Psicólogo
X: @davidasencio195
Linkedin: davidasencio195
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Estamos más que equivocados si pensamos que no decidir puede ser la mejor manera de escapar o evadir una situación que estamos enfrentando.
Si bien tomar decisiones desde las emociones tampoco es una opción, «NO DECIDIR» es una decisión que debe ser sólo temporal en lo que tomamos la mayor información de todo el contexto de la experiencia, para decidir desde una plena conciencia.
Nunca podrás quedar bien con todos, no siempre las cosas serán como te gustan, y desde que despiertas y abres los ojos ya es parte de tu naturaleza la toma de decisiones… ¿Me levanto o me quedo en la cama? ¿Me baño o sólo me visto? ¿Qué ropa debo ponerme? ¿Qué actitud tendré durante el día? En casi todo momento estás tomando decisiones y deberás hacerlo siempre consciente, ya que cada decisión conlleva responsabilidades y tienes que afrontarlas…
¡Sí!, claro que es muy fácil dejar que otros tomen decisiones por y para nosotros; así podremos victimizarnos y reclamarles su decisión, pero debemos observar que ese poder se lo brindamos nosotros mismos… sobre todo si su decisión involucró de alguna u otra manera a mi persona.
Incluso muchas decisiones que tomamos son bajo la influencia de nuestro entorno social, laboral, de seguridad e inseguridad, emociones, etcétera. Pero es saludable tomar decisiones conscientes.
Es común ver cómo los políticos dan respuestas ambiguas a los ciudadanos, se abstienen de decidir en el Congreso o son los mismos ciudadanos quienes votan en blanco durante las elecciones.
O un jefe o líder que se abstiene de la toma de decisiones para no enfrentar a alguna de las partes cuando le toca estar en medio de una disputa.
¡Todos ellos están tomando una decisión al no decidir! Sin duda, no decidir es también una gran decisión que refleja una realidad que presenta miedo a enfrentar una situación, pero sobre todo busca evitar hacernos responsables de los resultados.
No decidir es tu decisión.
Siempre estamos tomando partido por una u otra cosa, aunque no nos demos cuenta o ni siquiera lo sepamos. Incluso si pensamos que no decir una palabra hiriente o no afrontar nuestros miedos nos está «salvando» de un problema. No podemos engañarnos. Abstenerse a tomar una postura… ¡es tener una postura!
Si por miedo al qué dirán no dices lo que te parece en una reunión, si te quedas en casa por temor a que algo malo te suceda o si ante las discusiones de pareja te quedas callado para no empeorar las cosas, estás tomando decisiones. Así, es como te vas haciendo responsable de cada acontecimiento en tu historia…
Nos vemos en la próxima edición.
Nadie es libre si no es dueño de sí mismo”.
René Descartes
La libertad del ser humano es la capacidad de tomar decisiones y actuar según su voluntad, siempre y cuando no interfiera con la libertad de los demás.
Hoy deseo expresar mi mayor grito de libertad, hablando específicamente del tema mismo.
La libertad del ser es la capacidad de autodeterminación y elección consciente, sin restricciones externas o internas que limiten su voluntad y acción.
Un ser apasionado no puede, no debe ser limitado en su libertad de acción, creatividad y decisión. Estaríamos matándolo en lo más importante de su esencia y de su ser. (Esto lo digo gritando)
Para mí, ser libres es la gran oportunidad de tomar nuestras propias decisiones, perseguir nuestros sueños, expresar nuestra individualidad, desarrollar nuestro potencial, experimentar la autenticidad y encontrar la felicidad en nuestras propias elecciones.
La libertad del ser está intrínsecamente relacionada con nuestra personalidad creada, ya que nos permite expresar nuestra individualidad, tomar decisiones acordes a nuestras preferencias y valores, y moldear nuestra identidad de acuerdo con nuestras propias elecciones.
Mantener esa libertad no es fácil; existen factores como la sociedad, la familia, el trabajo, la necesidad, el gobierno, los medios de comunicación y muchos otros que participan, afectan e influyen para que el ser quizás incluso sin darse cuenta, vaya perdiendo su mayor tesoro que es la libertad.
Para mantener la libertad en nuestro actuar, es importante tomar decisiones conscientes y responsables, respetando los derechos de los demás y las leyes establecidas, y estar dispuesto a asumir las consecuencias de nuestras acciones. También es importante cultivar la autoconfianza y la autonomía personal.
Y tú, ¿eres libre? ¿Quiénes y qué es eso que puede estar limitando tu libertad?
¡Hasta la próxima!
Definitivamente las cosas no son infinitas, ya que si lo fueran ¡no tendrían valor!
¿Te ha pasado que de pronto le reclamas al universo la falta de tiempo?
