La principal limitación a la que se enfrentan los investigadores, tiene que ver con la estructura de implementación de la política científica en turismo.
Investigadores de diversos destinos de Latinoamérica, denunciaron que los gobiernos de sus países no consideran prioritario fondear investigaciones sobre la relación turismo-pobreza, a pesar de que es un fenómeno de desigualdad que muchos comparten.
En el marco del foro de análisis titulado “Los retos de la investigación turística en México”, de la Asociación Mexicana de Investigación Turística (AMIT), una investigadora de Perú señaló que en su país hay seis millones de pobres, los cuales se presentan paradójicamente en los destinos turísticos, como Los Andes o el sur andino; mientras que en Acapulco existen 69 comedores comunitarios, lo cual es indicador del nivel de pobreza que se traduce en un modelo turístico fracasado.
En ese sentido, el ponente Basilio Verduzco Chávez, lamentó que más de 50 millones de pobres en México no sean suficientes para que instituciones como el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), considere fondear investigaciones sobre el turismo, encaminadas a reducir la pobreza.
Consideró que será muy difícil resolver los problemas en materia de desigualdad sin entender cuáles son sus determinantes y cómo se manifiestan de manera distinta en cada una de las actividades económicas y en las distintas regiones.
Señaló que la principal limitación a la que se enfrentan los investigadores, tiene que ver con la estructura de implementación de la política científica en turismo. “Toda la estructura de diseño de política pública no ha asumido esto como un reto importante, los investigadores topamos con pared cuando proponemos esto”, dijo.
Afirmó que toda la economía mundial está transitando hacia la economía del conocimiento, lo que significa que todos los procesos productivos y todos los procesos de cambio social están siendo entendidos con base en uso intensivo de conocimientos. No obstante, dijo, los gobiernos no han entendido bien su misión en término de las aportaciones que puede hacer la generación de conocimientos especializados por tema y por región, para entender la naturaleza de los problemas sociales en los que hay que intervenir.
“Si tenemos la relación crecimiento turístico y pobreza en un mismo destino, la pregunta es: ¿Qué está pasando ahí? ¿Cómo explicamos eso? Y generar conocimientos sería importante. Pero creo que ni en el Conacyt, ni en la Secretaría de Turismo federal… a nivel estatal está la situación más difícil y a nivel municipal, ni existe como tema”, lamentó