Revista Latitud 21

Tesoro submarino: desafíos en arrecifes de Quintana Roo

Una grave amenaza ambiental y económica va avanzando entre los arrecifes de Quintana Roo, por la mortandad de los corales.

En la antesala del aniversario número 45 de Quintana Roo y rumbo al 50 de Cancún, los principales destinos del Caribe mexicano enfrentan uno de sus más serios y recientes desafíos: más de 400 kilómetros de costa que forman parte del Sistema Arrecifal Mesoamericano están amenazados por diversos factores, lo que pone en riesgo a muchas especies y la economía de más de un millón de personas que viven del turismo.

De hecho, la cadena de beneficios económicos que dejan los arrecifes se calcula en 100 millones de pesos anuales.

Ante enfermedades como el síndrome blanco, que en tiempo récord está arrasando con grandes colonias de corales, diversos sectores lanzaron la voz de alarma, principalmente ambientalistas y autoridades del rubro, como el Parque Marino Costa Occidental de Isla Mujeres, Punta Cancún y Punta Nizuc, quienes piden sumar esfuerzos y regular las actividades en el Área Natural Protegida (ANP). Tan solo el año pasado la zona registró dos millones de visitantes y este año esa cifra quedará rebasada.

Algunos de los factores que dañan estos ecosistemas son la elevada temperatura del océano, la contaminación del agua y la falta de luz, como consecuencia de la presencia de sargazo, lo que genera estrés entre los corales.

Asociados Náuticos de Quintana Roo inició estudios sobre la calidad del agua en el área donde cada día llevan a miles de turistas para disfrutar de las bellezas que hay en el fondo del mar. Incluso, tienen proyectos para nuevos arrecifes artificiales, con el fin de disminuir la presión a los corales en el Parque Marino.

Precisamente un proyecto que este año cumple una década y que demostró ser una importante descarga para los arrecifes naturales es el Museo Subacuático de Arte (Musa), que nació con la idea de ser una fuente de conservación submarina y que, de paso, atrae a miles de turistas.

La catástrofe es innegable: casi 40% de corales que tardaron cientos de años en formarse, hoy no son más que esqueletos sin vida. En opinión de los expertos, es imperativo frenar las malas prácticas turísticas, la saturación de servicios, mejorar el tratamiento de aguas, detener la tala de manglares, dar soluciones reales a las mareas de sargazo y redoblar las tareas de conservación. Solo así se dará esperanza a este inmenso patrimonio submarino de relevancia ambiental y económica.

Un extraño enemigo

Situación del área protegida

Yadira Gómez Hernández
Parque Marino Occidental Isla Mujeres, Punta Cancún y Punta Nizuc
Directora

“A 23 años de su decreto como área protegida, el Parque Nacional Costa Occidental de Isla Mujeres, Punta Cancún y Punta Nizuc enfrenta grandes amenazas, que a la vez implican riesgos para la economía de la región pues gran parte de Cancún y de Isla Mujeres dependen de la salud de los corales”.

MÁS VISITAS Y MÁS AMENAZAS

“Si bien el número de visitas va en aumento, porque el parque está ubicado entre dos de los destinos con más afluencia en Quintana Roo, los recursos humanos y financieros están a la baja. Además, a la cifra oficial de quienes ingresan al área con brazaletes hay que sumar los miles de locales que llegan sin tours de buceo o esnórquel, y que representan presión al parque.

“Necesitamos quitarles un poco de carga, porque si esto cae se quedarían sin trabajo muchas personas. Ya no hay espacios para tantas embarcaciones ni marinas secas, así que amarran los botes en el mangle y eso también lo daña”.

ECONOMÍA EN RIESGO

“Gracias a los arrecifes, los corales y pastos marinos tenemos estas playas tan hermosas, por lo que viene muchísima gente durante todo el año. Por ejemplo, en Isla Mujeres todos viven del parque, de vender tours y prestar servicios para los visitantes. Si contabilizamos todos los que dependen de estas actividades implica muchos recursos.

