miércoles, julio 2 2025 •  Latitud 21 • Emprendedores y Negocios en el Caribe Mexicano
  • Inicio
  • Secciones
    • Agenda
    • Emprendedores
    • Encuentros
    • En la 21 y otras latitudes
    • Foro Empresarial
    • Infografia
    • Libro Ecología y Espiritualidad
    • Lifestyle
    • Meridiano 87
    • Playa del Carmen
    • Portada
    • Responsabilidad social
    • Sube y Baja
    • Tech 2.1
  • Columnas de Opinión
  • Caribe Mexicano
    • Quintana Roo
    • Cancún
    • Playa del Carmen
  • Deporte y Salud
  • Ediciones Anteriores
  • Contacto
  • Otras Revistas del Grupo
Revista Latitud 21
Categoría:

Cuarto de Huéspedes

¡Salud por el turismo de salud!

por Latitud21 Redacción 30 noviembre, 2017

No hay duda de que un gran logro de la economía mexicana en los últimos 20 años ha sido consolidar fuentes de divisas internacionales para financiar nuestro crecimiento. Para un país pobre como el nuestro y con escaso ahorro, resulta fundamental acceder a los ahorros o excedentes de otras naciones, lo mismo exportando bienes que atrayendo inversión extranjera o exportando mano de obra, así como atrayendo turismo internacional.

En este sentido, el TLC suscrito con los EU y Canadá ha jugado un papel fundamental, permitiéndonos acceder a uno de los mercados más grandes del mundo para colocar nuestras exportaciones y para generar alternativas de inversión extranjera para capitales y empresas interesadas en establecerse en México, aprovechando así las ventajas que trae consigo dicha apertura de tales mercados.

Hoy en día vemos con preocupación que este tratado de libre comercio está amenazado por la visión miope de una administración gubernamental que propugna por el proteccionismo y el cierre de sus fronteras. Por más que, explicablemente, se pretenda minimizar el impacto que tendría la materialización de esas amenazas, sin duda el país sufriría una sacudida y tendría que recurrir a una reestructuración profunda de su estrategia comercial internacional y de su política relacionada con la inversión externa.

Aun cuando no soy ingenuo como para proponer que el turismo sea una alternativa que pueda en el corto plazo llenar íntegramente el hueco que nos haría una alteración esencial del llamado NAFTA, sí creo que tendríamos que reforzar todo lo necesario para generar aún muchos más ingresos por concepto de la mejor de las exportaciones, que, a mi parecer, es la de los servicios relacionados con el turismo.

Abusando tal vez del simplismo, propongo como ejemplo la comparación entre el valor agregado que genera la exportación de naranjas convertidas en jugo de naranja en la piscina de un hotel y vendido a turistas internacionales, contra el hecho de vender esos mismos frutos en otro país en un huacal de madera.

En el tema turístico México vive probablemente los mejores tiempos de su historia, creciendo a tasas muy superiores a las de otras naciones, lo que nos ha llevado a ocupar el octavo lugar entre los países más visitados por turistas internacionales y a generar la nada despreciable suma de más de 19 mil millones de dólares en ingresos de divisas durante 2016. Para nuestra fortuna, el turismo seguirá creciendo a un ritmo excepcional. Las proyecciones de la OMT permiten pronosticar que el mercado turístico mundial duplicará su tamaño en los próximos 20 años, lo que pondrá a nuestro alcance una oportunidad de oro.

La pregunta obligada sería, ¿qué debemos hacer para aprovecharla a cabalidad? Me parece muy claro que lo que requerimos es ser capaces de vender más y mejores productos a nuestros visitantes, para lograr  incrementar el gasto promedio por turista. Olvidarnos de los rankings que miden el número de turistas que nos visitan y concentrarnos en aquellos que contabilizan las divisas que se generan.

La estrategia pareciera ser diversificar nuestros mercados objetivo, enriquecer el producto que ofrecemos e insertarnos en los nichos especializados de alto gasto por turista, como es el caso de lo que se conoce como turismo médico o turismo de salud, un nicho en el que cada visitante gasta hasta seis veces más, en promedio, que el turista convencional.

Para las labores de consultoría en temas turísticos que hacemos en Bufete Consulta, S.A. de C.V., el tema ocupará este año y el próximo un lugar muy especial, convencidos de que puede ser este segmento uno de los de mayor crecimiento hacia el futuro. Es por ello que recientemente participé en el X Congreso Mundial de Turismo Médico.

