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Revista Latitud 21
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Sergio González

  • Al buen entendedor
  • Presidente de la AMATUR
  • Presidente del centro de atención de salud mental y prevención de adicciones «Vital»
  •  sgrubiera@acticonsultores.com

Los oportunistas del turismo…

por Latitud21 Redacción 10 marzo, 2017

 

Como en cualquier ámbito de la economía, la ubicación es importante y las oportunidades se presentan en donde hay flujos de consumidores potenciales. Así hay grandes negocios para crear flujos y hay también pequeños negocios que aprovechan los flujos creados por otros, y no hay pecado en ello, es parte de la economía, de la oferta y la demanda.

El turismo como es lógico no escapa de estos conceptos y en los destinos turísticos hay quienes invierten, desarrollan y generan flujos de turistas y hay quienes con menor inversión aprovechan estos flujos generando ofertas para ellos, es una cuestión de economía.

Lo que no es admisible y no se vale son las prácticas de quienes aprovechando los flujos generados por otros, las oportunidades que genera el mercado, hagan ‘negocios’ sin inversión o con mínimas inversiones para explotar el turismo sin importar el deterioro al medio al ambiente, por ejemplo, sin pagar impuestos, sin que haya conciencia sobre las buenas prácticas de negocios y un sinfín de premisas que simplemente hacen de estos oportunistas del turismo unos mercenarios, pero que además en muchos casos cuentan con la venia de las autoridades en turno, quienes o se hacen de la vista gorda o incluso son partícipes de los ‘beneficios económicos’ que generan estas prácticas ilícitas.

Estoy seguro que a estas alturas de mi texto, a mis ocho lectores ya les vino a la mente más de uno que conocen en esta categoría de oportunistas, porque los hay de todo tipo y en todas partes.

Me referiré a los invasores oportunistas de la Bahía de Akumal.

Con ambición desmedida, oportunistas que no son originarios de Akumal, pseudo guías de turistas, y tristemente también algunos pobladores a quienes les dio acogida, empleo y vivienda, invadieron paulatinamente la principal Bahía de Akumal, atentando contra la paz y tranquilidad que han caracterizado a este hermoso destino por años, con el argumento de que “las playas son públicas”, para comerciar, acosar a turistas y visitantes y explotar de manera indiscriminada la práctica del nado con tortugas.

Sin invertir un solo centavo, argumentan algunos de estos abusivos invasores su derecho a explotar las playas de Akumal presionando a los turistas a comprar sus ‘servicios’ con el falso fundamento de que la ley les asiste y que es necesario y obligatorio contratarles para esta actividad.

Para lograr sus propósitos y hacerse de un modo de vida fácil y sin inversión han invadido propiedades, destruido y modificado accesos y engañado descaradamente a autoridades, bañistas y opinión pública.  Han llegado al punto de sacar a los turistas del agua a empujones si no contratan sus ‘supuestos’ servicios de ‘guía de snorkeling especializado’.

Los intereses de estos invasores no son de recreación y descanso como argumentan falsamente; está fehacientemente comprobado que sus únicos intereses son comerciales a través de visibles prácticas de venta ambulante que llegan hasta el acoso a los turistas.

Semarnat y Profepa han sido instituciones omisas en el asunto y cuando finalmente actuaron y decretaron una Suspensión Temporal, o lo que ello signifique, para la práctica del nado con tortugas, los grupos de cooperativistas organizados, es decir estos Oportunistas del Turismo, levantaron la voz para decir que es injusto que se atente contra su Modus Vivendi. Suena ahora el trillado discurso populista de que “se atenta contra las familias de quienes por años han venido desarrollando esta actividad de manera honesta” y bla bla bla…

Y los legisladores utilizarán por su parte aquellos argumentos también trillados de que “tiene que haber oportunidades para todos y que tendrá que privilegiarse el diálogo” y que bla bla bla…

No señores, no se equivoquen, los Oportunistas del Turismo han acabado con la paz de Akumal, han denigrado su acceso principal y lo están convirtiendo en un balneario popular de poca monta sin importar los derechos de quienes por años han invertido en la zona generando empleos dignos.