“El parque también tiene presión con desarrollos residenciales que cuentan con marinas incluidas; también llegan muchas embarcaciones extranjeras y a veces se quedan o las dejan, y las hemos encontrado trabajando de manera ilegal.

“Nosotros como ANP solo damos autorizaciones para actividades turísticas recreativas en el parque, pero el problema es que como está tan abierto el espacio y contamos con poco personal no podemos verificar por dónde llegan y qué actividades realizan.

“Cancún, Cozumel e Isla Mujeres se benefician de los turistas que además de disfrutar las playas van a bucear y esnorquelear en los arrecifes. A la gente le gusta ver más peces que corales, pero sin estos no hay los primeros. Los ecosistemas de arrecifes de coral tienen tres componentes: coral, pastos y arena (playa). Nizuc y otras zonas ricas en pastos marinos y algas, donde caracoles y langostas pasan mucho tiempo, son blanco fácil para la pesca furtiva”.

CORALES AGUANTADORES… PERO CON DAÑOS

“Nuestros arrecifes son resistentes, aguantadores, están acostumbrados a que pasen las embarcaciones, que la calidad del agua no sea tan buena, que diario haya turistas, pero si las amenazas siguen incrementando el peligro aumenta. En el parque también han ocurrido accidentes causados por personas que no son expertas en las embarcaciones o que desconocen la zona. Cuando hay encallamientos el arrecife no se recupera por sí solo, se tiene que hacer forzosamente una intervención para que se pueda restaurar. Desde hace 10 años tenemos un vivero, trabajamos con varias instituciones, ya que los corales que están crecidos o estabilizados se siembran donde sabíamos que había esa especie para tratar de recuperar el ecosistema.

“La restauración es costosa, cada fragmento requiere hasta 20 dólares para crecerlo y luego a eso le sumamos la logística de llevarlos al fondo marino. Pero además es un proceso muy lento.

“Con enfermedades como el síndrome blanco los corales van para abajo, porque su entorno no les favorece. Si los corales entran en estrés expulsan el alga con la que están en simbiosis, que es la que los provee de alimento, y si eso pasa durante mucho tiempo pueden morir y solo nos quedamos con piedras”.

POCOS RECURSOS Y PERSONAL

“Tanto para las acciones de rehabilitación como para recorridos de vigilancia los recursos financieros y humanos son insuficientes. Afortunadamente hacemos alianzas con otras instituciones como Inapesca, pero nos quedamos cortos. Por ejemplo, para ir a cortar o sembrar un coral necesitamos mandar una embarcación, un capitán, personal experto en buceo, tanques y otros equipos. Las pruebas de laboratorio también son costosas.

“Antes había más recursos y personal, porque aquí se quedaba el cobro de derechos y se ocupaba en las actividades del parque, pero hace ocho años la Secretaría de Hacienda determinó quedarse con esto. Ahora no hacemos ninguna recaudación, operamos con el presupuesto que nos dosifican cada mes (600 mil pesos al año) y canjeamos los brazaletes que compran los náuticos, cuyo pago es vía transferencia o en banco. Ya dijo Hacienda que nos regresará ese recurso, pero no cuándo ni cuánto.

“En 2008 fue la última vez que nos proporcionaron vehículo. Entonces teníamos cuatro camionetas y cinco embarcaciones, pero de estas únicamente quedan dos y solo una de ellas puede salir a hacer actividades hasta Isla Mujeres, la otra no puede hacerlo porque es pequeña y solo puede funcionar para la laguna.

“Tener una embarcación es caro, pues para un recorrido necesitamos dos mil pesos de combustible y dar mantenimiento por lo menos una vez al año, lo cual cuesta 80 mil pesos”.

