El director general de La Tasa, Diego Paillés, destacó que en México, el 51% de las personas que ahorran formalmente, son mujeres; mientras que siete de cada 10 inversionistas son hombres.
Aunque guardar dinero en una institución es un buen paso para llevar unas finanzas sanas, es una medida ineficaz ante el incremento de precios, por lo que es importante buscar formas de impulsar el bienestar económico a través de la inversión señaló el directivo de la plataforma digital.
Explicó que entre los motivos por los cuales las personas no están interesadas en invertir es, en gran medida, por los prejuicios que se tienen sobre esta clase de productos, pues se les ve como algo sumamente difícil de entender, de muy alto riesgo o que es exclusivamente para gente con mucho dinero.
En ese sentido, refirió, son situaciones que se pueden desmentir con una mejor educación financiera.
Respecto al tema de las mujeres, agregó que ellas son cuentahabientes responsables y constantes, saben ajustarse a un plan y desarrollan proyectos a largo plazo, “características que las volverían excelentes inversionistas”.
Sin embargo, dijo, el hecho de que prefieran productos con mucha liquidez y poco riesgo, puede desmotivar su participación en otros instrumentos financieros.
Por otra parte, el experto en finanzas precisó en un comunicado que el mercado de la tecnología financiera (Fintech) está impulsando la bancarización en poblaciones que no tenían acceso, pues al llevar gran parte de la operación en línea se facilita el proceso de adquisición y deja de ser indispensable contar con una sucursal para acceder a plataformas digitales de inversión.
Resaltó que si bien, el 78% de los inversionistas de la plataforma son hombres, confía en que la participación femenina se impulse como consecuencia de que ellas ya adquirieron una cuenta de ahorro en alguna institución y el hecho de que están más familiarizadas con el lenguaje y las prácticas financieras.
Asimismo, anotó, aunque la participación del público femenino va en crecimiento, lo relevante es que su edad promedio ronda los 30 años, mientras que la de los inversionistas masculinos es de 35.
Por último, indicó: “algo que nos motiva es lograr que las personas impulsen su bienestar económico para que puedan alcanzar sus metas financieras”.
Fuente: Forbes