A principios del presente año el gobernador de Sinaloa, Mario López Velarde, no quedó muy bien parado cuando, por necesidades políticas, decidió remover de la Secretaría de Turismo de la entidad a Oralia Rice, quien había sido subsecretaria de Planeación en Sectur federal en tiempos de Vicente Fox, y en su lugar nombró ni más ni menos que a su secretario de Seguridad Pública, Francisco Córdova Celaya, quien, como suele suceder, no sabía nada de turismo.
Sin embargo, por el contrario, a mediados de agosto el gobierno de Malova –como se le conoce al gobernador sinaloense- se llevó las palmas cuando su secretario de Desarrollo Económico, Roberto Cruz Castro, innovó en la manera de nombrar al director del Centro de Atracción de Inversiones, al que llaman CIT, un organismo desconcentrado pero dependiente de esta secretaría, en lugar de nombrarlo él directamente, como pudo haberlo hecho.
El nuevo titular del CIT fue designado, según relata la prensa local, por medio de una convocatoria abierta en los medios de comunicación del estado y del país, en la que se establecían una serie de requisitos para ocupar el cargo.
Al llamado a este concurso acudieron 33 aspirantes, lista que se fue depurando hasta llegar a tres finalistas. Los consejeros del organismo votaron y el elegido fue Luis Jorge Galindo, un joven funcionario con conocimiento en la materia y con trayectoria dentro de la Cancillería.
El contrato para Galindo es por un año, al término del cual su trabajo será evaluado para considerar su ratificación. Su labor es sencilla: conseguir que inversionistas foráneos pongan su dinero en algún lugar de Sinaloa, generando derrama económica y creación de empleos en la entidad.
En realidad, esta sencilla labor no es tan fácil. Y más todavía si vemos que Cruz Castro le puso la vara alta al marcarle una meta mínima de 463 millones de dólares, cantidad similar a la conseguida en los poco más de dos años y medio que lleva la administración de Malova.
Ante semejante reto, Galindo tendrá que ponerle mucha atención al ramo del turismo, que el año pasado registró inversiones privadas en el estado por casi 98 millones de dólares, superando los 81 mdd captados en 2011.
Con estos números, Sinaloa se sitúa como la séptima entidad del país con mayor inversión turística, sólo superado por la Ciudad de México, Quintana Roo, increíblemente Guerrero, Baja California, Jalisco y Colima.
Sin embargo, en tanto que de 2011 a 2012 Sinaloa incrementó sus inversiones turísticas, la Ciudad de México, Quintana Roo, Jalisco y Colima disminuyeron su captación de recursos frescos en ese mismo periodo, en tanto que Guerrero y Baja California reportaron incrementos.
De acuerdo con un informe de la Secretaría de Turismo federal, a cargo de Claudia Ruiz Massieu, dado a conocer recientemente por la Sectur de Sinaloa, los 97.88 mdd que Sinaloa recibió de manos privadas en 2012 se canalizaron a 27 proyectos, nueve de los cuales estuvieron en la rama de hospedaje; cinco en alimentos y bebidas; doce en inmobiliaria, y uno en servicios complementarios.
Los proyectos de hospedaje se llevaron 27.37 mdd y el de servicios complementarios, 0.52 mdd, en tanto que la mayor parte, 68.66 mdd, fueron para los turísticos inmobiliarios.
Los destinos que atrajeron estas inversiones privadas, todas de origen nacional, fueron Mazatlán, con 80.41 mdd; Navolato, 11.11 mdd, y Culiacán, la capital, con 6.36 millones.
Pero, a pesar del incremento de 21% en estas inversiones en el último año, de ser uno de los 17 estados que tuvieron crecimiento en sus inversiones, y de haber brincado seis posiciones para llegar al séptimo sitio en el ranking nacional, la realidad es que Sinaloa se está llevando una tajada muy pequeña del pastel, ya que únicamente acaparó el 4.42% de los 2,219.5 millones de dólares que se invirtieron en los destinos turísticos de todo el país el año pasado.
Para tener puntos de comparación, podemos ver que la Ciudad de México captó 380 millones de dólares; Quintana Roo, 325 mdd; Guerrero, con todo y sus problemas de inseguridad que no cesan, además de las guardias comunitarias y los plantones y marchas que interrumpen continuamente la circulación por las carreteras que llevan a Acapulco, registró 279 mdd; Baja California, 162 mdd; Jalisco, casi 121 mdd, y Colima arañó los 112 millones de dólares.
Sin embargo, no hay que perder de vista que, aunque en pequeño, las noticias para Sinaloa son buenas, y la chamba de Luis Jorge Galindo es que sigan siendo buenas y mucho mejores. Y una de estas noticias positivas la dio hace unos días el presidente de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios, Flavio Michel, quien informó que es posible que esté en puerta un nuevo boom inmobiliario, ya que durante los primeros seis meses del año este sector mostró una recuperación de 300%, pronosticando que para el segundo semestre Mazatlán tendrá el mejor cierre de los últimos cinco años.
Michel aseguró que la carretera que llevará de Durango a Mazatlán será un detonante para que turistas de Durango, Chihuahua, Nuevo León, Coahuila, Jalisco y de fuera del país se animen a adquirir propiedades en el puerto mazatleco.
Ya veremos. Pero, por lo pronto, parte de las buenas noticias en Sinaloa es que haya funcionarios que no llegan al puesto por ser amigos del jefe, sino que se ganan el cargo por su experiencia y capacidad. Hasta el momento solamente es uno, pero por algo se empieza. Ojalá y en otros estados hicieran lo mismo.
[editor]Gustavo-Armenta[/editor]