CIFRAS DEL PARQUE MARINO

Patrimonio natural

Parque Marino Occidental Isla Mujeres, Punta Cancún y Punta Nizuc en cifras:

MUSA, éxito y desafíos

Roberto Díaz Abraham
Museo Subacuático de Arte (Musa)
Presidente y cofundador

“Hay una realidad innegable: según la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), el año pasado se perdió 40% de corales por el síndrome blanco, que sigue avanzando de manera alarmante. Se habla de que en solo unas décadas se podría perder todo el Sistema Arrecifal Mesoamericano (el segundo más grande del mundo). Y la pregunta es: si eso ocurre, si se acaba el coral y se modifican las playas como consecuencia, ¿qué van a venir a ver los turistas? Hay una falta de visión de mediano y largo plazo por parte de toda la industria turística de cómo nos va a pegar a todos el día que no tengamos corales”.

MUSA: ÉXITO, PERO SE PUEDE HACER MÁS

“En una década el Musa ha tenido éxito en cuatro vertientes:

  1. Promoción: por ser una innovación impresionante en el campo turístico genera un interés a nivel internacional de muy alto impacto.
  2. Conservación: que es por lo que nace. Hemos logrado sacar a 40% de los visitantes que van a los arrecifes naturales, particularmente a los buzos primerizos, que son los más dañinos, pues agarran y patean los corales.
  3. Descarga: al haber sacado a todos esos visitantes, el beneficio a los corales naturales ha sido importante. Hay fotos de hasta 20 barcos simultáneamente en Punta Sam encima de las esculturas, catamaranes con 60 o 70 personas. Incluso algunos visitantes se han quejado que a veces hay mucha gente buceando o esnorqueleando. La mayoría de los turistas que recibe el museo son de Estados Unidos, es prácticamente la misma composición de gente que viene a Cancún, aunque cuando vienen a hacer reportajes de otros países repuntan los visitantes de esa nación, por la proyección que genera el medio.
  4. Vida: en lugares donde no había más que piedra y arena hay vida. Las esculturas al ser de un cemento amigable para el medio ambiente, a la semana de sumergirlas empiezan a llenarse de algas y atraer a muchos peces”.

FALTA DE RECURSOS

“Dejamos de recibir recursos de los náuticos -quienes hacen uso de la marca y llevan gente allá-, únicamente Solo Buceo y Best Day siguen aportando un dólar por visitante, que aunque es un buen detalle no es suficiente para continuar con la construcción de esculturas; tampoco hemos podido sumergir obras, a pesar de que ya tenemos listas como 60 (algunas expuestas en zona hotelera y otras en el taller en Bonfil).

“Es una maravilla internacional, tiene futuro, hemos seguido haciendo esculturas y como notamos que nuestra página tiene más de 20 mil visitantes al mes por la fama del Musa empezamos a ofrecer tours para que con la comisión que nos pagan sufraguemos los gastos mínimos.

“La última vez que sumergimos fue en 2018, porque aparte del costo de elaborarlas hay que fijarlas al suelo marino. Cada agujero para anclarlas cuesta tres mil pesos, sumergirlas nos lleva otros 40 mil o 50 mil pesos por lancha, colchones flotadores y grúas.

“Yo dejé de ser director desde febrero porque estaba generando una deuda, y como me estaba mudando de casa entonces traje el taller aquí (Bonfil) para dejar de pagar renta donde estábamos, así que estoy patrocinando esa parte. Aquí laboramos quienes creemos en el proyecto: el escultor cubano Elier Amado Gil, Lucio (quien heredó la técnica de Jason Decaires, el primer escultor que trabajó para el Musa), Julieta Anzaldo, María Herrera (curadora) y yo”.