Organizado, como cada año, por la Medical Tourism Association de EU, este congreso pasó revista de los temas relacionados con el desarrollo de esta actividad. Asistieron grupos hospitalarios y hoteleros, aseguradoras, desarrolladores turísticos e inmobiliarios, autoridades turísticas y del sector salud, agencias de viajes y concierges especializados en orientar a viajeros que van a otros países para recibir tratamientos médicos.

Las cifras son impresionantes y tentadoras. Aunque pueden ser inexactas, dada la imprecisión para definir lo que se entiende como turismo médico, baste señalar que varios estudios coinciden en estimar el valor de este segmento en alrededor de 100 mil millones de dólares, cifra que tiende a crecer dada la gran diferencia en costos que representa atenderse fuera de EU. Baste señalar que los ahorros a los que puede acceder un paciente americano que decide tratarse en países como India, Costa Rica, Colombia, México, Corea del Sur o Tailandia, por solo mencionar algunos, oscilan entre 30 y 97% con respecto al costo que pagaría en su país.

En este contexto vale la pena decir ¡Salud por el turismo de salud! ¿No creen ustedes?

La disrupción en la industria de la hospitalidad

por Latitud21 Redacción 30 noviembre, 2017

La tecnología juega un papel trascendente en la actualidad y las empresas se están dando cuenta de ello. Ante un panorama constante de decisión, cambio y apertura a nuevas tecnologías, las compañías que decidan adoptar nuevas herramientas tecnológicas deben actuar ante las necesidades de compra de los usuarios, para lo cual es necesario entender lo que el consumidor está buscando, así como  aceptar los pros y contras del incremento de canales de información, cuyo contenido es muy extenso y prácticamente imposible de controlar al 100%. Es una realidad: el usuario se ha convertido en generador de información.

De acuerdo con la Secretaría de Turismo, durante 2016 el turismo y la industria hotelera  aportaron a nuestro país más de 16 mil millones de dólares y generaron más de tres millones de empleos directos, por lo que los inversionistas de México y el mundo han volteado a aquellos puntos estratégicos de su organización donde, con ayuda de la tecnología, puedan lograr un crecimiento empresarial en menor tiempo.

La tecnología no llega para desplazar las labores humanas, es un complemento a los conocimientos de los especialistas para mejorar y recortar procesos que son repetitivos; por ejemplo, la implementación de la Automatización de Procesos a través de Robots (RPA, por sus siglas en inglés) genera beneficios en áreas como compras y abastecimiento, pagos a proveedores, nómina, contabilidad, recursos humanos, mejora de demanda, optimización de precios, entre otros.

El uso de tecnologías disruptivas como la robótica no solo transformará la experiencia del huésped, más aún, aumentará los ingresos y las utilidades tanto de los dueños de los hoteles como de las compañías administradoras. Al implementar inteligencia artificial en los negocios de la industria hotelera podrá tener a la mano información determinante en tiempo real, lo cual ayudará a tomar decisiones ante la oferta y demanda de los servicios; dicha tecnología se resume en la configuración de un software avanzado o un robot (también conocido como bot), el cual lleva a cabo los procesos comerciales rutinarios de la empresa de manera automatizada.

La industria de la hospitalidad no debe resistirse a los cambios tecnológicos, sino adaptarse y aprovechar creativamente dichas transformaciones para mejorar sus prácticas comerciales obsoletas e incrementar su participación en el mercado. La planeación, entrega y administración de los bienes inmuebles requiere de una visión a largo plazo.

De acuerdo con la Asociación de Internet, actualmente 70% de la población en México está conectada a la web, 72% lleva entre seis y siete años navegando en promedio y 37% realiza compras. Esta realidad plantea que la industria hotelera tiene que modificar la forma en la que se comunica con sus consumidores; la economía colaborativa, como Airbnb, ha sido un ejemplo claro de la disrupción en el sector.

La tecnología cambia a cada segundo y las empresas deben de estar un paso adelante de los consumidores para ofrecer soluciones a aquellas necesidades que aún no existen. La hospitalidad en México es determinante para ciertos destinos del país, el número de empleos generados por este sector es significativo y una vez que se implementen uno o varios bots los procesos serán más precisos y eficaces, además liberarán al personal para enfocarlo en actividades estratégicas de la organización.