Despiertas, tomas un café rápidamente, te vistes, conduces hacia el trabajo, apenas comes algo o muchas veces lo haces en el transporte mismo; todo eso en modo automático, con el pensamiento en las tareas pendientes o en los problemas por resolver. Empiezas a contestar el teléfono, atender las cosas «urgentes» y tienes la sensación de que algo te falta o se te está olvidando alguna de las cosas que pensabas o necesitabas hacer.
Llegas al trabajo y atiendes los mensajes, WhatsApp, redes sociales y muchas veces haces dos o tres cosas al mismo tiempo. ¿En qué momento empezaste a vivir así?
¿Y si respiras? ¿Si te das la oportunidad de tomar conciencia del momento presente, si agradecemos el pasado, sea cual sea, y soñamos con un futuro prometedor…?
Si todo el día estamos haciendo cosas y la mayoría de ellas son de manera mecánica, al finalizar la noche estaremos físicamente cansados y sin energía. Pero si durante el día nos permitimos momentos de conciencia, de respiración profunda, de estiramiento, de ejercicio y de risas, sabremos que vamos por buen camino.
Dicen que cada paso es y será siempre un avance, incluso cuando sea muy pequeño… Pero el mejor momento es este, ahora, el presente…
¿Cuántas cosas dejamos para después, inmersos en la cotidianidad del día a día?
Hace unos días falleció una persona con la que tenía pendiente tomar un café, y varias veces pospusimos ese encuentro debido a nuestras actividades, y ahora se ha vuelto eterno… ya no podré verla ni platicar como se había planeado.
No dejemos pasar las oportunidades de decirle a las personas que amamos cuánto las queremos; no dejemos de abrazarlas, besarlas, preocuparnos por ellas, no permitamos que el enojo o el rencor perduren, perdonemos, pidamos perdón, no dejemos que los sentimientos se empolven, no dejemos que sea demasiado tarde…
Sé que en algún momento, en el otro plano, podremos tomar ese café pendiente, pero por ahora te mando un abrazo hasta el cielo @JoeSilva.
¿Qué puede suceder si inicias o aceptas una relación con alguien de 50 años?
La vida de las personas que ya están sobre los cincuenta años es algo comparable a un magnífico vino añejo, que ha pasado por el proceso de excelencia necesario y por ello ha ganado complejidad, selectividad y gran madurez; están en una etapa de cambios, de retos y de reflexión, en la que valoran más la sabiduría que la acción en sí.
Debes tomar en cuenta que las personas de cincuenta ya tienen experiencia y no están jugando. Ya vivieron relaciones tóxicas, relaciones difíciles y saben muy bien a lo que van. Es muy difícil que se juegue con ellos, ya que huelen cuando una relación va en ese camino.
Quizás te dejen jugar con ellos, te pueden hacer sentir que tienes el control, pero ojo, sólo te están dejando hacerlo y te observan. Ellos saben qué es lo que está pasando.
Las personas de más de 50 ya no buscan la aprobación de los demás. Les vale menos que un cacahuate el qué dirán; prefieren la paz interior, la tranquilidad y sobre todo su libertad; aceptan sus propias limitaciones y valoran cada momento como una bendición. Les gusta la lectura, les gusta lo que los hace reír y, por su experiencia, son poco afectos a sorprenderse o a dejarse sorprender.
Con las personas de 50 años, podrás ser tú mismo (a), podrás salir a divertirte y te permitirán regresar con ellas y sentirte relajado y en calma. Tendrán detalles que no te imaginas, te sorprenderán con una comida, con un viaje, con cosas que no están en tú cotidianeidad.
Serás algo importante para ellos; de eso puedes estar seguro o segura, ya que para ellos sólo las cosas en las que participan ahora son las importantes. Ya no ocupan su tiempo en cosas que no les aportan, suman o les dan enseñanza. En su madurez comprenden mejor el valor del amor y lo trasforman en compasión. No subestiman sus emociones y valoran mucho el respeto. Con estas personas aprenderás el valor del perdón; para ellos esto es su pieza de cambio. Han dejado atrás el rencor, ahora disfrutan de las pequeñas cosas, las cuales para ellos son grandes.
Con una persona de 50 el sexo es un poema. Es algo que tejen a mano, lo hacen casi de manera artesanal, ocupan todos los sentidos y ninguno queda fuera.
Con una persona de 50 tendrás el abrazo que se necesita para sentirte en plenitud. Sabrán y podrán observar más lo que traes adentro que tu entorno mismo. Descubrirás todos los días nuevas posibilidades y otros horizontes. Estarás siempre en constante aprendizaje y vivirás como ellos la intensidad de cada instante.
Eso y más te espera con alguien de 50 años.
Sea el momento que sea, estés en la situación que estés, tómate un tiempo para ponerte en silencio y descubre los beneficios que esto tiene para ti.
Está demostrado que el silencio es la mejor fuente que contribuye a nuestro bienestar emocional, por eso la importancia de encontrar momentos para disfrutar de la ausencia del ruido y murmullo de sonidos externos, eso en automático nos lleva a conectar con nuestro interior.
