- Mirada empresarial
- Inna German Gómez
- Empresaria
- @Innagg
Si usted como yo es empresario en Quintana Roo, seguro está teniendo una crisis para encontrar colaboradores. Varios de mis colegas me llaman para comentarme lo mismo: no hay gente. ¿A dónde se fueron todos?, ¿Será que los hoteles, abiertos nuevamente, los están acaparando? Sin embargo, puedes observar páginas y páginas de anuncios solicitando gente, tanto en los hoteles viejos como los nuevos; hasta mantas han colgado en algunos.
Es un tema generalizado en todas las industrias. Vamos a analizar: lo evidente es que mucha gente se regresó a sus lugares de origen en la época de pandemia, pero también se han dado cambios en nuestra forma de trabajar y de querer ser contratados.
El fenómeno es todo un cambio social/empresarial. Muchos de nosotros tuvimos que reinventar nuestra vida cuando de pronto nos quedamos sin ingresos en la pandemia; fueron meses que tuvimos que echar mano de los ahorros, los afortunados que los tenían… los que no, tuvieron que verse creativos a la hora de tener que llevar comida a la casa; y lo lograron.
Nos dimos cuenta de un par de cosas: la primera, que trabajar tantas horas no siempre es lo mejor para nuestra familia o salud, y que había forma de tener ingresos sin tener que estar trabajando en una empresa a tiempo completo. Se creó el ‘trabajo en casa’; las generaciones más jóvenes tomaron las computadoras, el internet y empezaron a generar el mismo trabajo que hacían antes, pero con variantes como quedarte en pijama y con la comodidad de tu propio espacio. Además, juntas virtuales más eficientes y cortas que las juntas presenciales.
Cambios sutiles que sumados nos están dando una nueva forma de operar. Nuestro reto como empresarios es ajustar nuestras empresas y abrazar estos cambios, generar puestos diferentes con horarios dispares, trabajo por objetivos, trabajo mejor remunerado, capacitación a distancia, contratar gente que físicamente esté en otras ciudades, incluso países. La verdad es que se abre una cantidad de oportunidades para derivar costos de operación y lo que se pueda ahorrar en eso se puede usar para mejorar los sueldos; también creo que debemos cambiar la forma en la que cubrimos los salarios; podemos empezar a pagar por trabajo realizado, por horas conectados, eso abre el abanico a los trabajadores de tener diferentes objetivos.
Sé que en la industria de hospitalidad, en todas sus variantes, hay puestos en los que necesitamos físicamente a la gente; en este caso vamos a tener que apoyar la creación de escuelas. No la tenemos muy fácil, pero lo único que tenemos que hacer es cambiar lo que hacíamos para subsistir y crecer, como empresas y como comunidad.