A través del reciclaje, Sandvik Coromant colabora económicamente con la Fundación Markoptic que desarrolla y dona prótesis para extremidades superiores.
En el mundo existe un problema por la falta de prácticas de reciclaje entre la sociedad y en la empresas. El programa de reciclaje de Sandvik Coromant tiene muchos años tratando de contribuir a impulsar el reciclaje y en el proceso ayudar a construir prótesis.
Por cada kilo de material que recicla (carburo de tungsteno), del cual incluso paga para recogerlo, la empresa colabora con una donación para la Fundación Markoptic, especialista en el desarrollo y donación de prótesis para extremidades superiores.
La fundación surge de la iniciativa de nuestro fundador Manuel Gallardo Inzunza, quien, al perder la vista por el padecimiento de Glaucoma busca apoyar a la sociedad mediante el desarrollo y donación de dispositivos médico-tecnológicos.
“Hay muchas compañías que hacen una gran labor en el reciclaje y con las cuales nosotros trabajamos conjuntamente para comprarles materiales usados para reciclar y llevarlos a nuestras plantas de fabricación para volverlo a utilizar. Además de colaborar con Markoptic”, destacó Ester Codina, managing director de Sandvik Coromant México.
El programa de reciclaje de la compañía se enfoca en lo medioambiental y en contribuir con la sociedad.
“Como parte de sus objetivos, de su estrategia Sandvik Coromant México luchamos por ser una empresa con el mínimo de emisiones y con el máximo de aporte de vuelta a la sociedad”, destacó Codina.
El objetivo a mediano plazo para Sandvik Coromant es asociarse con más fundaciones y trabajar con más iniciativas desde el punto de vista de la sustentabilidad.
El reciclaje en México
En 2006 Ester Codina viajó a Suecia y estuvo viviendo durante seis años y desde que llegó se dio cuenta que ahí reciclaban todo.
Actualmente menos del 1% de la basura doméstica de Suecia termina en vertederos gracias a su sistema llamado “de desecho a energía” que transforma la basura en energía para el país (centros WTE).
“Teníamos muchísimas facilidades para poder reciclar desde el punto de vista de la comunidad y para mí fue muy difícil regresar a México y no saber siquiera donde depositar una botella de plástico”, destacó Codina.
Para la managing director de Sandvik Coromant México el problema quizá radica que en el país hay otros temas de mayor importancia que el reciclaje.
“Esto puede mejorar con los años, pero ahorita hay otras prioridades a nivel infraestructura, de desarrollo humano, etc”, destacó la directiva.
Aunque existen noticias que muestran que el panorama está cambiando en el país ya que a finales de febrero, diputados locales del Congreso de Cancún aprobaron la iniciativa para reformar el Reglamento para la Prevención y Gestión Integral de Residuos Sólidos del municipio de Benito Juárez, Quintana Roo, este prohíbe a los establecimientos comerciales el uso de bolsas de plástico y la entrega al consumidor de envases poliestireno expandido, popote, cucharas y vasos.
Los cabildantes han sugerido alternativas a las industrias y comercios, respondió que han estado desarrollando campañas de concientización y que incluso tienen un padrón de proveedores de materiales alternativos que le han hecho llegar a la Canirac (Cámara de restaurantes y alimentos condimentados) para envasar comida.