Revista Latitud 21

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Más de mil estudiantes del país egresaron hasta el momento de la licenciatura en Responsabilidad Social de la Universidad Anáhuac

Por ser un tema de vital trascendencia para la sociedad en general, la Universidad Anáhuac incluyó en su sistema educativo la licenciatura en Responsabilidad Social, cuyo propósito es la formación de profesionistas capaces de establecer soluciones e implementarlas en las empresas para que estas inicien un proceso de mejora continua.

La universidad, que se fundó en 1964, es la primera institución de habla hispana que incursiona en esta asignatura como carrera profesional, en respuesta a los desafíos económicos, políticos, sociales y de medio ambiente que no solo enfrenta México sino todo el mundo.

Carlos Flores, director de Posgrado de la Facultad de Responsabilidad Social de la Universidad Anáhuac México, destacó que es una carrera que primero inició como diplomado, hace 15 años, posteriormente se impulsó como maestría y doctorado para luego integrarla a la universidad como licenciatura.

“La maestría lleva cerca de 22 generaciones, que cursaron la carrera de manera presencial y en línea. Aunque parezca un impacto pequeño, más de mil estudiantes del país lograron graduarse en la licenciatura, la cual hoy en día está en su quinta generación”, expresó.

Comentó que dentro de la Universidad Anáhuac como institución socialmente responsable realizan una serie de actividades con la participación de los estudiantes de la escuela. “En la universidad tenemos una misión, donde nos preocupamos por los demás, por la familia, por nuestro ambiente. Colocamos a la persona en el centro de nuestras acciones”.

El catedrático señaló que cerca de cuatro por ciento de las empresas establecidas en México son socialmente responsables. “Para lograr este objetivo es importante que todos prediquemos con el ejemplo, mostrar los resultados de los beneficios que genera, no solo en la parte económica sino también en el rubro social y de medio ambiente. Con esto la población comenzará a valorar esta necesidad y a demandar ese verdadero cambio.

“Son tendencias que tardan mucho porque es un cambio cultural, no es fácil. La responsabilidad social es un cambio en la forma de pensar, de actuar. Esta transformación es más sencilla en provincia porque la ciudadanía está más acostumbrada a valorar lo natural, se cuenta lo que hace una empresa, conoce su entorno, a diferencia de las grandes ciudades donde se pierde todo esto”, enfatizó. (Marlene Hernández).

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