Hace tiempo que vengo leyendo con atención los siempre muy atinados textos de mi colega Fernando Betanzos respecto del quehacer turístico, pero particularmente he observado aquellos que se refieren a la danza de las cifras y el manejo que de las estadísticas hace la Secretaría de Turismo (Sectur) con el uso de su casi inservible Datatur, y algunos otros actores y declaracionistas en consecuencia.
No puedo más que coincidir con el amigo Betanzos, en el hecho nada soslayable de que el Banco de México (BM) ha manipulado impunemente y a su libre albedrío las cifras del turismo en México, ya sea en contubernio con la Sectur o por instrucciones del presidente de la República, con el ominoso afán de subir escalafones en las cifras oficiales de la Organización Mundial de Turismo (OMT) cueste lo que cueste y pase lo que pase.
Coincido con Betanzos en que no es posible avanzar en el ranking internacional del turismo mágicamente y lograr incrementos que ni las más grandes potencias del turismo logran, así nomás de un año al otro.
Cuando Enrique Peña Nieto llegó a la presidencia de México estábamos en el lugar 13 del ranking, y de repente como por arte de magia, en solo un año, escalamos hasta el lugar 10, luego al nueve y ahora estamos increíblemente en el octavo lugar mundial con la supuesta cifra de 35 millones de turistas al año, por supuesto gracias a la magnífica labor de promoción que ha emprendido el Consejo de Promoción Turística de México (CPTM) según nos han dicho y a la casi heroica labor de la entonces secretaria Claudia Ruiz Massieu. Al ritmo que vamos, pronto desbancaremos a todos y nos vamos a codear con Francia, Estados Unidos y España, que reciben 80, 70 y 60 millones de turistas, respectivamente, en números gruesos y cerrados.
Ayer escuché una entrevista del secretario Enrique de la Madrid en la que afirma que mientras el mundo del turismo crece al tres o cuatro por ciento, en México crece al 11%, casi el triple. Sin palabras. Con razón en Quintana Roo ahora se quiere replicar el modelo del CPTM para la promoción, y cómo no si es prácticamente mágico, infalible y contundente, si no ahí están las cifras, y son oficiales ¡eh!…
Otra cosa que me ha llamado la atención últimamente acerca de los movimientos de la Sectur es el reciente anuncio de un Nuevo Modelo de Seguridad para Destinos Turísticos. Estoy ansioso por conocer en qué consiste la novedad y qué nuevas tecnologías habrá de aportar el modelo. En misma entrevista que le hicieran al secretario, solo escuché que el modelo implica la aportación de los empresarios y que estos “acompañen” al sector oficial en la implementación de las estrategias.
Hasta donde tengo entendido la seguridad es algo que compete al Estado, y que es el sector oficial el que está obligado a garantizar la seguridad de los ciudadanos así como de los turistas que nos visitan. Ahora los empresarios van a “fondear y acompañar”… ¿Será esa la única novedad del modelo?
Espero que nos compartan pronto los pormenores de la estrategia y que con ello se borre cualquier asomo de escepticismo seguramente injustificado.
Mientras tanto, esperemos que pronto se resuelvan los temas de migración y se reduzcan las largas colas, se mejoren los accesos en aeropuertos de todo el país, se construya un estacionamiento digno para transportistas turísticos en la Terminal Tres de Cancún, se dote de más personal a la Policía Federal, se libere el transporte en Cozumel, se permita la entrada de Uber en todo Quintana Roo, se limpien las carreteras de anuncios espectaculares, se diseñen leyes de fomento al turismo que contengan verdaderos beneficios fiscales, se arranque de verdad con la promoción en el Caribe mexicano, se solucione el tema de la movilidad en Cancún, ufff. Y tantas y tantas cosas, para que en verdad podamos anhelar como el secretario De la Madrid llegar a 50 millones de turistas en México y estar en la quinta posición del ranking, que parece ser una meta que quita el sueño a muchos. Al Buen Entendedor…