Para mí, la libertad es primero, el fin primordial y, segundo, el medio principal del “desarrollo sustentable”. En este sentido, por ejemplo, el PIB (Producto Interno Bruto) de un país no es el fin último de sus políticas económicas, sino un medio de enorme importancia para el fin último del hombre que es la libertad. Uno conlleva al otro, pero se diferencian en valor. El papel de la libertad está directamente relacionado con la importancia de las libertades fundamentales que ennoblecen la vida de la persona, en su evolución de bestia a humano.
No existe verdadera libertad en el hombre cuando hay desnutrición, insalubridad, mortalidad prematura; ni cuando por ignorancia se es incapaz de escribir, leer y calcular.
Hablar de la libertad como concepto genérico nos llevaría a terrenos de difícil acceso. Por eso, trataremos de las libertades instrumentales que nos permiten sentar bases a lo que definiremos como el “espíritu de la libertad». Para eso, analizaremos:
1. Las libertades políticas
2. Los servicios económicos
3. Las oportunidades sociales
4. Las garantías de transparencia
5. La seguridad protectora
Estos elementos integrados o conectados entre sí forman el tejido instrumental en el que se sustenta la libertad individual.
1.- Las libertades políticas. Incluyen los derechos humanos ya definidos en la carta correspondiente de la ONU. Se concretan en el derecho y obligación que tienen los individuos de decidir quién los debe gobernar y con qué principios, y abarcan la posibilidad de investigar, criticar, y poder defenderse de la autoridad, con libertad de expresión y sin censura de prensa. En las diferentes experiencias de la humanidad, estos valores se encuentran definidos en las democracias.
2. Los servicios económicos. Se concretan en la oportunidad de los individuos de utilizar los recursos económicos en producir, distribuir, realizar intercambios y consumir. Esta capacidad u oportunidad varía de un individuo a otro e influye en los precios relativos, el funcionamiento y estabilidad de los mercados y las políticas fiscales y gubernamentales. Es claro que mientras mayor sea el PIB de un país, mayor será la oportunidad de los individuos. De la misma manera afecta la disponibilidad del dinero a través del crédito y del ahorro interno y personal.
3. Las oportunidades sociales. Cada familia y cada individuo posee su «patrimonio social», que está constituido por sus oportunidades de estudio, de cuidar su salud, de relacionarse comercialmente, etc., este patrimonio influye en mayor o menor grado en cada persona y se puede ver afectado por los factores políticos del país. El analfabetismo y la ignorancia son factores sumamente contrarios a este patrimonio, así como la falta de libertad de expresión.
4. Las garantías de transparencia. Esto significa el derecho del individuo a la información veraz. Cuando por ejemplo un gobierno o partido político promete una postura económica u honradez en el manejo de los fondos públicos y no lo cumple, atenta contra la libertad de los ciudadanos, y si oculta y coacciona para no revelar la verdad, atenta contra la justicia que es instrumento de libertad.
5. La seguridad protectora. Ésta se manifiesta en dos sentidos englobados en el estado de derecho: a) la seguridad e integridad física de los ciudadanos, para lo cual se tiene que crear una red protectora de ese derecho, y b) acceso a la educación y a la salud, como derechos inalienables de la libertad.
En este último factor es donde más claramente se establece la relación entre ecología, espiritualidad y libertad. Todos los factores influyen en el concepto de desarrollo sustentable, pero la realidad actual demuestra que sólo en los países democráticos y con libertades y derechos se están llevando a cabo acciones concretas en favor del medio ambiente, aunque son también las naciones más desarrolladas industrialmente las que más contaminan la biosfera. Existe una prueba latente y lacerante de cómo se relacionan las libertades con la ecología y se dio en la antigua URSS cuando, al abrirse al mundo, se hizo público algo que se sabía y fue el precio ecológico que el país pagó por su desarrollo.
Ahora bien, es obvio que libertad es un concepto filosófico y, como tal, perteneciente al caudal del espíritu humano. La libertad es un derecho inherente al espíritu; sin libertad, el espíritu no se desarrolla, no evoluciona ni se realiza. Eso hace que este capítulo sea uno de los más importantes, pues toca el fundamento y en última instancia el sentido de la humanidad, el imperativo ético, que nos exige respetar el derecho de los demás y define nuestras obligaciones. Cuando hablamos de ecología, no sólo hablamos de nuestros derechos, sino de los de nuestros hijos y del género humano en conjunto. Si, como hemos visto, ecología y libertad se interrelacionan, una depende de la otra, entonces al degradar el medio ambiente se limita o quizá se pueda llegar al grado de suprimir la capacidad humana de autorrealización en libertad, que es lo que le da sentido a la vida humana. Ahora, si nos damos cuenta de que al contaminar y depredar estamos afectando no sólo el presente, a nosotros mismos, sino también al futuro, cobraremos conciencia de que las generaciones que nos siguen comenzarán con menos medios naturales disponibles que nosotros, aunque con más tecnología.
De esta forma, al plantear la libertad como un fin del hombre y del desarrollo, estamos estableciendo una congruencia con toda la corriente humanística de la evolución humana y dándole a la relación espíritu-libertad-ecología la importancia que le nuestras vidas diarias.
Notas al margen
Libertad: Facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos.
Facultad que se disfruta en las naciones bien gobernadas, de hacer y decir cuando no se oponga a las leyes, ni en las buenas costumbres.
Las cuatro libertades: religiosa, económica, política, de palabra y prensa.
Libertinaje: Desenfrenada contravención a las leyes y a las buenas costumbres.
Degradar: Humillar, rebajar, envilecer.