Queda muy claro que el exceso de ruido impacta de forma negativa tanto en nuestra salud física como mental, así que vamos por lo contrario.
“Con la palabra el hombre supera a los seres animales, pero con el silencio se supera indiscutiblemente a sí mismo.”
Los principales beneficios que obtienes al ponerte en silencio son: concentración mejor, una mejor escucha, con más atención; una mejor comunicación y sobre todo paz mental, el silencio crea nuevas células cerebrales, mejora la memoria, tiene un potente efecto antiestrés y enormes beneficios para nuestro estado emocional.
Se dice que el silencio nos reconecta con nosotros mismos, nos enseña el valor de las palabras y encontramos el sentido de la comunicación e incluso observamos cómo nos comunicamos y qué es lo que transmitimos, y en medio de todos los desafíos diarios, el silencio nos sirve como la mejor herramienta para tomar mejores decisiones.
Para los psicólogos, el silencio no es estar ausente; al contrario, es estar presente y tomar conciencia; es activar todas las partes del cerebro, es redefinir el rumbo y sobre todo es captar la esencia de las cosas y acontecimientos.
El silencio también comunica; muchas veces dice cosas muy importantes de la persona que lo aplica. De hecho, el silencio puede llegar a ser la mejor respuesta, sobre todo cuando consideras que la pregunta es incómoda o viene con mala intención; también es la mejor medida para frenar una discusión que ha estado aumentando en el tono más allá de lo adecuado.
El silencio es el grito y el ruido más fuerte que existe, es increíble observar cómo el silencio puede desarticular el grito más desesperado.
No todas las personas pueden ponerse en silencio; de hecho, es una disciplina, y como toda disciplina debes empezar tomando conciencia de ello, y haciendo pequeñas pausas de silencio durante el día, disfruta cada momento, escucha los sonidos del exterior con tu silencio, pero sobre todo escucha tu cuerpo, escucha tu alma y no te asustes si en esos momentos escuchas a Dios…
Nos vemos en la próxima. @davidasencio195
Del latín secrētus, un secreto es algo oculto, escondido y separado del conocimiento de los demás. El secreto, por lo tanto, es ignorado por la mayoría de las personas, excepto por aquellas que comparten el secreto. Existen secretos de distinto tipo y que surgen en diferentes situaciones.
Los psicólogos siempre decimos que de acuerdo con el tamaño de tu secreto, será el tamaño de tu enfermedad.
Y esto es determinado a todo lo que una persona se guarda y lo transfiere a una verdadera carga que le genera la mayoría de las veces grandes dificultades… Tíralo, suéltalo, permítete decirlo y verás el cambio que se genera, observarás que no es tan grave como lo fuiste creando en tu pensamiento.
Pero hablemos de este tema en relación con parejas, a esas personas que han decidido hacer equipo, comprometerse a compartir su vida con alguien…
Hace unas semanas pude platicar con mi hermana Malena y su esposo Erkan, quienes llevan muchos años haciendo equipo y siendo esposos, pero lo más hermoso es que cuando están juntos se ven como grandes amigos, se siente esa paz que ambos brindan y lo que deseo transmitir es que en este presente están felices y contentos y se observa y se siente.
Por eso, me permití preguntarles ¿cuál es el secreto para lograr una relación así? y ambos no dudaron en decirme que el secreto es, que no haya secretos, que al ser equipo, esposos, familia, entre ellos no existían los secretos; incluso con su hermosa hija.
El tema llamó mi atención; siempre pensé que toda persona aún en pareja necesitaba su propio espacio y que tenía cosas para sí, que no compartía, sin embargo, ellos me hicieron tener otra forma de ver las cosas…
“Claro que tenemos nuestros espacios -dijo Malena- pero no está en nuestra mentalidad que haya secretos ¿Por qué los habría? Somos esposos, somos familia, ¡Ninguno tiene nada que esconder! Quizás para otras y con otras personas sí, pero entre la familia no hay eso. Mi esposo siempre sabe dónde estoy y qué hago; y lo mismo desde este lado, y mi hija aún cuando es pequeña, sabe lo que hacen sus papás, sabe cómo pensamos y sabe incluso cómo sería nuestra forma de actuar ante diferentes situaciones. Como en todo, podemos no estar de acuerdo y lo platicamos, hacemos consensos y tomamos decisiones como familia, pero definitivamente los secretos no son parte de nosotros”.
El valor de comprometerse está en el compromiso, eso nos ayuda a convertir una promesa en realidad, a pesar de las adversidades, nos hace esforzarnos al máximo para conseguir nuestro objetivo, planeando el camino que vamos a seguir.
Creo que tener una relación es un gran compromiso, es una verdadera disciplina, pero el resultado es increíble, ya que vale la pena brindar de sí mismo a alguien que hará lo mismo.
Nos leemos para la próxima…