Llevamos desde diciembre hablando de lo mismo, leyendo sobre lo mismo y contando muertos (cualquier libro de Stephen King se quedó corto).
Quiero desviar un poco su atención para hablar de algo diferente, un poco más positivo y fuera del contexto en el que llevamos inmersos varios meses.
He visto a mi alrededor pequeños grandes gestos de altruismo, cosas que me hacen creer que los humanos aún tenemos dentro algo que en su momento llamamos ‘alma’. Esos pequeños momentos donde somos capaces de pensar en lo que sufren los demás y tomar un poco de lo nuestro para compartir.
Hablaré de mis colegas, los mentados empresarios. Efectivamente, las características de los líderes empresariales es ser mucho más audaces, tomar decisiones enfocadas sin sentimentalismos, e incluso un poco inconscientes al momento de asumir riesgos. Pero las muestras de generosidad más grandes las he visto por parte de estos líderes.
En los discursos ideológicos separatistas de izquierda, los empresarios siempre se llevan la peor parte. En realidad, no sé bien por qué. A lo mejor hace varios años cuando la humanidad estaba en otros tiempos y las empresas eran creadas por un solo sector aplicaban esos resentimientos. Pero hoy en día, en un mundo tan versátil, los empresarios en su mayoría representan a aquellos que decidieron emprender y lograron pequeños negocios que crecieron poco a poco hasta llegar a ser medianas empresas. México literalmente opera 52% de su economía por medio de estos negocios.
Sin embargo, tengo que informarles que estos ‘empresarios’ son los que siempre extienden la mano a los que necesitan, son a los que llamas para hacer ‘coperacha’ y comprar los acondicionamientos a hospitales, casas hogar, orfanatos o cualquier otro tema social que lo requiera.
Quiero decirles a todos ellos GRACIAS. Asumieron una responsabilidad mayor, arriesgaron su poco o mucho patrimonio, son criticados y cuestionados. Pero ahí están, aquí estamos todos juntos intentando levantar un estado que hoy no tiene ingresos. ‘Arremangándonos’ las mangas y partiéndonos el alma, tomando decisiones desgarradoras y, aun así, siempre viendo el futuro con el optimismo y la frase: ‘Esto, también pasará’.
- Mirada empresarial
- Empresaria
- @Innagg