Entendemos que hay contextos donde se requiere control, pero lo importante es que el proceso de visado sea simple, accesible y que no represente una barrera para el presupuesto del viajero. Cuando los trámites son costosos o complicados, pueden inhibir la decisión de viajar.
DE LO GLOBAL, A LO LOCAL
¿Cómo se posiciona actualmente el Caribe Mexicano, en especial Cancún, dentro de ese panorama global?
Para Expedia Group, Cancún y el Caribe Mexicano son de los destinos más buscados por el viajero estadounidense, y ese interés se mantiene en constante crecimiento año tras año. Además, hay una tendencia importante entre los propios viajeros mexicanos que buscan sus vacaciones de playa dentro del país, lo cual también fortalece el posicionamiento regional. Quintana Roo, en particular, tiene una oferta diversa que puede atraer a todo tipo de turistas, desde quienes buscan experiencias de lujo hasta quienes prefieren opciones más accesibles.
¿Cómo ha impactado el contexto político en Norteamérica en el comportamiento de los viajeros?
El contexto sociopolítico sí ha generado cambios notables. Por ejemplo, los conflictos derivados de las presiones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, han hecho que muchos canadienses elijan México como destino durante el invierno. Lo vimos especialmente en los meses de enero y febrero, con un aumento considerable del flujo de viajeros provenientes de Canadá. Este es un mercado que representa una gran oportunidad para destinos como Quintana Roo, y mi consejo para hoteleros, autoridades y actores del sector es que diseñen estrategias específicas para atraer y retener a ese viajero.
¿Hay otras regiones del mundo que representen una oportunidad futura?
Definitivamente. Todos deberíamos poner atención en Asia. Les comparto un dato: para el año 2030 se estima que la clase media china será de 350 millones de personas. Este grupo tiene una alta probabilidad de viajar internacionalmente. Entonces hay que preguntarnos: ¿cómo nos estamos preparando para recibir a ese nuevo tipo de viajero? Porque hoy viajar ya no es una opción o un lujo, es una necesidad ligada al bienestar personal. Esa es una de las razones por las que el 50% de las personas encuestadas dijeron tener más intención de viajar: no quieren renunciar a eso, aunque tengan que hacer viajes más cortos o cuidar el gasto.
¿Qué deberíamos preparar para recibir al turismo asiático?
La tecnología es una gran aliada. Hoy estamos muy bien preparados para atender al turista que habla inglés, pero gracias a las herramientas digitales podemos también atender a visitantes que hablen otros idiomas. Es cuestión de adoptar tecnología, capacitar al personal y adaptar ciertos servicios. El reto no es solo de idioma, sino de entender sus hábitos de viaje, sus expectativas culturales, y construir una experiencia que sea atractiva para ellos.
En términos de producto turístico, ¿cómo describirías la oferta de Quintana Roo?
Es un destino muy completo. Tiene opciones para quienes buscan hoteles cinco estrellas y para quienes prefieren algo más económico. Además, hay turismo activo: cenotes, actividades acuáticas como el snorkel, rutas culturales… Y lo interesante es que el Aeropuerto de Cancún sirve a múltiples zonas, como Costa Mujeres, Playa del Carmen, Riviera Maya. Hay personas que regresan a Cancún una y otra vez, pero eligen diferentes zonas cada vez, y eso les permite vivir nuevas experiencias dentro del mismo estado. Esa capacidad de reinvención es una gran fortaleza.
¿Cómo perciben los viajeros internacionales al Tren Maya?
Lo veo muy bien comunicado, sobre todo en los aeropuertos. Nosotros tenemos personal que ya ha viajado en el Tren Maya, precisamente para conocerlo y evaluarlo, y han visto a turistas extranjeros usándolo. Claro, es una infraestructura nueva y tomará tiempo que se consolide como parte del itinerario de viaje, pero sin duda es un agregado de valor. Ayudará a conectar mejor la región, no solo Quintana Roo sino también Yucatán, y eso expande las posibilidades del visitante.
Finalmente, ¿cuáles son los principales retos en materia de conectividad aérea?
La conexión aérea es fundamental. Necesitamos seguir trayendo más vuelos desde más ciudades, tanto dentro como fuera de México. El aeropuerto de Tulum, por ejemplo, ya ha favorecido mucho al destino; yo misma viajé del AIFA a Tulum y llegué en dos horas. Ya hay vuelos desde Monterrey y Guadalajara hacia Tulum, lo cual abre muchas posibilidades. Pero también debemos enfocarnos en los lugares donde aún no hay conexiones. ¿Cuántos vuelos directos tenemos desde Canadá? Esa es una pregunta clave, porque para que una persona elija venir, necesita saber que puede llegar rápido. La conectividad directa es uno de los mayores factores de decisión.