La autoridad en sus tres niveles de gobierno está obligada a actuar y ponerle remedio al asunto. Debe habilitar y poner en condiciones las ventanas al mar contenidas en el Plan de Desarrollo Urbano para no permitir la excusa de los cooperativistas de que no tienen accesos, y asegurarse de que se cumpla la ley y no fomentar, en posturas populistas, que sigan apareciendo cooperativistas, que se multiplican y más tarde exigen derechos adquiridos por antigüedad.

Esos explotadores de la Bahía de Akumal son como esos ‘viene viene’ con su franela roja; aparecieron un día por ahí, nadie los necesita, pero llegaron para quedarse.

En próxima entrega comentaré a mis ocho lectores de algunos otros de esa categoría…

La gente mediocre, hace países mediocres…

por Latitud21 Redacción 31 enero, 2017

 

Muchísimos son los llamados “memes”, las cadenas, los videos que evidencian la ineptitud del Gobierno, y las reacciones de todo tipo en redes sociales frente a las más recientes noticias del  incremento al precio de las gasolinas y combustibles.

Rechazo generalizado, ira, frustración y acaso invitaciones a movilizaciones pacíficas y a seguir compartiendo los mensajes a través de las redes sociales es lo que se atestiguó en los últimos y primeros días del año. El país es un desastre…

Pero como en esas películas que empiezan por el final, inserto ahora esta frase: “semanas atrás”… reflexionaba con mi hijo, luego de haber vivido en Alemania por casi un año, acerca de cómo y por qué estamos tan mal en México en tantas cosas. Luego de la experiencia germánica y de vivir en ciudades casi perfectas en todos sentidos, para mi hijo, aunque orgulloso cancunense, resulta incomprensible lo que atestigua día con día en este nuestro sufrido terruño.

Con nostalgia, casi con impotencia, me decía cosas relacionadas con una visión a la que ya estamos acostumbrados. ¿Por qué aquí los postes están chuecos, papá?, con tristeza… ¿Por qué las calles no tienen nombre? ¿Por qué todo nos vale madre?, con frustración.

Pero la reflexión y el cuestionamiento iban más allá. “Aquí todo lo hacemos mal papá; aquí hacemos trampa; permisos y licencias se consiguen si tienes influencias, aquí es la ley del más fuerte, del mejor colocado. Aquí se evade, se miente, se engaña y se hace trampa; qué tristeza me da mi país”.

No puedo más que darle la razón y compartir su pena, lo que me lleva a reflexionar, nuevamente, en que estamos mal aunque nos vaya bien irónicamente, porque somos un país mediocre de gente mediocre, gobernado por abusivos.

Un país es el reflejo del comportamiento y cultura de su gente, siempre he creído eso. Alemania, Suiza, Noruega o Dinamarca son casi perfectos, no solo porque sus gobiernos o líderes no sean corruptos, sino porque Todos sus ciudadanos se comportan bien, hacen lo correcto y no responsabilizan a sus gobiernos por aquello que corresponde a los ciudadanos.

En México, ante cualquier calamidad, por insignificante que sea, culpamos y responsabilizamos de inmediato al gobierno.

Hay muchísimas cosas que nuestros gobiernos hacen mal, su ineficacia, falta de probidad y nulo compromiso están más que demostrados, pero hay otro montón de cosas que los mexicanos hacemos mal, que nada tienen que ver con el gobierno, y la suma de ambos elementos da como resultado la sociedad y el país que tenemos.

Todos los exhortos que llegan cada día en las redes sociales tienen un ingrediente de “ya basta”…Ya basta de malos gobiernos, ya basta de corrupción, no más abusos; muchos contenidos de invitación a reclamarle al mal gobierno, a los pésimos diputados y a exigirles cuentas. Otros tantos también que invitan al No consumo, al paro, al boicot para “mostrar el músculo de la sociedad al mal gobierno”… Me parece muy bien, pero no hay ninguno que nos invite al Ya Basta de hacer las cosas mal, ninguno contiene autocritica.

No se trata solamente de No Permitir el abuso del mal gobierno; no se trata solo de participar activamente en las organizaciones de la sociedad civil, lo cual sin duda hace falta; no se trata solo de denunciar la corrupción. Todo ello es parte, sí, de ejercer como ciudadanos, pero se trata también de romper paradigmas de comportamiento y de cambiar hábitos y esquemas tan mexicanos, por decirlo de alguna manera.

