Pues resulta que este grupo de familiares y amigos (que ganó la Presidencia en 2018 bajo el slogan de “Primero los Pobres”, porque decía que México es muy pobre)… ahora deja sin vacunas antiCovid a sus pobres, para cederla a pobres de otros países.
Pero no es un asunto de solidaridad con pobres ni con nadie: es un asunto de ineptitud. Está cediendo una vacuna que jamás tuvo. Es el mismo gobierno que dijo que, en diciembre, nuestro sistema de salud sería como el de Dinamarca.
Es el mismo gobierno que ni siquiera pudo vacunar en este invierno a los mexicanos con la vacuna contra la influenza, y que el año pasado vacunó apenas al 76 por ciento de la población con la vacuna contra la tuberculosis.
Vamos: es el mismo que no pidió recursos extra para Covid y vacunas en el Presupuesto para este 2021, y que en 2020 dejó de gastar 12 mil millones de pesos en el presupuesto de salud para gastarlo en comprar votos en las elecciones de este año.
No es cierto que estén cediendo la vacuna a países más pobres: es que nunca la tuvieron. Vamos: es el mismo gobierno que aceptó haber presentado un documento falso para ocultar que fue por ineptitud que dejó a 10 millones sin electricidad en fin de año.
Con esos raseros de incompetencia para vacunar y para abastecer medicamentos, era fácil pronosticar el desastre que venía en la aplicación y distribución de la vacuna contra el Covid. Por eso renunció la directora nacional de la vacunación.
Así como no tienen garantizada la compra de las millones de dosis, tampoco tuvieron estructurado medianamente un programa de aplicación de la vacuna. Porque los integrantes de las brigadas del gobierno sólo se vacunarán entre ellos mismos. A nadie más.
Vamos: es el mismo gobierno que en marzo, en pleno arranque del confinamiento mundial de la pandemia le vendió a China las reservas de cubrebocas que tenía, para tener que recomprárselos al doble en mayo.
Es el mismo gobierno cuyo jefe nacional para la pandemia es tan impreparado que todavía asegura que el cubrebocas no funciona, que se va a la playa mientras pide a la población quedarse en casa y que dijo que, a lo mucho, morirían 60 mil mexicanos, y van casi 150 mil.
Es mentira que, generosamente, estén renunciando a la vacuna para darla a otros países más pobres, porque nunca tuvieron la vacuna, como rifaron sin rifar y vendieron sin vender el avión presidencial, que gasta 400 millones por arrendamiento, estando parado.
Sin embargo, a la gran mayoría de los mexicanos les gusta este gobierno. Ayer Mitofsky le dio 60.1 por ciento de popularidad.
Pues… enhorabuena
- Canela fina
- Periodista y escritor
- Twitter @Ruben_Cortes