Poderoso caballero es don criptodinero

por Latitud21 Redacción 30 octubre, 2017

Pues les cuento, mis queridos lectores, que recientemente he dado un gran paso tecnológico en esa obsesión que traigo por entenderlo todo. Un paso, dicho sea de ídem (de paso), que ni acabo de entender a cabalidad y por lo mismo no podría explicarles cuál será la utilidad práctica que tendrá, en mi caso, aventurarme en estos terrenos desconocidos. Pero me he lanzado temerariamente.

Resulta que en mi Ipad ya pueden ver ustedes la aplicación llamada ‘Jaxx’, que no es otra cosa que una cartera (wallet) digital, en la que a partir de ahora podré manejar lo mismo bitcoins que Ethereum(s), Dash(es), Augur(es), litecoin(s), ZCash(es), Doge(s) y otras varias criptomonedas más.

Así como lo oyen, ‘Jaxx’ es una cartera desarrollada por el equipo de Decentral que puede ser usada en los grandes sistemas operativos disponibles y permite almacenar hasta 10 criptomonedas en un mismo lugar. Con ello el usuario puede tener sus divisas digitales en cualquier lugar. Y es una de muchas opciones para participar activamente en este excitante mundo financiero y tecnológico.

He de confesar que nunca había abordado en este espacio un tema cuya comprensión a detalle me haya resultado tan difícil, por eso los invito a que incursionemos juntos en este fenómeno de las criptomonedas y de los sistemas de blockchain, tan novedosos como disruptivos en el entorno financiero global. Empecemos por mencionar que el bitcoin es la moneda digital (más propiamente conocida como criptomoneda) cuya adopción más extendida como divisa para comerciar ha permitido aumentar su valor. Algunas de sus ventajas son la certidumbre en las transacciones y el pago a través de fronteras. Esta divisa hace posible transferir una cantidad de dinero a otro usuario sin la mediación de una institución financiera.

Bitcoin funciona como una base de datos de firmas electrónicas asociadas a una unidad de valor. Solo existe un número limitado de estas unidades en el mercado que un usuario puede comprar. Al cambiar dinero por estas unidades se establece el tipo de cambio entre la moneda y el bitcoin. El creador del bitcoin, Satoshi Nakamoto, diseñó una ampliación de las firmas electrónicas para hacer una cadena con ellas cada vez que se realiza una transacción. Para realizar una operación, los usuarios unen sus firmas individuales en una sola ‘cadena’. El comprador une su firma privada con la firma pública del vendedor. Los servidores verifican la validez y la solvencia de la transacción con la base de datos de bitcoins.

Las transacciones unen estas firmas a una estampa temporal que les asigna un valor irrepetible. Esta transacción se vuelve un ‘bloque’ de una ‘cadena’ almacenada en el pasado. Esta ‘cadena’ es el historial de transacciones que los usuarios pueden verificar, pero no alterar. A pesar de ser una base de datos pública, como lo dijimos, cada ‘bloque’ es irrepetible. La estabilidad de la divisa se basa en archivos compartidos que todos pueden observar.

Bitcoin ha generado un incentivo para participar en esta red y ser parte de la infraestructura tecnológica que procesa la cadena. La divisa necesita de servidores para operar, por ello algunos usuarios prestan sus computadoras a cambio de un pago en bitcoin.

Bitcoin estabilizó su precio frente al dólar entre 2014 y 2015, pero creció exponencialmente a finales de 2016. El tipo de cambio de un bitcoin representaba 250 dólares en 2015, pero en 2017 un bitcoin representa cuatro mil 379 dólares. Una explicación de la apreciación es el aumento en inversionistas institucionales. Por ejemplo, Japón legalizó las transacciones en bitcoin en abril, mientras que Rusia considera introducir la moneda en su sistema financiero para evitar el lavado de dinero. Sin embargo, esta apreciación no solo se debe al uso extendido, sino a un debate sobre cómo reformar las cadenas para permitir más transacciones. Los compradores han apostado a la estabilidad del mecanismo actual de cadena.