¿Conocen acaso alguno de mis ocho lectores a algún evasor fiscal? Probablemente. ¿Conocéis a alguien que se robe la energía eléctrica? Tal vez. ¿Y conocerán algún impuntual?

No todo lo que ocurre en este país es culpa del presidente. Que Peña Nieto es un imbécil, por supuesto que sí, consumado, pero él y su equipo de maleantes y corruptos asesores solo navegan en medio del mar de la mediocridad, la falta de liderazgo, el conformismo y también la corrupción, que como él mismo dijera es parte de nuestra cultura; no estaba tan errado el del copete.

Me parece que sí es correcto el llamado al boicot y al paro; me parece más que justificada la ira por el incremento a la gasolina y que es justo reiterar una vez más el reclamo porque las famosas reformas, entre ellas la fiscal y la energética, no han servido para nada y no son  más que un engaño, un absoluto fraude. Pero me parece también que para tener un mejor país necesitamos ser también mejores mexicanos.

Como reflexión de nuevo año, querido lector, podrías empezar por cambiar algo en tu más cercano entorno, que no tenga que ver con tu Gobierno sino que dependa directamente de ti.

Le digo a mi hijo que mientras tanto seguiremos estando muy lejos de Stuttgart, pero que vamos a intentar nuevamente y sin descanso un mejor México.

Que México encuentre la senda del triunfo. Ya solo quedan dos años de este martirio.

 

Y sin embargo, se mueve…

por Latitud21 Redacción 2 enero, 2017

 

Me temo que a pesar de todo lo que se lee y se escucha cotidianamente acerca del turismo en México, muy poco saben o muy poco les interesa a nuestros gobiernos este fenómeno, especialmente al gobierno federal.

La asignación de presupuestos, por ejemplo, es totalmente incongruente con la supuesta prioridad que en el discurso se le pretende otorgar a la actividad turística.

El departamento de Migración, como ejemplo, carece de personal suficiente para atender las largas filas de turistas que tenemos en aeropuertos como Cancún, con el consecuente mal servicio, mala imagen y pésima percepción de nuestros visitantes; lo hemos repetido hasta el cansancio en todo tipo de foros y oportunidades, pero parece que simplemente no les interesa. Los delegados hacen su mejor esfuerzo y ponen todo su empeño, pero simplemente no tienen ni presupuesto, ni autonomía para resolver las demandas de los destinos turísticos.

Aduana es un caso similar: insuficiente personal, pocos equipos, lamentable clima laboral, causado por larguísimas horas de trabajo de funcionarios que aunque quieran ya no pueden sonreír.

Policía Federal rebasada por las mismas razones; sabemos de fidedigna fuente que en Quintana Roo se requiere por lo menos el doble del personal actual para poder cubrir eficiente y efectivamente las necesidades de seguridad y vigilancia, pero en los escritorios y despachos de la Ciudad de México esto importa poco, o nada.

Pero no todo es presupuesto o falta de personal, existen también múltiples barreras y obstáculos administrativos, legales o burocráticos que dificultan el desarrollo del turismo. Ejemplos hay muchos, veamos unos cuantos: barreras para las importaciones temporales que hacen tortuosa la organización de convenciones, congresos y exposiciones; leyes confusas y discrecionales, en materia de transporte, favoritismo a sindicatos que impiden la libre competencia; tramitología absurda y complicada tanto para abrir como para operar empresas.

Y si vemos el fenómeno desde el punto de vista legislativo, pues también nos quedan mucho a deber por años los congresistas. No existen estímulos fiscales para el desarrollo de la actividad turística, no existen leyes de fomento ni esquemas que alienten a emprendedores o que faciliten las inversiones para el turismo, por el contrario, abundan las barreras.

