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Sin producción y deudas, remesas son la esperanza

 

 

Las remesas se han quedado tan solas como sostén de la economía, que en Hacienda respiran tranquilos porque las deportaciones no llegarán este año a la temida cifra de un millón. Al ritmo actual, sólo será un cuarto de millón. O sea, habrá para pagar las becas.

Las estadísticas del Instituto Nacional de Migración indican que las repatriaciones llevan una media de 20 mil por mes, por lo cual no se llegará a la cuota prevista por la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem. Así estamos: contando deportados para sobrevivir.

“Nuestra principal entrada de dinero es lo que mandan los paisanos”, dijo la presidenta Claudia Sheinbaum, cuando negó la acusación de Kristi Noem, acerca de que ella había incentivado las protestas de los migrantes en AL, contra las deportaciones.

Quiere decir que, aunque el Congreso de EU imponga el anunciado 3.5 por ciento de impuesto a las remesas, los envíos de los paisanos bajarán apenas de los 60 mil millones de dólares. El año pasado, las remesas alcanzaron la cifra de 64 mil millones.

Al gobierno sólo le van quedando las remesas para sostener su política de gestión del país con base en los programas sociales. Por ejemplo, con Pemex no puede contar, porque está en quiebra: le debe a sus proveedores lo mismo que recibe del Presupuesto.

Pemex le debe a sus proveedores 405 mil millones de pesos, que es el equivalente a lo que el Congreso le destinó a la paraestatal en el Presupuesto de Egresos 2025. Además, le ha donado a Cuba 600 millones de dólares, según los registros de la propia empresa.

Tan a la baja va Pemex, tras el paso por su dirección de Octavio Romero (actual director del Infonavit), que encabeza la lista de empresas petroleras del mundo con mayor caída en la producción, según la Agencia Internacional de Energía.

Para cumplir con los programas sociales y hacer funcionar al país, el gobierno tampoco puede contar con la antaño determinante inversión de las empresas de EU, la cual cayó a más de la mitad, debido a la inseguridad jurídica que perciben los empresarios.

De acuerdo con la Secretaría de Economía, en el primer trimestre las empresas estadounidenses invirtieron apenas ocho mil 264.2 millones de dólares en el país, que es la menor cantidad registrada para un primer trimestre.

Lo llamativo es que, con las entradas de dinero tan menguadas, el gobierno sigue regalando dinero a su gente: dio este año al CNTE 3 mil 200 millones de pesos para calmar sus exigencias. Sin embargo, el paro de la CNTE tiene a un millón de niños sin clases.

Ese dinero sale de las remesas.

De ahí la esperanza: ¡Que no deporten un millón!

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