Ante la llegada de grandes cantidades de sargazo a las costas del caribe mexicano, las autoridades ya implementan algunas estrategias para recolectar las algas antes de que lleguen a las playas.
La primera acción contra el sargazo es detectar con aeronaves y drones las manchas en el mar, una vez localizadas, se envían barcos recolectores como los que operan en Puerto Morelos, en Quintana Roo, y que utilizan bandas transportadoras para levantar las algas.
«Es una embarcación con diseño naval que recolecta de 15 a 20 toneladas por hora con banda anfibia, trabaja de 8 a 10 horas al día y puede navegar en la noche”, explicó Dagoberto Ruiz, director de la empresa Grupo Dakatzo, que diseñó los barcos y barreras para contener el sargazo.
Las bandas transportadoras envían el sargazo a bolsas con capacidad de 400 kilos, las bolsas son llevadas a tierra y de ahí a un camión.
«Llenamos hasta 1 tonelada y hacemos cargamentos de 6.5 camiones a veces al día”, dijo Rodrigo Godínez, recolector de sargazo.
La segunda línea de defensa es la instalación de casi 2 kilómetros de barreras anti-sargazo para evitar que el alga llegue a la playa.
Estas se instalan sobre el nivel del mar, se extienden hacia abajo hasta 65 centímetros y se aseguran al subsuelo. El diseño de las mallas evita que especies marinas queden atrapadas.
«Lo que funciona es un binomio, barreras-barcos recolectores, no dejar que la barrera se sature de sargazo, tener un barquito que diario esté cosechando”, explicó Esteban Amaro, director de la Red de Monitoreo de Sargazo de Cancún.
Investigadores señalan que las barreras sí funcionan, pero enfrentan un problema.
«Tenemos un ecosistema de 400 kilómetros de costa, no se pueden poner 400 kilómetros de barreras, a aislación de barreras es muy costoso, más por el anclaje que es muy complicado”, señaló Brigitta Ine Van Tussenbroek, investigadora de la unidad académica de la unidad de sistemas arrecifales de la UNAM.