Con la implementación de programas de apoyo a la comunidad y de educación ambiental, Aguakan obtiene por segunda vez la certificación como ESR
Cada día son más las empresas en nuestro entorno que se preocupan -además de ofrecer sus bienes y servicios de la mejor manera para allegarse una mayor clientela- por el tema de la responsabilidad social, lo que tiene que ver con las acciones en favor de su propio personal y de la comunidad que los rodea.
Tal es el caso de la concesionaria de agua potable Aguakan, que por segundo año consecutivo fue reconocida con el distintivo de Empresa Socialmente Responsable (ESR) y van por nuevos objetivos en ese rubro.
Lourdes Salgado, coordinadora de Comunicación y Relaciones con la Comunidad de Aguakan, destacó la importancia de este distintivo, uno de los más codiciados en Latinoamérica, mismo que se enfoca en demostrar el cumplimiento de las empresas en tres rubros fundamentales: social, ambiental y económico.
Explicó que para ser calificada como ESR se evalúan cinco puntos: calidad de vida al interior de la organización, cuidado y preservación del medio ambiente, ética empresarial, vinculación con la comunidad y gestión de la responsabilidad social, que engloba los anteriores.
En ese sentido, durante el último año Aguakan tuvo logros en tres ámbitos principales. En lo que se refiere a vinculación con la comunidad se enfocaron al cuidado ambiental y cultura del agua, a través de pláticas en escuelas.
Además de que implementó un programa especial para adultos a quienes visitaron en sus lugares de trabajo para llevar mensajes relacionados al manejo del agua; con estos programas tuvieron un alcance de más de 27 mil personas en 2018.
“Además de esto tenemos otras actividades y proyectos que si bien se salen un poco de nuestro giro -dotar del servicio de agua, alcantarillado y tratamiento de aguas residuales- están encaminadas a cuidar y preservar el medio ambiente con acciones como educación ambiental; también incidimos en otros temas que tienen que ver con salud”.
En dicho rubro detalló que cada año se realiza una campaña de detección oportuna de cáncer de mama y cáncer de próstata, la cual va más allá del tema de la concientización, ya que pagan estudios médicos a gente de escasos recursos. Estos estudios tienen un costo de entre cuatro mil y cinco mil pesos cada uno; en el último año beneficiaron a más de 300 pacientes.
Sobre el tema de educación, Salgado destacó que en los últimos tres años han trabajado de la mano con Fundación Ciudad de la Alegría para otorgar becas a niños de escasos recursos a fin de que tengan acceso a una educación de calidad.
A través de este programa se becó a un grupo completo de 30 estudiantes, a quienes dotaron de todo el material que necesitan, además del pago de la colegiatura.
En lo que tiene que ver con apoyos a la comunidad, otras acciones están dirigidas a la atención a clientes que tienen problemas económicos, jubilados y pensionados en situación precaria.
“Tenemos múltiples opciones para apoyarlos, contamos con un programa definido, hay una base de datos segmentada por nivel socioeconómico para ofrecer las mejores opciones de acuerdo con las necesidades de cada cliente.
«Con esto y con un programa que hicimos el año pasado que se llama ‘No más fugas’, dirigido a quienes se les disparaba el consumo por tener fugas en casa, se les promediaba su consumo habitual, no se les cobraba el agua desperdiciada y se les notificaba para hacer la reparación sin costo”.
Con el programa de apoyos a personas en situación difícil se benefició en 2018 a más de seis mil clientes y con el de descuentos a más de 25 mil.