- Se anillaron 595 polluelos en Ría Lagartos con la participación de más de 150 voluntarios y aliados; 61 polluelos más que en el 2011 cuando se anillaron 534.
- El anillamiento permite obtener información de gran relevancia para los estudios científicos de la especie.
La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), en coordinación con organizaciones de la sociedad civil como la Fundación Pedro y Elena realizaron el anillamiento de 595 flamencos rosados del Caribe (Phoenicopteus ruber), en la Reserva de la Biosfera Ría Lagartos, en Yucatán, bellas aves de finas líneas, pero dotadas de gran fortaleza para subsistir. Esta cifra rompe récord al superar los 534 anillamientos realizados en el 2011.
Sobre las aguas someras de Ría Lagartos, en el extremo norte de la Península de Yucatán, se encuentra la colonia de anidamiento más grande e importante del flamenco rosado con alrededor de 70 mil individuos distribuidos, según la temporada del año, en Ría Lagartos, el Área de Protección de Flora y Fauna Yum Balam y las Reservas de Biosfera de Celestún y Los Petenes, principalmente.
Este año se contabilizaron poco más de 15 mil nidos, de los cuales 13 mil lograron eclosionar.
Una población sana de flamencos indica que los ecosistemas de manglar se encuentran en buen estado. Los manglares son ecosistemas ricos en biodiversidad, hogar de cocodrilos, jaguares, más de 395 especies de aves residentes y migratorias, así como peces.
El anillamiento es un procedimiento que permite obtener información sobre la biología de la especie para detonar acciones para su conservación.
Bajo la supervisión del grupo de expertos de la CONANP participan decenas de voluntarios, entre guardaparques, científicos y pobladores de las comunidades locales, quienes son capacitados previamente. Este año participaron más de 150 personas, de los cuales hay técnicos y especialistas además de médicos veterinarios.
Asimismo, se cuenta con la asesoría técnica y apoyo de becarios de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), la iniciativa privada como la Fundación BEPENSA A.C. la Industria Salinera de Yucatán S.A. (ISYSA) y la empresa Africam Safari parte fundamental en este importante proceso para la conservación del flamenco y su hábitat.
Para el anillamiento de los flamencos, se requiere que los polluelos tengan una edad de entre 75 y 80 días de nacidos. La fecha ideal para anillarlos son los últimos 10 días del mes de agosto.
El anillamiento empieza antes del amanecer. Un grupo de especialistas los pesa y mide. Posteriormente a cada una se le ponen dos anillos, uno metálico y otro plástico que portarán toda la vida.
El anillo de plástico tiene una serie de 4 letras que es el código alfanumérico de identificación del ave, como las placas de un automóvil, el metálico lleva los datos de contacto de la Fundación, teléfono y página web a la que se puede reportar cuando se encuentra el cuerpo un ave muerta.
Además a algunos se les toman muestras de sangre y plumas para determinar estados de salud de la población.
En esta tarea, la organización civil Fundación Pedro y Elena Hernández, A. C. participa activamente desde 1999 a través del estudio, gestión gubernamental y comunitaria y acciones para la conservación de esta especie.
La participación de los pobladores locales es fundamental, por lo que la CONANP en coordinación con esta organización buscará orientar a las comunidades en acciones encaminadas a la conservación del flamenco y sus lagunas costeras. Para ello, han integrado a un grupo de mujeres de la comunidad de las Coloradas en Ría Lagartos en el proceso de capacitación para el monitoreo de la especie.
El flamenco rosado del Caribe es una de las seis especies que existen en el mundo. Llega a vivir de 25 a 30 años en forma silvestre y 50 en cautiverio. Pesa entre 2.2 y 2.8 kg, tiene una altura de entre 120 y 140 cms. y una envergadura de 150 cms.
Habita en México, Bahamas, Haití, Colombia, Venezuela y las Antillas Holandesas. Ponen un solo huevo al año que eclosiona de 28 a 30 días. Para su adecuado desarrollo, requiere de aguas bajas y arroyos de agua dulce.
El color rosado de su plumaje se debe a la ingesta de pequeños crustáceos llamadas artemias, alimento preferido de los flamencos, los cuales concentran altas cantidades de carotenos.