Quien sepa contar, que cuente con que la Cuenta Pública 2019 de la Auditoría Superior de la Federación es la última durante el tiempo que dure el actual régimen: la última, al menos con la transparencia e imparcialidad de esta que se acaba de publicar.
Eso de cuentas públicas no va con un gobierno cuya fiscalía tiene estancadas 500 denuncias por corrupción, sin que lleguen a los jueces, aunque son irregularidades en dependencias del Estado.
Lo avisó el presidente: “Los de la Auditoría Superior de la Federación están dando mal la información a nuestros adversarios, y no deben de prestarse a esas campañas”.
Así que la Auditoría Superior de la Federación jamás volverá a publicar un informe con datos que no contenten al jefe del Ejecutivo: o los datos que tiene el jefe del Ejecutivo y no publica: “Están mal sus datos, yo tengo otros datos”, advirtió.
El informe de la Cuenta Pública 2019 de la Auditoría Superior de la Federación indica que la cancelación del aeropuerto de Texcoco por parte del mandatario tuvo un sobrecosto de al menos 331 mil 996 millones 517 mil pesos, 232 por ciento más que el monto original.
Y, sabidos de que no existe dinero público, sino dinero de nuestros impuestos, serán las actuales y las futuras generaciones de mexicanos que pagan impuestos las que tendrán que cubrir no sólo el costo original, sino también el sobrecosto de 232 por ciento.
Es dinero del contribuyente tirado por todos lados. El mismo informe de la Auditoría indica que la Secretaría del Trabajo entregó apoyos económicos, del programa a jóvenes que ni estudian ni trabajan, hasta a personas fallecidas.
Y también a gestores del voto en favor de Morena (cuyo nombre oficial es Siervos de la Nación), empleados de gobierno y estudiantes, cuando su base social objetivo son los jóvenes que no estudian ni trabajan, cuyo nombre coloquial es ninis.
En su revisión de la lana otorgada a los ninis, el órgano fiscalizador determinó “un probable daño, o perjuicio”, o ambos, al dinero de nuestros impuestos de unos 60 millones de pesos. Recordemos que las becas son de cuatro mil 310 pesos al mes para cada nini.
No: para nada habrá otro informe de Cuenta Pública (como este de la Auditoría Superior de la Federación) en una administración en la cual su propio titular se rehúsa a que el Estado destine dinero para medir la transparencia.
“Entonces eso de que exista la transparencia pues sí ya sabemos que es igual a la nada, es muy lamentable que se destinen recursos a eso, porque no hay beneficios”, advirtió el presidente el pasado tres de julio.
Ajá: para qué. Si él tiene sus propios datos, suyos, de él.