Víctima de una enfermedad que se le complicó, a pesar de que era atendido, murió ayer en la Ciudad de México el empresario Germán Orozco Sarro.
El empresario era presidente del grupo Aquaworld-Ultramar, dedicado a la prestación de servicios náuticos de turismo recreativo en Cancún y el cruce marítimo de pasajeros de Cancún a Isla Mujeres y de Playa del Carmen a Cozumel.
Fiel a su carácter emprendedor, creativo y arriesgado, en los últimos años tenía dos proyectos que ya no pudo cristalizar: los acuataxis en Cancún y Cozumel, pues su idea era modernizar la movilidad en ambos destinos.
Legado de lucha
Sus inicios como empresario en Cancún datan de la década de 1980, cuando llegó y adquirió cuatro lanchas con las que inició un negocio de excursiones a Punta Nizuc para practicar esnórquel.
Poco a poco Jungle Tour fue creciendo, junto con este polo turístico; adquirió más equipo para ofrecer otros servicios, como waverunners y skyrider (parachute), así como un minisubmarino.
En su momento, también adquirió el Cancún Queen, un barco tipo Nueva Orleans, en el que ofrecía cenas y música, así como escenario para bodas y otros eventos.
Así surgió Aqua World, que no tardó en llegar a Cozumel; esa marina y centro de buceo PADI ofrece excelentes tours de buceo para disfrutar de la riqueza de los arrecifes de la isla.
Más tarde vendría Ultramar, que a la fecha es pieza clave en la economía y reactivación tanto de Isla Mujeres como de Cozumel.
Su carácter inquieto lo llevó siempre a desarrollar proyectos que incluso causaban polémica, pero que nunca lo frenaron. Tampoco lo frenaron los embates económicos y meteorológicos.
La crisis por la pandemia, tampoco lo doblegó, pues sus negocios seguían avante. Sin embargo, la enfermedad truncó su vida y sus negocios.
Descanse en paz Germán Orozco; su huella en Quintana Roo quedó plasmada por siempre.