Vid Mexicana, liderada por Luis Gómez, impulsa la democratización del vino en México, en un mercado que crece en consumo, producción y reconocimiento internacional
La cultura del vino en México está viviendo una de sus etapas más emocionantes. Si bien aún queda camino por recorrer para estar al nivel de los grandes consumidores mundiales, cada día más mexicanos eligen esta bebida como parte de su estilo de vida. Luis Gómez, CEO de Vid Mexicana, es uno de los principales promotores de esta evolución, convencido de que el vino nacional está en un momento de crecimiento histórico.
“Alrededor de 208 millones de botellas al año se consumen en México”, comparte Gómez, al subrayar que aunque el porcentaje de personas que beben vino sigue siendo pequeño -apenas un 5% de la población-, la cifra representa ya a unos 6.5 millones de consumidores. Esto se traduce en cerca de 20 litros por persona al año, es decir, unas dos botellas al mes.
El CEO de Vid Mexicana destaca cómo, en apenas una década, el consumo per cápita pasó de 250 mililitros a 1.2 litros, lo que refleja un cambio profundo en los hábitos de los mexicanos. Esta transformación no solo se ve en el consumo, sino también en el reconocimiento internacional: etiquetas nacionales han triunfado en concursos como el Concours Mondial de Bruxelles y el Concours International Des Cabernets, donde el Don Leo Cabernet Sauvignon Reserva fue premiado como el mejor Cabernet del mundo.
Retos importantes
Gómez señala que, actualmente, al menos 16 estados en el país cuentan con producción vitivinícola, con Baja California, Guanajuato, Querétaro y Coahuila como líderes. Además, regiones como Aguascalientes, Zacatecas y San Luis Potosí están impulsando sus propios proyectos con apoyo estatal.
Sin embargo, la producción enfrenta retos importantes. “La amplitud para urdir vino se desarrolla a través de entre 7 mil y 8 mil 500 hectáreas de vitis vinífera, lo que sigue siendo una capacidad limitada frente a la demanda local”, explica Gómez. Esta falta de producción nacional ha abierto espacio para la importación de vinos, aunque el apetito por los productos nacionales sigue creciendo.
El sueño de democratizar el vino
“Vid Mexicana nace de un reportaje en la revista Entrepreneur sobre el vino mexicano”, recuerda Gómez. Impulsado por el entusiasmo, decidió mapear las etiquetas nacionales disponibles y encontró más de mil, aunque pocos consumidores podían nombrar siquiera diez bodegas. Así surgió la idea de crear una tienda online y un club de vinos que acercara a los mexicanos a su propio producto.
Desde su fundación en 2016, Vid Mexicana ha buscado eliminar las barreras de acceso al vino a través de un lenguaje cercano y amigable. “Queremos que las personas entren al mundo del vino sin temor a preguntar, que disipen sus dudas de manera sencilla y honesta”, afirma.
Hoy en día, Vid Mexicana cuenta con un catálogo de más de 3 mil vinos, de los cuales mil 600 son etiquetas mexicanas pertenecientes a 280 productores nacionales. “Una vez que el consumidor nos descubre, le gusta lo que vive como experiencia”, sostiene Gómez.
Modelo omnicanal que sigue creciendo
El éxito de Vid Mexicana no se limita a su tienda en línea. “Tenemos presencia en marketplaces como Amazon, Mercado Libre y Walmart, además de canales tradicionales como centros de consumo y venta directa”, detalla Gómez. La estrategia omnicanal le ha permitido a la empresa expandir su alcance de manera significativa.
“El e-commerce brinda acceso a todo el mundo a este fascinante universo del vino y con ello, alcances y oportunidades de negocio sin límites”, concluye Luis Gómez, confiado en que el vino mexicano seguirá encontrando nuevos espacios en las mesas y corazones del país.