Como cada año, algunos de los espacios de las playas de Cancún y otros destinos del Caribe Mexicano se transformaron en un santuario natural, donde los huevos de las tortugas recolectados encuentran un lugar protegido y seguro en el ecosistema para poder incubar.
Durante más de una década, en las semanas de mayo a septiembre, varios hoteles de lujo han participado en la protección de tortugas marinas, gracias a voluntarios que están certificados por el gobierno local.
Los voluntarios son entrenados para recolectar y trasladar los huevos cuidadosamente a los nidos artificiales y proteger y monitorearlos en el “campo tortuguero” hasta que eclosionan y comienzan su viaje al mar.
Por supuesto, huéspedes de todas las edades que vacacionan en los resorts son invitados a participar en el programa, para presenciar el proceso de anidación y ayudar a liberar a las crías de los quelonios.