La estabilidad y la apreciación de esta divisa residen en la confianza que genera la irrepetibilidad y verificabilidad de las transacciones más que en la naturaleza electrónica de la divisa. El sistema de blockchain sustituye al tercer partido (el Estado o una institución financiera) que da certidumbre a la transacción por un procedimiento. Bitcoin se sitúa como una alternativa cuando la confianza ciudadana en gobiernos e instituciones financieras disminuyó tras la crisis de 2008. Sin duda, un cúmulo de novedades tecnológicas que parecen amenazar a todas las convenciones anteriores en materia monetaria. Más vale que no quitemos el dedo del renglón para acabar de comprender el fenómeno y sus implicaciones.

La importancia del compromiso 

por Latitud21 Redacción 30 octubre, 2017

“El compromiso individual con un esfuerzo colectivo es lo que hace que un equipo, una empresa o una sociedad funcionen”. – Vince Lombardi.

La relevancia del compromiso dentro de una organización se refleja cuando las personas que la integran tienen una implicación total con la misma. En términos prácticos, significa que se entusiasman con su trabajo, hacen más de lo esperado y, con ello, contribuyen al éxito de la compañía.

Según las encuestas de Scarlett Surveys, “el compromiso es un dato que mide el grado de vinculación emocional positiva o negativa de un empleado en relación con su puesto de trabajo, su jefe, sus compañeros y la empresa, y este compromiso influye profundamente en su voluntad de aprender y mejorar en el trabajo”.

Las personas comprometidas son eficientes, productivas, generosas, ayudan a los demás y generan un clima laboral saludable. A través de su desempeño diario contribuyen a la seguridad, la captación y retención, la satisfacción, permanencia y lealtad de los clientes. Sin embargo, el estudio ‘Gestión del talento, un factor clave para acelerar el desempeño empresarial’, de Right Management, afirma que en el mercado laboral cuatro de cada cinco empleados tienen la intención de buscar empleo en otro lugar.

Frente a esta realidad, es fundamental que las empresas –sin importar el tamaño- empiecen a implementar estrategias que se enfoquen a optimizar el compromiso de los colaboradores.

¿Qué significa para Grupo Argos el compromiso?

Para Grupo Argos, el compromiso es un camino de doble vía entre empresa y trabajador. A la empresa le conviene el compromiso de los colaboradores y a éstos ser convenientemente retribuidos por ello. Más allá de programas superficiales que comienzan cuando la motivación es baja y se detienen a la más ligera mejoría, las empresas tienen que crear entornos apropiados para que el compromiso se produzca a largo plazo.

Nuestro objetivo es que los colaboradores vivan este valor y se vea reflejado en la satisfacción y eficiencia laboral, en la fidelidad a la empresa, y en el hecho de actuar como auténticos embajadores de Grupo Argos.

Las organizaciones comprometidas con su gente normalmente reúnen las siguientes características:

Tienen objetivos claros: los colaboradores conocen lo que se espera de ellos.

Proporcionan esquemas de capacitación, actualización y orientación: los colaboradores tienen las herramientas que necesitan para hacer su trabajo.

Reconocen el esfuerzo de las personas: los colaboradores sienten que pueden lograr las metas y conseguir un impacto en la empresa.

Impulsan una comunicación transparente y colaborativa: los colaboradores confían en la directiva, sus compañeros de trabajo y se sienten seguros.

Son coherentes: los colaboradores saben que la empresa cumple lo que promete.

Beneficios del compromiso

Está probada la relación entre el compromiso de los colaboradores y otros aspectos clave como:

La eficiencia

La productividad

La retención de talento

Es decir, impacta directamente en la rentabilidad de las empresas.

En tanto que los colaboradores deben entender que comprometerse con lo que hacen no es solo por el beneficio de las empresas, sino por ellos mismos también. Su compromiso no tiene que estar casado con la misión de la organización; cuando se dan cuenta que el trabajo es un medio para cumplir la misión individual se vuelven su propia fuente de energía y avanzan sin trabas.

Después de todo, una tercera parte de nuestro tiempo lo pasamos en el trabajo. No debemos malgastarlo.

Apuéstale al compromiso 

Si las empresas quieren compromiso, tienen que invertir en el salario económico y el emocional. Además, es indispensable escuchar en todo momento –y activamente- lo que los colaboradores tienen que decir y adoptar una estrategia para actuar con base en la retroalimentación.