Si analizamos a estados o municipios, si bien existe una mayor cercanía y conocimiento de la problemática local, hay también miopía y falta de sensibilidad. Basta ver para ejemplo la absurda, incongruente, insensible y recaudatoria iniciativa reciente del gobernador de Baja California Sur, para imponer un impuesto a los turistas que arriben a los destinos turísticos de esa entidad.  Solo por el hecho de ser turistas, de llegar al estado a gastar su dinero y generar empleos se les cobrará un impuesto especial, producto de la creatividad e inteligencia de este gobernador, su equipo y sus aliados los legisladores. Pareciera que el mensaje es que NO queremos más turistas.  Ya solo les hace falta colgar un cartel en Los Cabos que diga No  trespassing.  Si ya con los taxistas, los problemas de transporte y las invasiones a terrenos en ese destino tenían suficiente, pues ahora un nuevo impuesto…

Y qué decir de aquel impuesto local que de manera ilegal, inconstitucional y arbitraria se inventó el genio de Greg Sánchez en Cancún, que denominó impuesto al turismo y que hasta hoy nos obliga a pagar el 10 por ciento sobre todos los pagos y contribuciones municipales, una suerte de anatocismo municipal, que las administraciones subsecuentes se han negado a eliminar toda vez que significa jugosa recaudación. ¿Y dónde está la prioridad del turismo?

Me pregunto dónde está la prioridad y dónde los deseos de competitividad cuando Cozumel sigue siendo una isla secuestrada por el monopolio taxista…

Del Impuesto al Hospedaje, de su aplicación, del manejo de los fideicomisos de Promoción y su transparencia, mejor ni hablamos, eso se lo dejo Al Buen Entendedor…

Sin embargo, a pesar de barreras y obstáculos, a pesar de la miopía, a pesar de que a los gobiernos no les interesa el turismo, a pesar de las leyes absurdas y de la tozudez recaudatoria con ese único propósito, el turismo es una realidad y un éxito en México y muy particularmente en destinos como Cancún, la Riviera Maya, Puerto Vallarta y Los Cabos, entre otros.

El turismo es un éxito y siempre es una buena noticia, porque tenemos empresarios dinámicos, entusiastas y valientes; porque tenemos una hotelería de vanguardia; porque tenemos parques temáticos que son orgullo de México; porque tenemos muy competitivos centros de convenciones Privados, centros comerciales modernos y atractivos y una gastronomía de las mejores del mundo con restaurantes y restauranteros creativos e innovadores.  Nos va bien en el turismo, porque México es hermoso; porque tenemos una riqueza paisajística, histórica y cultural inigualables y sin duda también por nuestra afamada Hospitalidad Mexicana.  Nos va bien también gracias a las economías del mundo y particularmente a la de Estados Unidos, y no porque los gobernadores vayan a las ferias turísticas. No le debemos a Roberto Borge y sus viajes un  solo turista ni un solo vuelo a Cancún.

Si México recibe alrededor de 30 millones de turistas al año, si solo entre Cancún y Riviera Maya reciben más de 10 millones, si Cozumel es el número uno en barcos de crucero, entre otros logros, se pueden imaginar mis ocho lectores cómo nos iría si no hubiera barreras. ¿Cómo nos iría si por el contrario hubiera un poco de fomento al turismo?

Ojalá algún día se enteren que el turismo es la Gran Alternativa de Desarrollo Económico.

Y sin embargo, se mueve

Si Cozumel fuera una isla de lujo…

por Latitud21 Redacción 1 diciembre, 2016

Recientemente se organizó con mucho éxito y buena convocatoria el 1er. Congreso Nacional de Competitividad Turística en la isla de Cozumel, que contó con la participación del gobernador Carlos Joaquín, no solo para inaugurar el evento sino también como conferencista, lo cual me dio mucho gusto. Normalmente los gobernadores inauguran y se van, pero en este caso para fortuna del encuentro aceptó ofrecer una conferencia y dedicarle tiempo de calidad a la isla. Enhorabuena.

Diversos ponentes tuvimos la oportunidad de exponer ideas y compartir experiencias durante dos días frente a más de 600 entusiastas, ávidos y curiosos asistentes, entre los que había empresarios, emprendedores y jóvenes preocupados por el futuro de Cozumel.

Pero lo importante como en todos los foros y congresos de este tipo son las conclusiones y de manera especial el seguimiento que se dé a las propuestas y ponencias que ahí se recogen, a efecto de que se traduzcan en acción, en planes,  programas y hasta en políticas públicas, en este caso en beneficio del desarrollo turístico de Cozumel y su competitividad.

