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Los pendientes

 

Me parece que no hay que escatimar al gobierno federal el hecho de que es la administración que, por mucho, más le ha invertido a Quintana Roo; dejo fuera al Tren Maya, porque se cuece aparte, pero el puente a través de la laguna, la ampliación del puente del aeropuerto y el bulevar Colosio lo demuestran.

A todo eso le tendríamos que sumar el aeropuerto de Tulum, la avenida Chacmol, el nuevo estadio de beisbol, el Teatro de la Ciudad; ha sido un sexenio en el que sí se volteó a ver al estado. 

Sin embargo, creo que los proyectos se van a quedar cortos, y que con poco más, se pudo hacer algo mucho mejor. El puente del aeropuerto sólo será más ancho, habrá dos carriles de ida y dos de vuelta. Francamente pienso que será suficiente a corto o máximo mediano plazo; con un poco más de inversión pudimos salvar los próximos 20 años en este cruce tan importante, no sólo para el turismo, también para la población.

El bulevar Colosio, ese sí, al menos 20 años no creo que tengamos que preocuparnos por los baches; sin embargo no será más ancho, porque no se invirtió en remover el camellón y centrar la avenida en el derecho de vía existente, que es mucho más grande del lado de las sascaberas, además de que la infraestructura eléctrica y de servicios no será subterránea, lo que alguna vez se dijo sucedería, y que en esa zona no sólo hubiera sido estéticamente fantástico, también una proyección en caso de huracán, porque esa zona habitualmente sufre muchos daños.

Habrá sólo dos puentes para pasos peatonales y ningún paso a desnivel adicional; pienso en al menos dos puntos que pudieran ser clave, al menos para cruzar la circulación sur-norte al lado contrario.

El puente lagunar, bueno, será una maravilla, era algo que sin duda se tenía que hacer ante un crecimiento que no para. Sin embargo, será de tres carriles; uno de ellos reversible, para habilitarlo en circulación del sentido que más tránsito haya.

El presidente ya dijo “que se hagan cuatro carriles”, pero no es como chasquear los dedos, habría que cambiar proyecto y el presupuesto, obvio, se elevaría drásticamente. No creo que suceda, pero obviamente también se quedará corto.  

En fin, yo celebro lo que habrá, nunca había sido igual, pero creo que por un poco más pudo ser mucho, mucho mejor.

Récords y récords y récords

Se acabó el año, iniciamos el 2023 con la alta expectativa que ha dejado el 2022 en materia turística. Se creció casi 20% en el número de turistas, respecto al mejor año, que fue el 2019; se abrieron más de 15 mil cuartos nuevos, aviones llegan de cualquier parte del mundo; difícil haber pronosticado tanto.

Y sin embargo el 2023 tendremos que arrancarlo con discreto optimismo, y con mucho trabajo en promoción y atención al turista. Es difícil superar los números logrados, no hubo huracanes, la violencia se “controló” al menos en los daños colaterales, la pandemia desapareció, EUA no se involucró directamente en la guerra y se logró superar la crisis económica mundial.

La pregunta es cuántos de estos factores o algún otro afectarán el 2023; cualquiera de ellos nos podría mermar la afluencia sustancialmente. 

Por si fuera poco, habrá que superar el boquete que dejó el gobierno anterior en materia de promoción, y no porque no la haya hecho bien, sino porque no la pagó y habrá que seguir a pesar del contrapeso; gran reto para Javier Aranda y su equipo del CPTQ.  

Arturo Medina
  • En línea directa
  • Periodista, Director NITU.mx
  • email:arturo@nitu.mx
  • Twitter @Arturo_Medina_G
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