Esta generación de trotamundos incorregibles mantiene costumbres y actitudes muy favorables para el desarrollo del sector turístico. Constituyen una influencia positiva y constructiva. La OMT y la World Youth Student and Education (WYSE) Travel Confederation encontraron que el mercado de los jóvenes viajeros es más resistente a los problemas globales, como las crisis económicas, conflictos políticos o epidemias, acontecimientos que, a diferencia de lo que sucedía con generaciones anteriores, no los disuadirían de llevar a cabo los viajes planeados.
Cuando hablo de su influencia positiva me refiero a que estos jóvenes gastan alrededor del 60% de su presupuesto en el destino, por lo que sus efectos son visibles y notables en la economía a nivel local.
Otro aspecto interesante y que entiendo como beneficios colaterales derivados de este tipo de turista es, por ejemplo, el hecho de que los jóvenes que radican temporalmente en otro país animan a otros a visitarlos.
Pero hay otros hábitos que conviene destacar de esta generación “global y tecnológica”. El hecho de que un 43% de los viajeros millennials use su teléfono cada cinco minutos o que el 32% busque convivir con el mayor número de nacionalidades posibles durante su viaje o, no menos importante, esa tendencia marcada a conocer y experimentar la vida cotidiana del lugar que visitan, con énfasis en la gastronomía y otras costumbres locales.
De acuerdo al Amadeus Big Data Report, los millennials consultan aproximadamente 10 fuentes on line antes de comprar. El 75% de los usuarios tiene cuentas en redes sociales, 83% duerme con el teléfono inteligente al lado de su cama, 84% dice que el contenido generado por otros usuarios influye en sus decisiones de viaje y el 57% actualiza su estado en redes sociales cada día mientras viajan.
Hace apenas unos años los ojos de la industria turística estaban puestos en la generación de los Baby boomers, pues representaban una oportunidad para la industria al ser personas que llegaban a su edad de retiro y con ello tenían más tiempo y dinero para dedicarlo a viajar. No obstante, surgen ahora los millennials, generación que puede volverse igual o más importante para el turismo que los Baby boomers.
Los millennials están expuestos a estrategias personalizadas de marketing más que ninguna otra generación en la historia. Y para ello se toman en cuenta ciertas particularidades de su estilo de vida, como el hecho de que comparten las fotos de sus viajes en las redes sociales de manera inmediata, conectándose el 80% de ellos a diario a las redes sociales. Casi la mitad de los millennials coincide en que las opiniones de boca en boca son de mayor influencia que los anuncios de la televisión, y el 75% utiliza aplicaciones de viaje en comparación a un 47% de no-millennials. Su importancia queda clara al observar que se espera que 2017 sea el año de mayor gasto de los millennials.
Varios hoteles desarrollan productos turísticos específicamente para responder a sus gustos y necesidades de manera congruente con sus hábitos de conducta. Veamos algunos casos a que se refiere el estudio de Hosteltur.com.
Room Mate Hotels. Creó el Room Service Club en el que sus establecimientos en España ponen a disposición de los clientes habitaciones por hora, equipadas con Smart TV. Cuentan con servicio Wifi in the city, con el que los clientes pueden disfrutar de WiFi gratuito de alta velocidad en todo el país utilizando un router inalámbrico conectado a su dispositivo.
El hotel Barceló Floriana Village, en Italia, lanzó el programa Energy Summer, en el que 30 animadores mantienen activos a los jóvenes con actividades que incluyen deportes náuticos, fiestas de alberca, etcétera. También cuenta con una aplicación gratuita para que los clientes alojados puedan comunicarse entre ellos y organizar encuentros y eventos.
Palladium Hotel Group utiliza tecnología de reconocimiento de huella para ofrecer a los huéspedes la opción de compartir contenidos solo con su huella. También usa la tecnología para organizar daytime parties y hacer partícipes a los clientes como Dj.
Meliá Hotels & Resorts, en Mallorca, tiene la primer Tweet Experience Hotel del mundo. Con el #SocialWave facilita la interacción entre clientes y aficionados a las redes sociales. Incluso cuenta con un servicio de “concierge on Twitter”, que atiende solicitudes de los huéspedes en dicha red.
Los hostales (albergues) también se adaptan a las necesidades de los millennials. El servicio de WiFi, por ejemplo, ya es imprescindible. La curiosidad y creatividad de los millennials puso de moda a los hostales boutique, con el concepto de alojamiento barato, pero chic.
El modelo The Hostel Box de la empresa VelboxHotel, en Barcelona, cuenta con el concepto de hostales cápsula, que dan privacidad a los huéspedes, mantienen bajo costo y cuentan con agradables espacios comunes para socializar. El concepto es el de un hostal “de lujo”.
Una característica común de los millennials es que son consumidores dispuestos a experimentar nuevas tecnologías. Por lo mismo, los hoteles desarrollan diferentes plataformas digitales, por ejemplo plataformas de check-in desde dispositivos móviles, los cuales pueden llegar a usarse como la llave de la habitación.
En fin, cambios que modificarán la forma de hacer turismo para siempre debido a esta generación, que bien podría llamarse la generación del milenio.