En este momento te puede parecer imposible otorgar aumentos de sueldo, pero no te preocupes, existe la posibilidad de motivar el compromiso a través del salario emocional. Las personas tienden a percibir positivamente todos los extras que la empresa facilita para mejorar su calidad de vida laboral y lo compensan en forma de esfuerzo y compromiso. A veces, hasta resulta más efectivo que ofrecer un mayor salario.

La palabra compromiso proviene del término latino compromissum, que significa un acuerdo entre dos partes; sin embargo, a muchas compañías les da amnesia en ese sentido. Olvidan que no es obligación del colaborador ser partícipe de una relación laboral injusta; en cambio, sí es obligación de los empleadores mantener a las personas felices y productivas. ¿Qué acciones positivas realizan en tu empresa para generar compromiso?

¿Nos alcanzaremos a subir?

por Latitud21 Redacción 2 octubre, 2017

En una de esas paradojas de la modernidad llegué a San Francisco, California, para actualizarme en el conocimiento de tendencias tecnológicas que buscan generar abundancia y una mejor distribución de la riqueza, para toparme de entrada con sus calles pobladas profusamente de indigentes. Nunca he visto, tan cerca de las zonas más modernas y céntricas de una ciudad, tal número de personas en condiciones de abandono y desolación.

Seres humanos como tú o como yo que, careciendo de todo, deambulan en las calles y se reúnen en cualquier espacio con la mirada tan perdida como su vida toda. Inyectándose alguna droga o recostados en el quicio de una puerta, caracterizan el paisaje de esta ciudad del país más rico del mundo. Paradojas de esta modernidad que no podemos ni debemos perder de vista si de verdad queremos un mundo más justo e igualitario.

Dramatismo que contrasta con lo que ocupó la mayor parte de mi tiempo en esta ciudad, donde participé en la Global Summit de Singularity University, evento en el que paso revista de lo más sobresaliente ocurrido en el campo de lo que se ha denominado las tecnologías exponenciales, las cuales, con su capacidad disruptiva y la velocidad de su crecimiento, son consideradas capaces de contribuir a resolver los grandes problemas de la humanidad.

No cabe duda de que Peter Diamandis y Raymond Kurzweill han sido visionarios al crear esta institución orientada a generar programas de educación, alianzas con instituciones y gobiernos, así como acelerar startups e invertir capital de riesgo en estas, entre otras muchas cosas que hacen, para haber logrado tanto en tan poco tiempo y con tan pocos recursos.

Imposible describir en el espacio de esta columna todo lo que escuché y vi en esos días de conferencias, paneles de expertos y talleres de trabajo, relacionadas con la inteligencia artificial, la robótica, la neurociencia, la biología sintética, el machine learning, la realidad aumentada, la generación de energía limpia, las bitcoins o los blockchains, la nanotecnología, entre otras materias.

Y confirmé con infinidad de datos contundentes que estamos en una acelerada transición hacia un mundo hasta hoy desconocido, donde las máquinas desplazarán a los humanos de sus trabajos en muchas áreas, los nuevos mecanismos de pago sustituirán a las monedas como las conocemos, los automóviles y otros medios de locomoción recorrerán las calles sin conductor, las cosas (los más diversos objetos, como la misma ropa) estarán conectadas a la red y a la nube, como lo están ahora las computadoras y dispositivos móviles, y podrán registrar todo lo que hacemos o lo que sucede con nuestro cuerpo y entorno.

Esa alarma natural ante la presencia de esta disrupción general ha desaparecido, para sustituirse por un optimismo razonado, después de escuchar a todos estos pensadores, científicos y expertos. Pensar en esa pérdida masiva de empleos lógicamente genera, de inicio, una preocupación por la cantidad de personas que perderán sus trabajos.

Sin embargo, hoy alcanzo a ver las cosas de manera diferente, entendiendo que las máquinas quizá sean más indicadas para trabajos tediosos y monótonos, que no tienen por qué hacer los humanos. Trabajos que, además, día con día, estas máquinas con inteligencia artificial irán haciendo cada vez mejor, incrementando la productividad para conseguir mayores ganancias, que bien podrán generar impuestos destinados a financiar programas como la renta básica universal, atenuando los efectos de la desaparición de millones de puestos de trabajo.

Para entender el futuro tiene sentido mirar atrás y contemplar que ya la humanidad ha vivido estas transformaciones, al pasar de una sociedad agrícola a una industrial, en la que, en el resultado neto, los trabajos no han desaparecido sino se han sustituido por otros, lo cual habrá de repetirse.