FUTURO ESPERANZADOR

“Somos optimistas, el futuro es muy interesante porque hay interés de muchas personas en continuar algo que se ha hecho muy bien. Por ejemplo, en Brasil quieren replicarlo, pero aún están en trámites de crear su área natural protegida. Aquí en Quintana Roo el presidente municipal de Isla Mujeres, Juan Carrillo, ya mostró interés, quiere hacer una alianza estratégica para recuperar Punta Sur; podríamos exhibir primero unas esculturas y luego rotarlas con las que están sumergidas. Muchas veces lo primero que se necesita es voluntad política, luego el dinero, entonces ya empezamos bien. A futuro tendremos el problema del permiso, que no nos pertenece a nosotros sino a Conanp, porque ellos lo pagaron, y nos lo pueden transferir pero no tenemos dinero para darle seguimiento a las condicionantes (estudios). Está el interés y la voluntad, esperamos que se concrete lo más rápido posible. También está interesado en comprarnos una pieza que originalmente sería para Cancún (en la avenida Nader)”.


Conservación y arte

Turismo náutico: industria exitosa

Iván Ferrat
Asociados Náuticos de Quintana Roo
Presidente

“El problema del síndrome blanco de los corales nos está pegando fuerte, como en toda la cordillera arrecifal del Caribe, donde ya afectó 40%. Es grave y es un fenómeno nuevo -como el sargazo-, por tanta contaminación, cambio climático, calidad del agua, entre otras cosas. Tenemos un oceanólogo, Pablo Pantoja, quien asiste al comité para tratar en la Conanp las estrategias para enfrentar este problema que provoca que el arrecife vaya muriendo y luego se erosione”.

VIDA Y ECONOMÍA EN RIESGO

“Es preocupante porque los corales atraen vida a su alrededor –peces y algas-, y al morirse esas especies migran a otros lados, entonces cuando la gente vaya a bucear o esnorquelear no van a ver esa diversidad. Ese es el riesgo.

“Queremos impulsar una iniciativa para eliminar bloqueadores y bronceadores en las playas, porque generan una capa que impide el paso de los rayos solares. Y si a eso le sumamos la basura, las aguas negras y el sargazo, se va haciendo un caos. Entonces hay que ir quitando ese daño a los arrecifes, regulando cada problema para que esos corales se puedan recuperar”.

AFLUENCIA REGULAR

“A pesar de la disminución de visitantes registrada en los últimos meses, este verano tuvimos buena demanda en el servicio.

“Esta ligera baja es por varios factores, entre ellos el sargazo, pues la gente que llega a los hoteles cree que todo el mar está cubierto por el alga, pero nosotros salimos hacia donde está limpio, como el norte de Isla Mujeres.

“El propósito es que haya más inversiones e incentivos, nuevas marinas y tour operadores, pero somos realistas, ahorita no vendrán por el sargazo y otros factores que han afectado la imagen de nuestros destinos”.

PROYECTOS

“Con el comité de eventos rumbo a los 50 años de Cancún (2020) estamos planeando actividades para todo el año, como una regata, un torneo de pesca, exposición en el Boat Show de Miami. Todo el sector turístico queremos volver a posicionar la marca Cancún para quitar la mala imagen que se ha formado internacionalmente y detonar que venga más gente a este destino y a los demás del estado. También iremos a la Feria de Buceo a Orlando, en noviembre.

“Estamos haciendo un trámite ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para el uso no extractivo de ‘El Meco’, con el fin de obtener legalmente la responsabilidad del manejo de esa zona que está fuera del Área Natural Protegida. Eso nos obliga a realizar estudios para mantener la flora y fauna del área.

“También vamos a pedir una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) con el fin de hacer hundimientos que generen hábitats artificiales, de tal modo que hagamos una descarga real, que los visitantes en vez de ir al arrecife somero vayan a los artificiales, pues la gente llega y toca los corales, los agarra o incluso los corta. Creemos que este año se puede cerrar el trámite, hemos invertido 700 mil pesos en estudios, boyado y vigilancia, pero aún falta; son trámites lentos, sobre todo porque aquí no hay un delegado de la Semarnat, pero confiamos que a fin de año ya quede resuelto”.

Fotos: Cortesía

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