La reflexión que hice como orador en el congreso y comparto ahora con mis ocho lectores, es en el sentido de que Cozumel tiene todo para ser el gran destino de lujo y sofisticación no solo de Quintana Roo sino de todo el Caribe.  Fernando Barbachano, presidente del Grupo Mayaland, hizo una interesante reflexión al decir que para bien o para mal Cozumel se quedó de alguna manera estancado, en un cierto letargo que se convierte en una muy positiva área de oportunidad, pues al no crecer como sus hermanos Cancún o la Riviera Maya y permanecer con menor desarrollo, hoy se antoja más privado, menos saturado, más atractivo como isla, con la oportunidad de poder atraer a viajeros más sofisticados y menos sensibles al precio. Fernando propuso apostar fuerte por una isla sustentable en donde se privilegie la protección al medio ambiente y los ecosistemas, dándole con ello un enorme valor como destino turístico a diferencia de otros competidores que sufren ya un gran impacto y desgaste. Se habló de vehículos eléctricos e híbridos para la isla, entre otras cosas que se antojan muy interesantes.

El Ing. José Chapur expuso ideas y compartió experiencias sobre cómo aportar valor, la importancia de la calidad en los servicios, el clima laboral en las empresas y los esquemas de valor agregado que hacen la diferencia en la competitividad.

Al escuchar todo eso vuelvo a reflexionar, “¿Y si Cozumel fuera el gran destino de lujo del Caribe, caro y sofisticado…?”. Está cerca de lograrlo, es factible, pero tendrían que suceder una serie de factores para lograr la meta.

Para empezar, el transporte. Una isla como Cozumel no puede y no debe estar secuestrada por un monopolio taxista que responde a los intereses de unos cuantos políticos como Félix González Canto, entre otros, que impiden el desarrollo del destino por su capricho, restándole capacidad para competir dignamente.

Fomento para la inversión. Sería genial si todos los pequeños hoteles de la isla se convirtieran en hoteles boutique dignos de revistas, como hay muchos por ejemplo en Cartagena de Indias, Colombia.  Ello implica esquemas de fomento a la inversión, incentivos fiscales y créditos blandos para la modernización de la oferta hotelera, la capacitación y la incorporación de nuevas tecnologías y know how.

La gastronomía de Cozumel es muy interesante, porque además del toque caribeño y la magnífica oferta del mar con que cuenta, tiene un toque regional con raíces yucatecas que la hace diferente al resto del Caribe mexicano, lo cual podría explotarse mucho más y mejor.

Si el puñado de familias que detentan el poder y el dinero en Cozumel se deciden, si le dan libertad a sus hijos, a los jóvenes, si abren un poco su cartera y su corazón pueden cambiar la realidad de la Isla de las Golondrinas, que tiene todo para ser la gran isla de lujo del Caribe, pero hay que hacer la tarea.

Hay un centro de convenciones en Cozumel, pero no tiene energía eléctrica, así lo dejó Roberto Borge; hay un hermoso malecón, pero en las noches es como un pueblo fantasma, con restaurantes y comercios cerrados. Si bien los turistas de cruceros dejan un ingreso a la isla en compras, esta no puede y no debe depender solo de este segmento de mercado que además no es repetitivo.

Cozumel debe trabajar en el desarrollo de su catálogo de productos y ofertas, generar productos vanguardistas para nichos exclusivos, al tiempo que se sigue aprovechando del segmento Buceo en el que está bien posicionado.

Mejorar la infraestructura, apostar muy fuerte por la calidad, incentivar el desarrollo y liberar el transporte son las asignaturas principales para que Cozumel sea la mejor y más sofisticada isla de todo el Caribe.

 

Travel Mart 29

por Latitud21 Redacción 1 noviembre, 2016

Increíble cómo pasa el tiempo, pero efectivamente celebramos ya la edición número 29 del Cancún Travel Mart, el evento que reúne a toda la industria turística en nuestro destino con el propósito de celebrar acuerdos comerciales con compradores de todo el mundo.

