La exención del 100% de impuestos sobre la renta y sobre la construcción para empresas extranjeras por un periodo de 15 años, la exención del 50% del impuesto a extranjeros residentes sobre la propiedad inmobiliaria y la exención de impuestos sobre transferencias inmobiliarias son algunas de las importantes políticas que implantó el gobierno dominicano para fomentar la inversión turística en el destino caribeño, cuya oferta hotelera actual alcanza las 70 mil llaves.
Otra acertada política es la de dotar de infraestructura turística a fin de detonar todos sus paradisiacos destinos, como la construcción de tres carreteras (Santo Domingo-Punta Cana, Santo Domingo-Samaná y Jarabacoa-Constanza) y la creación de una nueva terminal de cruceros.
En recursos están imparables en lo concerniente a su promoción internacional, con inversiones que llegan a los 60 millones de dólares dirigidos a sus principales mercados emisores (Canadá, Estados Unidos, Alemania, Brasil y Argentina), y que no distraen en mercados emergentes.
Todos esos factores, y su espectacular belleza natural, han sido determinantes para el desarrollo económico del país gobernado por Danilo Medina, pero también para atraer la atención de otros inversionistas: los mexicanos, que despegaron grandes negocios en el Caribe mexicano e intentan replicar sus modelos de negocios en la nueva tierra prometida.
La inversión turística mexicana en República Dominicana, en la que participan desde luego los cancunenses, es muy reveladora: mil 711 millones de dólares, posicionando a nuestro país en el lugar número cuatro con respecto de la inversión extranjera.
Grupo Chapur, Grupo CocoBongo, Grupo Lorenzillo´s, Grupo Dolphin Discovery, Grupo Karisma, Olympus Tours y Grupo Regio son algunas de las firmas con visión que desean participar de la bonanza dominicana con productos que han probado rentabilidad, para sumar a los atractivos turísticos de la isla, donde hay carencias y mucho por hacer.
República Dominicana los acoge con los brazos abiertos, con humildad y confianza. Sabe el expertise que cada grupo trae, y lo que han conseguido en su lugar de origen, al cual han fortalecido para hacer del Caribe mexicano uno de los destinos líderes turísticos de América y entre los grandes participantes del mundo.
Detrás del Caribe mexicano, República Dominicana es el destino con mayor afluencia en el Caribe, y reconoce la necesidad de ampliar sus atractivos ante la globalización y la apertura de otro monstruo turístico en el área, Cuba.
Su estrategia ha tenido éxito en los últimos años, y va por más, como también los grupos cancunenses, que tras sus primeras inversiones están abriendo sus carteras para otras más. Y ese éxito se atribuye a políticas de Estado fuertes, seductoras, pero sobre todo serias. Requieren inversión, y también productos complementarios de calidad para sumar a su oferta natural. Nos infla el orgullo que sean los líderes cancunenses quienes sigan haciendo exitosas historias en otras latitudes.