Poder conocer que países como India han suspendido sus proyectos de exploración para la producción de combustibles fósiles para cambiarlos por proyectos para generar energía solar, como también lo hacen ahora algunas naciones africanas, o saber que existen algoritmos útiles para el diagnóstico del cáncer o tecnologías que pueden transformar el agua salada en agua para consumo animal o humano, o ver cómo un cirujano opera a miles de kilómetros de distancia a personas sin recursos, abonan en esta sensación de que algo fantástico podría estar por suceder.

Salgo de aquí, no obstante, con más preguntas que respuestas, pero sin duda la que no me deja en paz es: ¿Como país, nos alcanzaremos a subir a estas tendencias o nos pasarán por encima? ¿Qué tanto dependerá de lo que decidamos en 2018?

¿Yo comprando o yo vendiendo, hijito?

por Latitud21 Redacción 31 agosto, 2017

Mi abuela materna, Carlota, casi siendo una niña dejó Almoloya de Alquisiras, el pueblo donde nació en condiciones muy humildes, en busca de fortuna que, después de años de trabajo y una especial habilidad para el comercio de zapatos y de todo tipo de bienes, logró hacer como para vivir más que holgadamente. Esa habilidad comercial y su vasta experiencia me llevaron a hacerle una consulta sobre el precio de un automóvil en el que estaba interesado ya siendo yo mayor de edad. ¿Abuelita, le dije, para un auto de tales características, 25 mil pesos es un precio razonable? Casi sin pensarlo y quitándose las gafas de lectura volteó y a su vez me preguntó ‘¿Yo comprando o yo vendiendo, hijito?’

Obviamente, para ella, comerciante consumada, ese precio podría ser mejor o peor, dependiendo de que ella lo pagara o lo recibiera, o sea, de la posición que ocupara en la negociación respectiva.

Con esta singular anécdota familiar -que disculparán mis lectores- y esa ingeniosa respuesta, pretendo dar paso a algunas reflexiones sobre la inminente renegociación con los Estados Unidos de América del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica y especialmente sobre lo que, a mi parecer, podría ser parte de la posición (nosotros comprando o vendiendo, diría la abuela) que debemos mantener y de la que puede depender lo que obtengamos finalmente.

Me motivó a tratar el tema la reciente publicación por parte del gobierno estadounidense de un documento en el que se resumen los principales objetivos que buscan en esta negociación. Sin dejar de ser un tanto imprecisos en algunos aspectos, nuestros vecinos ya dejan ver que buscan eliminar el déficit comercial con sus países socios como un elemento crucial. No abundan en el cómo lograrlo, pero ya que lo apunten genera preocupación.

En cuanto a productos industriales, se plantea preservar la apertura, sin agregar aranceles o barreras adicionales, mientras que en lo que hace al sector agrícola y agroindustrial buscarían eliminar cuotas y barreras técnicas para ampliar el acceso a productos norteamericanos en nuestro país.

En relación a las reglas de origen, se actualizarán y precisarán criterios para determinar de dónde viene cada producto y hacer más estricta la verificación y certificación (rastreo) para evitar contrabando técnico. Igualmente se busca eliminar medidas sanitarias y fitosanitarias, así como elevar el examen científico de las mismas y aumentar la transparencia y automatización en los procesos aduanales. En materia laboral plantea mejorar las condiciones de trabajo, incluyendo la libertad de asociación y negociación colectiva, eliminación del trabajo obligatorio e infantil y cumplimiento de leyes laborales básicas internacionales.

En aspectos monetarios se propone un mecanismo para evitar la manipulación del tipo de cambio para prevenir un ajuste en la balanza de pagos y ventajas competitivas en el comercio, mientras que, en lo que hace a la corrupción, pretende criminalizar actores corruptos gubernamentales. Finalmente (y muy preocupante), en lo que hace a la solución de controversias busca eliminar el capítulo 19, dejando mayor discrecionalidad para que Estados Unidos pueda aplicar unilateralmente sus leyes internas de antidumping, subvaluación y salvaguardas.

No nos lo dicen todo, ciertamente, pero sí lo suficiente para que, ante lo que esto nos significa en materia económica, nos preparemos a sentarnos en esas mesas de negociación con una postura digna e inteligente y sin dejar de tener listo un plan B, para la eventualidad, ya señalada por el secretario de Economía al Senado, de que el vecino pudiera abandonar dicho acuerdo.