La organización de Coleman y de la Asociación de Hoteles es impecable y la logística funciona casi con piloto automático luego de tantos años de experiencia; sin embargo, me queda la sensación de que circula por los pasillos del evento quizá menos gente de la que esperamos, y quizá sea por esa manía tantas veces criticada de que hay hoteles y otras empresas que no asisten formalmente al Travel Mart, aunque sí se beneficien con la visita de mayoristas y agentes de viajes de todo el mundo que se quedan en la ciudad por dos o tres días; en fin, no se les puede obligar y cada uno es libre de recibir y atender a sus clientes y compradores potenciales como mejor le parezca. Quizá dentro de poco ya no existan más ferias turísticas, toda vez que ya no hace falta firmar contratos en papel y que las nuevas tecnologías han cambiado tendencias y hábitos de consumo, ya muchas veces dicho. Quizá también las ferias sigan existiendo pero evolucionando para ofrecer distintos servicios y beneficios a sus asistentes que los originales propósitos de estas.

Lo que sí resulta de enorme beneficio es que cuando menos durante un día completo tenemos juntos a gobernador del estado y secretario de Turismo hablando todo el día de turismo, escuchando propuestas, siendo receptivos a nuestras inquietudes e inaugurando empresas y servicios. Eso en verdad es genial y bien que nos hacía falta esta nueva energía.

A diferencia de Roberto Borge, que llegaba siempre con horas de retraso y nos hacía perder el tiempo a todos en una total falta de respeto, el gobernador Carlos Joaquín llegó puntual a la cita. Si se retrasó el acto inaugural fue por los reporteros, que siguen empecinados en la entrevista de banqueta en donde rodean al hombre dejándole apenas espacio para respirar. A ver si un día evolucionamos en esto.

Interesantes los discursos de alcalde, presidente nacional de la Asociación de Hoteles; brillante y valiente el de Carlos Gosselin, y desde luego alentadores los mensajes del gobernador y el secretario de Turismo. Ya estábamos aburridos del gastado discurso Borgista de que los destinos están repletos gracias a sus viajes de promoción y a la conectividad conseguida gracias a la “magia” de sus fantásticas negociaciones, desde luego nada más falso.

Observé también la enorme diferencia con la cercanía de la gente. Recuerdo que en las anteriores ediciones del Travel Mart, así como en otros muchos eventos, para la gente era prácticamente imposible acercarse al gobernador y sus escoltas eran como rudos soldados que formaban vallas infranqueables; atestiguamos ahora con agrado la sencillez de Carlos Joaquín y su disposición al saludo, al apretón de manos y la fotografía con quien se lo solicite, ante la venia de su reducida escolta. Enhorabuena.

Muy interesante también que aprovechando una vez más el marco del Travel Mart, el grupo AMResorts que comanda Alex Zozaya se anote un par de goles inaugurando nuevas propiedades que se suman a la atractiva y competitiva oferta hotelera de nuestros destinos turísticos en el Caribe mexicano; dos nuevos hoteles, Dreams Playa Mujeres y Breathless Riviera Cancún, con muy innovadoras instalaciones vienen a enriquecer nuestro amplio catálogo de productos y ofertas. Felicitaciones para Alex y todo su equipo.

En la comida oficial con el gobernador y el secretario de Turismo tomé la palabra para expresar una vez más y como siempre que necesitamos de la interlocución del secretario y de su gestión de calidad ante el Congreso, para que podamos tener una Ley de Transporte que privilegie el libre derecho de los turistas y ciudadanos para elegir el tipo de transporte que más convenga a sus intereses. El secretario tomó nota.

Y ya entrados en el tema, me pregunto cuánto faltará para que se libere el transporte en Cozumel… ¿Cuánto faltará para terminar con el monopolio taxista en esa Isla?

¿Por qué una empresa que obtenga permisos de servicio público federal en la modalidad de turismo, de la correspondiente autoridad, no pueda ejercerlos y explotarlos sin ser acosada y amenazada por el gremio taxista?…  ¿Cómo es eso posible en el siglo XXI?…

Espero que muy pronto se despejen las incógnitas y que al mismo tiempo opere Uber, que dicho sea de paso no representa competencia para los taxistas, atienden a distintos mercados…

 

 

 

#Uber se queda

por Latitud21 Redacción 30 septiembre, 2016

Al momento de escribir estas líneas es la víspera de la toma de protesta del nuevo gobernador en Quintana Roo, don Carlos Joaquín González, quien cuenta con el apoyo y beneplácito de prácticamente toda la población del estado, con la excepción claro está de quienes quedaron fuera y quienes intentaron infructuosamente descalificarlo y bloquearle el camino.

