Regresa a México la reunión del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), esta vez se realizará en mayo en la Riviera Maya y se darán cita los principales empresarios, autoridades económicas y seguramente un gran número de jefes y jefas de Estado, la finalidad será cubrir una agenda que impulse la competitividad y la productividad de la región.
El Foro Económico y el gobierno mexicano han definido como principal objetivo de esta reunión crear una agenda renovada con el fin de que la región avance en su integración económica, el viejo y eterno sueño latinoamericano que siempre se ha estrellado contra una pesada historia, dictadores, un sinfín de conflictos locales, y un sinfín de enfrentamientos políticos, aunado a economías muy desiguales.
Esta reunión representa para México un muy buen camino para retomar el liderazgo de la región, y una de las ventajas con la que contamos es que parte de la temática que se estableció es la de hacer un corte de caja en cuanto al avance de la implementación de las reformas estructurales en el caso mexicano. Este análisis podrá servir para dar un contexto al camino que deberán seguir los demás países de la región y poder dar una proyección en conjunto.
La visualización que se pretende hacer en esta reunión, a través de diferentes encuentros y diálogos en torno a las diversas reformas y cambios estructurales que se promueven en la región, se basarán en tres pilares básicos: a) asegurar el fortalecimiento de las instituciones de cada uno de los países; b) la renovación del marco económico, que tiene que ver con las reformas necesarias, así como el cambio y la transformación del marco que regula a las economías latinoamericanas, y c) la visión de largo plazo, en donde se analizarán cuáles son las acciones que la región latinoamericana debe tomar para posicionarse estratégicamente en el futuro.
El Foro Económico hará una gran convocatoria para que puedan asistir los empresarios latinoamericanos más importantes de la región, emprendedores destacados de todos los países, representantes europeos y miembros de las negociaciones del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, también conocido como TPP por sus siglas en inglés, tanto de los diferentes países latinoamericanos como de Norteamérica.
Hace dos meses en Veracruz se llevó a cabo la reunión de los jefes de Estado de Iberoamérica para discutir el rumbo político de la región, ahora hay una nueva oportunidad de reunirse, en esta ocasión con una óptica y en un contexto económico y de negocios, con el fin de revisar lo que se tendría que hacer para enfrentar una difícil situación mundial, en donde los cambios de los paradigmas energéticos y de materia prima, el proteccionismo y los enfrentamientos geopolíticos desbalancean las economías latinoamericanas.
Es importante también tener en cuenta que la región latinoamericana en este 2015 enfrenta un ajuste político. En tres países se llevarán a cabo elecciones presidenciales: Argentina, Guatemala y Haití; también habrá elecciones legislativas: México, El Salvador y Venezuela, así como varias elecciones estatales, regionales y municipales: Bolivia, El Salvador, Colombia, México, Paraguay y Uruguay, entre otras. Además en Brasil se inició un nuevo periodo de la presidenta Dilma Ruosseff, con descalabros de corrupción en Petrobras, la empresa petrolera estatal, lo que implica una presidencia débil con una situación económica complicada.
Los resultados de esta transición política en la región son importantes ya que para lograr las reformas que se necesitan en todos los países será importante alcanzar los entendimientos de la visión planteada y los consensos políticos necesarios para cambiar las leyes.
Este panorama ofrece riesgos y oportunidades, esperemos que en esta reunión se establezca un mapa de ruta que pueda ayudar a la región a recobrar el crecimiento económico, sobre todo ahora que Estados Unidos empieza a recuperarse económicamente y busca crear un bloque americano fuerte para enfrentar a Europa, Asia y el Medio Oriente.