Patricia Mora, presidenta de AMPI Cancún, comparte su visión sobre el sector inmobiliario, destacando la importancia de la sustentabilidad, la regulación y la planificación estratégica para garantizar un crecimiento ordenado y responsable
Cancún, una ciudad vibrante y multicultural, continúa posicionándose como uno de los destinos turísticos y de inversión más relevantes en México y el mundo. Con más de cuatro décadas de crecimiento sostenido, el mercado inmobiliario local se ha convertido en un motor clave para el desarrollo económico y social de la región. Sin embargo, este crecimiento conlleva grandes desafíos, como la necesidad de planificación urbana, sustentabilidad y profesionalización del sector.
En este contexto, la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) juega un papel determinante, al impulsar la regulación y el desarrollo ético del mercado. Patricia Mora, presidenta de AMPI Cancún, no solo ha sido testigo del crecimiento de la ciudad desde sus inicios, sino que también ha contribuido a su transformación con un firme compromiso con la profesionalización y el cuidado del entorno.
Con más de 14 años de experiencia en el sector y una trayectoria marcada por su pasión por Cancún, Patricia Mora detalla cómo la AMPI trabaja para fortalecer la industria mediante capacitaciones, normativas y alianzas estratégicas. También reflexiona sobre el impacto personal y profesional que ha tenido vivir en esta ciudad, dejando en claro su compromiso de retribuir a la comunidad que la ha formado.
En una enriquecedora conversación, en la recta final al frente de AMPI Cancún, reflexiona sobre los avances logrados durante su gestión y los desafíos que enfrenta el mercado inmobiliario de la región, destacando los esfuerzos realizados para fortalecer la profesionalización, fomentar la sostenibilidad, y garantizar que Cancún crezca de manera planificada y ordenada.
LA ENTREVISTA
¿Cómo recibiste AMPI Cancún y qué significó para ti asumir este compromiso como empresaria y mujer?
Llegar a la presidencia de AMPI Cancún fue un paso importante en mi carrera, pero no fue algo que sucediera de la noche a la mañana. Estuve tres años como secretaria en la mesa directiva y desde el 2015 formo parte de la asociación. Esa experiencia me permitió aprender y prepararme. Cuando finalmente asumí el cargo, encontré una asociación ya muy bien posicionada gracias al trabajo de los presidentes anteriores.
AMPI Cancún tiene una trayectoria de 47 años, y desde su fundación por Luis Arce, ha crecido significativamente. Cuando llegué, éramos alrededor de 136 socios; hoy somos 170, un incremento del 20% durante mi gestión. Recibí una asociación con bases sólidas y me enfoqué en dar continuidad a las iniciativas clave, especialmente en profesionalización y posicionamiento.
¿Cuáles fueron tus principales prioridades?
Mi enfoque principal fue la profesionalización del sector. Trabajamos en la implementación de la matrícula inmobiliaria, asegurándonos de que nuestros socios estuvieran capacitados y alineados con las leyes actuales. Esto incluye cumplir con la Ley Inmobiliaria, que se inició en 2014 pero ha requerido varios ajustes para adaptarse a las nuevas realidades del mercado.
Para los agentes inmobiliarios particularmente se lograron beneficios como el costo de las credenciales para los que estamos certificados, era de 12 mil pesos más o menos y se redujo en alrededor de 3 mil pesos (establecidos en UMAS); la vigencia que era de dos años y ahora es de cuatro, aunque cada año se tienen que estar capacitando para la renovación; además, se logró que en la credencial ya venga la foto, porque antes no tenía la foto, ya se logró que se ponga la foto.
Otro pilar fue el fortalecimiento de la capacitación. Nos enorgullece que AMPI Cancún haya obtenido el tercer lugar a nivel nacional en esta área. Incluso logramos la graduación de la primera generación de nuestra universidad, un proyecto que marca un antes y un después en la preparación de profesionales inmobiliarios en la región.
¿Qué logros destacarías en cuanto a eventos y foros?
Los foros que organizamos rompieron paradigmas. Anteriormente, los foros reunían a unas 300 personas, pero nosotros duplicamos ese número. En los últimos dos años, alcanzamos aproximadamente 650 asistentes por evento. Nos enfocamos en crear contenido de alto valor y aprendizaje, y los resultados fueron tan positivos que la AMPI nacional nos pidió organizar un foro nacional en Cancún. Aunque este proyecto no será inmediato, estamos trabajando para que sea una realidad en 2026.
¿Cómo ha cambiado el mercado inmobiliario en Cancún en los últimos años y cómo ha respondido AMPI a estos cambios?
El mercado ha evolucionado drásticamente. Antes, la construcción era menos regulada; ahora, hay un enfoque mucho mayor en la planificación y el respeto al entorno. Por ejemplo, la zona de Huayacán y Colosio han experimentado un crecimiento exponencial, con proyectos más ordenados y responsables.
Desde AMPI, hemos trabajado estrechamente con las autoridades para fomentar regulaciones claras y evitar la sobre regulación, que puede ser contraproducente. Además, estamos impulsando la digitalización para garantizar transparencia y eficiencia en los procesos.