Cuando estas líneas salgan a la luz ya sabremos todos quiénes integran el nuevo y flamante gabinete que será el responsable de coadyuvar para que el gobernador nos lleve a nuevos y mejores destinos y para que los quintanarroenses podamos recuperar la capacidad de soñar, capacidad que la corrupción nos ha arrebatado.

Entre uno de tantos retos está el de modernizar la Ley de Transporte en Quintana Roo, pero no solo por como pensarían algunos, para que entre Uber y se quede legalmente, sino mucho más allá de eso, para contar con un instrumento normativo moderno y acorde a la nueva realidad de un estado tan dinámico como lo es el nuestro.

Las regulaciones de hoy día han quedado rebasadas ante el crecimiento de las ciudades, las nuevas demandas de ciudadanos y visitantes y la incorporación de nuevas tecnologías. Hoy se debe hablar de Movilidad Sustentable más que simplemente de transporte.

La Movilidad Sustentable implica nuevas y mejores formas de transporte que favorecen al peatón, el uso de la bicicleta como medio de transporte público y sistemas de transporte tan eficientes que sustituyan el uso del automóvil.

Deben favorecerse escenarios que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos y que mejoren también la experiencia turística, reduciendo tiempos, mejorando los entornos y paisajes al transportarse y protegiendo al medio ambiente entre otros aspectos.

La actual Ley de Transporte en Quintana Roo no contempla lógicamente ninguno de esos aspectos al haber sido publicada hace 20 años, cuando el entorno y las condiciones eran muy diferentes; y aún más grave, el Reglamento de la propia Ley data de 1986, tiene 30 años, lo que de suyo lo hace inoperante e ilegal pues no puede un Reglamento ser anterior a una Ley.

Es decir que no se trata de adecuar la ley para que entre un actor como Uber o no, o para favorecer o no a los gremios taxistas o transportistas de carga. Se trata de crear un instrumento que contenga políticas de transporte orientadas al ordenamiento de las ciudades que reconozca y armonice todos los elementos, que considere los derechos y obligaciones de todos los actores, la gama entera de vialidades y su articulación, desde andadores, veredas y ciclovías, hasta las grandes avenidas y carreteras del estado.

Una nueva y moderna Ley de Movilidad Sustentable en el estado debe privilegiar ante todo el libre derecho de los usuarios, ciudadanos y turistas a elegir el tipo de transporte que más convenga a sus intereses, que mejor satisfaga sus expectativas y por ende que contribuya de mejor manera a su calidad de vida.

Una nueva ley debe favorecer también la libre convivencia entre los señores taxistas y plataformas tecnológicas como Uber, así como otras opciones de transporte, incluido el transporte urbano lagunar, por ejemplo, como ya se hace en muchas ciudades del mundo. Ojalá también que en Cozumel se favorezca la incorporación del transporte urbano de calidad hoy inexistente.

No se trata de favorecer a un grupo o a otro, de lo que se trata, como ya comentaba en este espacio en mi entrega anterior, es de que el ciudadano sea el centro de los proyectos y quien se beneficie de las iniciativas.

Los taxistas tienen derechos y merecen ser tomados en cuenta, pero los ciudadanos deben tener el derecho de elegir y ese es un derecho mayor, por esa razón yo creo que #Uber se queda y no por otra, y estoy seguro que ambos servicios pueden convivir y compartir algunos segmentos de mercado; debe favorecerse a la libre competencia.

El que no se queda en el gabinete es quien esto escribe, pero eso es por decisión propia y no por otras razones que algunos podrían especular.

Mi agradecimiento sincero al gobernador Carlos Joaquín por haberme tenido en cuenta para su equipo de transición y por la oportunidad de haber podido contribuir en esta maravillosa nueva etapa de construcción. Estoy seguro que Quintana Roo y sus habitantes podremos soñar de nuevo.

Hasta la próxima…

 

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