Educación o Civismo

por ahernandez@latitud21.com.mx
  • Mirada empresarial
  • Inna German Gómez
  • Empresaria
  • @Innagg

 

En el diccionario de la Real Academia Española si buscan la palabra ‘Educación’ dice: Instrucción por medio de la acción docente. Cortesía, urbanidad.

Y si buscamos la palabra ‘Civismo’: Celo por las instituciones e intereses de la patria. 

Comportamiento respetuoso del ciudadano con las normas de convivencia públic. Pero ambas son sinónimos una de otra. 

¿Por qué empiezo un artículo dando definiciones de un diccionario?  La respuesta es porque parece que en nuestro país se han olvidado ambas palabras. Nuestros representantes de elección popular, llámese senadores y diputados, las han borrado de su vocabulario; peor aún, no consideran que deban ser parte de su comportamiento de vida.   

Los cargos de representación popular requieren de trabajo y compromiso, la responsabilidad de representar a cientos de mexicanos con necesidades particulares en función a su lugar de residencia es inmensa. Los senadores y diputados son los responsables de dar certeza jurídica a nuestro país, mediante la modificación y creación de leyes en función a las diferentes necesidades que tenemos todos. Ahora con la moda de los ‘influencers’, nuestros elegidos confunden su misión. Deben recordar que fueron votados para representarnos, no para ser populares. Hay momentos en que me siento como el famoso juego de ‘serpientes y escaleras’: vamos felices avanzando, tiramos el dado y nos toca una casilla con una serpiente que nos manda casi al inicio del tablero. Así estamos ahora tirando dados y cayendo casillas. Me gustaría saber en realidad cuantas propuestas de leyes realmente provechosas propusieron nuestros representantes, ¿Cuántos cambios, necesarios, hicieron en las ya existentes? La tecnología sigue avanzando y aún no tenemos leyes que establezcan directrices en ese sentido, por pensar en un tema en específico, porque son tantos. En lugar de perder la compostura, educación, civismo, urbanismo, cortesía, ciudadanía, finura, y puedo seguir poniendo sinónimos, deberían atender lo importante. Nuestro país necesita tomar un rumbo más certero y eso sólo se puede lograr si nuestros representantes se alinean con las necesidades ciudadanas, fijándose rumbos de crecimiento. Si hay certeza jurídica los capitales llegan y se crea un círculo virtuoso de inversión, creación de fuentes de empleo y más cobros de impuestos. Todos ganamos en ese esquema, pero seguir creando serpientes sólo nos regresa casillas que en la metáfora significa decremento económico.  

Inna German Gómez
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