Este indicador muy monitoreado por expertos, es un elemento invisible, pero totalmente identificable en el bolsillo de las personas
Es normal que el costo de los productos que consumimos en la vida diaria se eleve continuamente cada año; es algo a lo que los ciudadanos estamos acostumbrados, pero a veces el alza es demasiado, lo cual afecta nuestra economía familiar y genera un malestar general. Esto es consecuencia de la inflación, ese temido indicador que genera revuelo y que a todos disgusta.
Y si bien hablar de este y otros términos económicos pareciera cosa de analistas financieros, la realidad es que todos debemos estar pendientes de ello, para que nuestro bolsillo no sea vea tan afectado.
En términos sencillos, la inflación está relacionada con el aumento desordenado de los precios, por un periodo de tiempo prolongado. Niveles moderados son lo ideal, porque significa que la economía aumenta en todos los ámbitos, incluido el de los salarios y nuestras posibilidades de ahorro e inversión. El problema es cuando se dispara, y como consecuencia, tanto la economía general como los bolsillos de los ciudadanos se ven afectados.
Particularmente este cierre de año, las cifras reconocidas al respecto no son muy buenas (lo cual comprobamos cada que pagamos la cuenta en el súper o el recibo de los servicios básicos), pero, además, los pronósticos para el próximo año no son muy alentadores, así que es necesario cuidar un poco más los ingresos y hacer que tenga un rendimiento mayor.