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Total: mañana se alían con Abbott

 

 

No hay coincidencias sobre quién acuñó la frase “la política hace extraños compañeros de cama”. Unos la atribuyen al político de derecha español Manuel Fraga; otros, al ex primer ministro inglés Winston Churchill.

El presidente de México dijo que hace alianzas con quien le convenga. Por eso se alió a Trump, desde 2016, siendo él todavía candidato. Y, si se reelige a través de Sheinbaum, se aliará, si lo necesita, con el hoy “monstruoso” gobernador de Texas.

“Todas las alianzas son buenas, siempre que cumplan un objetivo”, justificó en su conferencia hace unos días. Y, en 2016, criticó las condenas de Fox y Calderón al antimexicanismo de Trump: “Fox y Calderón son corruptos. Con Trump buscaremos acuerdos”.

Y, ya como presidente, hizo todos los acuerdos posibles con Trump, quien le agradeció: “Este presidente socialista de México es un gran caballero: me colocó 28 mil soldados mexicanos en la frontera; mientras yo construía el muro”.

Aunque se sabía, eh, que si con alguien podía acordar era justamente con Trump, porque son iguales. Trump no asistió al debate republicano en 2016; y el actual presidente mexicano tampoco asistió a un debate presidencial aquí en 2006.

Cuando Trump perdió la primaria de Carolina del Sur acusó “fraude”; igual hizo cuando perdió la elección presidencial pasada. El actual mandatario mexicano acusó “fraude” cuando perdió todas las elecciones que perdió en su carrera política: todas, todas.

Quien mejor ha descrito a tipos así, es el senador Marco Rubio cuando se refirió a Trump en la precampaña de 2016: “Si Trump no hubiera heredado 200 millones de dólares, estaría vendiendo relojes pirata en las calles de Manhattan”.

Hoy, el presidente, su partido y su periódico La Jornada (también los otros, pero a La Jornada sí la respeta), ven al gobernador Gregg Abbott como la bestia que veían en Trump en 2015. Pero mañana pueden convertir a la bestia en la bella de la historia.

Y, si acá no se hubiera adueñado de la burocracia partidista de la izquierda, estaría en oficinas del PRI, como aquellas donde tejió alianzas personales que, a fin de cuentas, hablan bien de él, porque no abandona a sus amigos, como a Ignacio Ovalle.

Sin embargo, el presidente mexicano es nuestro político más exitoso de los últimos años, porque teje las alianzas que necesite para ganar lecciones, debilitar adversarios, mantenerse en el poder, quitarse presión de Estados Unidos… lo que sea.

Eso deberían aprenderle en la oposición, donde por ejemplo, el perredista Silvano Aureoles abandonó el Frente Amplio por México, porque ay, ay, ay, le dijeron que Xóchitl Gálvez habló mal de él. Vamos: ni que esto fuera escuela de monaguillos.

No hay coincidencias sobre quién acuñó la frase “la política hace extraños compañeros de cama”. Unos la atribuyen al político de derecha español Manuel Fraga; otros, al ex primer ministro inglés Winston Churchill.

Pero, sin llevarla a la práctica, no se gana en política.

Rubén Cortés
  • Canela fina
  • Periodista y escritor
  • Twitter @Ruben_Cortes
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