Concluyó de manera satisfactoria el proceso electoral en México, el cual arrojó resultados interesantes: una participación alta para ser una elección intermedia; la creación de un bloque opositor y por ende contrapesos que le obligarán al Ejecutivo a negociar con el Congreso; la llegada histórica de mujeres al cargo de gobernadoras y alcaldesas; el avance importante de Morena en 11 de 15 gubernaturas; la derrota estrepitosa del PRI -perdiendo 8 gubernaturas-, quienes gobernarán en 4 y muy posiblemente llegarán a 2024 con ninguna; y en lo que a nuestro sector respecta, el triunfo de Morena en los principales centros turísticos del país.
Morena logró triunfos a nivel gobernador y alcaldías, así como un número importante de diputaciones federales en distritos con vocación turística. El partido del presidente Obrador gobernará en Cancún, Cozumel, Los Cabos, Acapulco, Mazatlán, Ensenada, San Miguel de Allende e Ixtapa Zihuatanejo, por mencionar algunos. Al Congreso llegarán políticos que conocen bien al sector, ya que vienen de ser alcaldes, secretarios estatales del ramo, diputados locales o empresarios. Este antecedente es relevante y positivo, el secreto ahora radica en lograr los consensos necesarios para colocar el turismo como prioridad en la agenda de Palacio Nacional, que hoy no parece ser el caso; es más, se habla que en los próximos cambios en el gabinete está la idea de eliminar la Sectur y convertirla en una subsecretaría en Economía.
La llegada de una camada de funcionarios con experiencia en la materia, la presión de reactivar las economías turísticas a nivel local en un ambiente adverso postcovid y el interés de las diversas bancadas en el Congreso de legislar en la materia, abren una excelente oportunidad para consolidar una agenda nacional turística que ya existe. Esta agenda impulsada por el Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET), la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago, las asociaciones de municipios, entre otros, no ha encontrado eco en las áreas claves del gobierno federal.
La nueva arquitectura turística de toma de decisión postelección también tendrá que lidiar con una agenda internacional robusta y demandante. Hay interés y en algunos casos preocupación de parte de compañías multinacionales -navieras, líneas aéreas, marcas hoteleras, OTAs – que invierten en México. Les preocupa que los nuevos funcionarios asuman posiciones radicales que afecten sus negocios. Hay, por ejemplo, enorme preocupación por la próxima reforma fiscal y cómo habrá de impactarles al hacer negocios en nuestro país. Está también la parte laboral, principalmente las implicaciones de la nueva ley de outsourcing. Hay mucha inquietud por la escasa promoción en materia turística, la inseguridad y la baja en la calificación aérea.
Estamos pues ante una coyuntura interesante; soy de los que creen que hay una enorme oportunidad de cambiar el rumbo del sector con los nuevos actores políticos que elegimos el 6 de junio. Estoy claro que parte de ellos provienen de Quintana Roo y ojalá asuman posiciones relevantes que nos permitan seguir consolidándonos como los líderes en la materia.
- Reporte Washington
- CEO de Global Nexus
- Analista y Consultor Internacional
- X:@rubenolmosr