¿Qué papel juegan las nuevas inversiones y la infraestructura en el crecimiento de Cancún?
La infraestructura es clave para el desarrollo de cualquier ciudad, y Cancún no es la excepción. Durante mi gestión, hemos sido testigos de inversiones millonarias en cuestión federal, como la modernización del Bulevar Colosio ($1,115 millones de pesos), la construcción del Puente Nichupté ($7,847 millones), y el nuevo aeropuerto ($3,200 millones). Estas obras no solo mejoran la conectividad, sino que también potencian el valor del mercado inmobiliario.
En zonas como Huayacán, el precio promedio por metro cuadrado ronda los $38,000 pesos, mientras que en Puerto Cancún y Costa Mujeres llega hasta los $75,000. Este crecimiento refleja un mercado dinámico y lleno de oportunidades.
¿Cuál es tu perspectiva sobre el desarrollo sustentable en Cancún y cómo debe gestionarse?
Estoy totalmente a favor del desarrollo sustentable, pero debe ser un crecimiento bien planificado y responsable. Llegué a Cancún hace 48 años, cuando era un lugar lleno de verde, y creo que debemos mantener esa esencia. Entiendo que necesitamos responder a las necesidades de la ciudad, pero siempre con una visión de armonía entre el desarrollo y la naturaleza. Hoy contamos con excelentes servicios en el sector restaurantero, hotelero e inmobiliario; esa calidez es lo que hace que el turismo regrese, pero debemos cuidarla como parte de nuestro compromiso con Cancún.
¿Qué importancia tiene la sustentabilidad en los nuevos desarrollos y cómo la promueve AMPI?
La sustentabilidad es clave, y en AMPI trabajamos para fomentarla a través de capacitaciones y foros. Platicamos mucho y promovemos sobre priorizar el diseño inteligente, que reduzca el uso de recursos desde su origen. Por ejemplo, con una buena orientación de las ventanas o el uso adecuado de materiales, puedes evitar incluso la necesidad de paneles solares. También promovemos sistemas como biodigestores y reciclaje de agua, algo que con satisfacción vemos que ya hay bastante en la Ruta de los Cenotes; con todo eso, aseguramos que cada decisión tomada hoy tenga un impacto positivo a largo plazo.
¿Qué tipo de proyectos son los más demandados actualmente en el mercado inmobiliario de Cancún?
Hay una alta demanda de departamentos con un ticket promedio de entre 2.7 y 4 millones de pesos. También hemos visto un incremento en solicitudes de oficinas, locales y, sobre todo, bodegas. Esto último está muy relacionado con proyectos como el Tren Maya y el nearshoring, ya que muchas marcas buscan establecer centros de distribución en la región. Sin embargo, vemos una disminución en las casas grandes de cuatro o cinco recámaras, ya que el mercado está migrando hacia opciones más compactas y funcionales.
¿Qué medidas se han implementado para profesionalizar el sector inmobiliario en Quintana Roo?
Hoy la ley inmobiliaria es muy clara y exige que todos los asesores tengan matrícula. Esto es fundamental porque asegura que los agentes estén capacitados y regulados. En SEDETUS hay un registro público donde se pueden verificar las matrículas, y actualmente contamos con cerca de 900 agentes registrados en el estado, aunque sabemos que existen entre 3,000 y 4,000 personas ejerciendo. Quien no está regulado, simplemente no está comprometido con la formalidad ni con ofrecer certeza jurídica a los clientes.
¿Cómo percibes el impacto de la inseguridad en el mercado inmobiliario?
Aunque la inseguridad es un tema importante, no suele ser un factor decisivo para los inversionistas que ya han puesto sus ojos en Cancún. Claro, hay zonas donde el índice delictivo puede desalentar las compras, pero en general, los compradores buscan estabilidad y confían en el potencial de la región. Lo que sí afecta más directamente es al turismo, y por eso debemos seguir trabajando en mantener a Cancún como un lugar seguro para todos.
¿Cuál es tu visión para el futuro del mercado inmobiliario en Cancún?
Veo y quisiera un Cancún moderno, bien planificado y sustentable, con vialidades eficientes y sistemas de movilidad inteligentes. Es fundamental cuidar nuestra seguridad y establecer reglas claras que fomenten inversiones responsables, cuidar muchísimo el entorno, el medio ambiente. Debemos pensar a largo plazo, no solo en el beneficio inmediato, para garantizar que Cancún siga siendo una ciudad atractiva y funcional por décadas.
¿Qué lecciones te deja tu experiencia en la presidencia de AMPI Cancún?
Ha sido una experiencia enriquecedora y llena de aprendizaje. Trabajar de la mano con autoridades, socios y otras asociaciones me ha permitido crecer profesional y personalmente. Lo que más valoro es la sinergia que logramos, sin distinción de género, y el respeto que nos hemos ganado en el sector.
Mi principal satisfacción es haber contribuido a que AMPI Cancún se mantenga como un referente nacional en profesionalización y compromiso con el desarrollo responsable. Me voy con la certeza de que dejamos bases sólidas para continuar creciendo.