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La guerra que viene

Con la anulación del Al Qaeda y el ISIS, Estados Unidos controla la guerra contra el terrorismo. Su enemigo ahora es el crimen organizado, sostén del nuevo tipo de gobierno que fragua el populismo contra las sociedades abiertas, liberales y de Estado de Derecho.

Por eso, el primer paso del presidente de Colombia fue suspender la captura y extradición de narcoguerrilleros marxistas, que por años extorsionaron y asesinaron a los colombianos: es una estrategia articulada con otros gobiernos populistas.

Y seguramente también limitará la presencia de la DEA, o tratará de expulsarla del país, pues quitar de en medio a la DEA es la base para poder imponer ese nuevo gobierno, contrario al Estado de Derecho, como ya existe en Venezuela, Nicaragua y Bolivia.

Leamos:

–Evo Morales acusa a la DEA de lanzar un “plan desestabilizador” en contra de sus aliados del movimiento de productores de coca.

–Daniel Ortega pide a la DEA suspender sus operaciones en Nicaragua, porque “ha sido y es fuente de corrupción”.

–Nicolás Maduro acusa a la DEA de “violentar nuestra soberanía y cometer delitos dentro de nuestro territorio”.

El cambio de estrategia de Estados Unidos de priorizar la lucha global contra el narcotráfico (con la del terrorismo ganada, tras 20 años de guerra) responde a que sólo el fentanilo que entra por su frontera sur mata a unos 110 mil estadounidenses al año.

De hecho, en 2020 Trump quiso dos veces lanzar misiles Patriot contra laboratorios de fabricación de drogas en México. Mark Esper, quien fue su secretario de Defensa, lo revela en su libro de memorias, “Un juramento sagrado”.

La nueva guerra global de Estados Unidos, que será contra los cárteles, agarra al Ejército Mexicano en un gran momento, pues por primera vez en la historia penetra la administración civil del país, y es el momento en que más dinero maneja.

Falta ver qué decisión toma el Ejército Mexicano en esa guerra que viene. De momento, es un ejército que hace dinero con China, supera en efectivos a 13 ejércitos de la OTAN, dirige 26 instituciones civiles y es dueño de las empresas más grandes de México.

El Ejército Mexicano se encarga de construir las sucursales del banco del gobierno que entrega el cash de los programas sociales y adjudicó a la empresa china GRG Hong Kong un jugoso contrato por 854 millones de pesos para comprarle dos mil 700 cajeros.

Sin embargo, aún con ese poderío, queda a deber en las tareas de seguridad nacional. Por ejemplo, el cinco de junio no pudo impedir que un cártel asaltara el puerto de Manzanillo, y se llevaron 20 de contenedores de oro, plata y aparatos electrónicos.

Pero es un Ejército muy rico. 

Rubén Cortés
  • Canela fina
  • Periodista y escritor
  • Twitter @Ruben_Cortes
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