Creo firmemente que esa postura debe partir de la exigencia de una visión integral de la problemática que vivimos cotidianamente como vecinos. Esto no sería nuevo. Ya en su momento, en la negociación inicial de este acuerdo comercial, nosotros accedimos a revisar paralelamente temas como los derechos humanos y la profundización y perfeccionamiento de nuestra democracia.

Ahora nos toca demandar que en temas como la política de migración se considere la importancia actual de la presencia hispana en aquel país, así como los dramas que se derivan del comercio clandestino de personas, que nos lleva a constatar casos como el recientemente difundido en que varios inmigrantes murieron dentro de un tráiler norteamericano, conducido por un chofer de esa misma nacionalidad.

No dejo de ser optimista de lo que podemos obtener de esta negociación, siempre y cuando nos despojemos, como lo hicimos en 1994 y los años anteriores, de cualquier complejo de inferioridad y seamos capaces de hablar de tú a tú, para hacer entender a los gringos que la seguridad en sus fronteras depende finalmente de la estabilidad socioeconómica de sus vecinos.

  • 1
  • …
  • 11
  • 12
  • 13
  • 14
  • 15
  • …
  • 25

Descarga la Edición Junio 2025

Columnas Editoriales

  • Encarcelamiento, consecuencias en la familia 

    2 julio, 2025
  • Se sugiere una paciente diplomacia

    2 julio, 2025
  • Las nuevas realidades de la construcción

    2 julio, 2025
  • México en el mundo 

    2 julio, 2025
  • Nos gobiernan como si fueran nuestros dueños…

    2 julio, 2025
  • Enseñar respeto a los hijos en los tiempos modernos

    2 julio, 2025
  • La palabra GUERRA, en mayúsculas

    2 julio, 2025
  • Bitácora de viaje LVX

    2 julio, 2025
  • Sin producción y deudas, remesas son la esperanza

    2 julio, 2025
  • CEO grupo GORAT SECU Seguridad en México: La prioridad que no puede esperar 

    2 junio, 2025
  • Bitácora de viaje LVIX

    1 junio, 2025
  • Historia de la seguridad privada

    1 junio, 2025
  • Confía en el universo y observa qué sucede

    1 junio, 2025
  • El estilo del embajador Ron Johnson

    1 junio, 2025
  • La hipocresía colectiva

    1 junio, 2025
  • Urgente, proteger a los niños

    1 junio, 2025

Revista Proyecto Brújula

Cancún iTips

AGENDA

  • Junio 10 al 12 • ExpHotel Cancún 2025

    1 junio, 2025
  • Junio 13 al 14 • Copa Cancún de Pesca

    1 junio, 2025
  • Junio 14 al 18 • IPW en Chicago

    1 junio, 2025
  • Junio 19 • Summit Turismo Digital

    1 junio, 2025
  • Junio 27 al 29 • Nacional Infantil de Ciclismo

    1 junio, 2025

El Molcajete

  • La gastronomía es una opción turística.

    1 junio, 2025
  • 1ro de mayo, celebrando los derechos de lo laboral.

    1 mayo, 2025
  • Los conciertos generan derrama económica tangible.

    1 abril, 2025

Infografía

  • Burnout: Trabajar hasta el agotamiento

    1 junio, 2025
  • No dejes pasar lo que es tuyo

    1 mayo, 2025
  • Semana Santa: Playas, el destino favorito 

    1 abril, 2025
  • Facebook
  • Twitter
  • Instagram
  • Youtube

@2020 - Todos los derechos reservados. Diseñado por Latitud 21

Revista Latitud 21
  • Inicio
  • Secciones
    • Agenda
    • Emprendedores
    • Encuentros
    • En la 21 y otras latitudes
    • Foro Empresarial
    • Infografia
    • Libro Ecología y Espiritualidad
    • Lifestyle
    • Meridiano 87
    • Playa del Carmen
    • Portada
    • Responsabilidad social
    • Sube y Baja
    • Tech 2.1
  • Columnas de Opinión
  • Caribe Mexicano
    • Quintana Roo
    • Cancún
    • Playa del Carmen
  • Deporte y Salud
  • Ediciones Anteriores
  • Contacto
  • Otras Revistas del Grupo