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Tiempos agitados

Vaya que Quintana Roo está viviendo unos días muy intensos; la ola de calor está pegando más fuerte que nunca, lo que ha traído intermitencias en el servicio de energía eléctrica, y con ello, un impacto negativo en el agua potable. Por supuesto, las familias afectadas reclaman, y con justa razón, porque para nadie es agradable estar sofocándose sin poder prender el ventilador o el aire acondicionado; peor aún, no tener cómo conservar alimentos y, lo básico, refrescarse con un rico baño de agua fría. Esto no es sólo cuestión de comodidad, es cuestión de salud, de higiene, es cuestión de dignidad… 

Ante este panorama, es preciso tomar medidas, y hacerlo ya, porque la realidad es que estas temperaturas irán aumentando año con año, por eso, es necesario que las autoridades valoren nuevamente la urgencia de fortalecer el impulso y la generación de otras fuentes de energía, más allá de la electricidad, urge avanzar hacia alternativas que diversifiquen el abastecimiento y, sobre todo, que contribuyan con el medio ambiente.

Por supuesto, la gente también debe hacer su parte; deben, debemos, todos, ayudar a que el consumo eléctrico y del agua sea menor, ser responsables en el hogar y en la oficina. Si no hacemos esto, nos estamos perjudicando entre nosotros mismos.

Por otro lado, pero hablando también de cosas candentes, el asunto de seguridad en la entidad, con hechos violentos sin cesar, con delitos de bajo y alto impacto cada día, con muchas investigaciones sin resolver, derivó en cambios que, siendo sinceros, ya urgían desde hacía mucho. Esperemos que los ajustes en Seguridad Ciudadana y en la Fiscalía General del Estado realmente contribuyan a mejorar la paz y la tranquilidad, porque eso es lo más importante que reclaman los habitantes. Si no hay paz, si no hay tranquilidad, si la gente se siente insegura cada que sale rumbo a la escuela, al trabajo o a divertirse; o, peor aún, si se siente insegura incluso sin salir de casa, entonces no puede haber paz, no puede haber bienestar, de lo que tanto cacarean las autoridades.

Esperemos que estos sean temas que vayan teniendo como prioridad quienes aspiren a cargos de elección popular próximamente, y sobre todo, que más que propuestas retóricas de verdad tengan planes, estrategias y proyectos que traigan resultados. 

Por lo pronto, a nivel nacional, desgraciadamente, se ve pura demagogia. No se ve en el horizonte que los precandidatos, de ningún partido y alianza, ofrezcan un nuevo rumbo, ofrezcan certeza y confianza de que harán un buen ejercicio público. Esperemos, por el bien de todos, que los perfiles mejoren. 

Nelly García
  • Carta de la Editora
  • ngarcia@latitud21.com.mx
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