Dulce medicina

por Latitud21 Redacción

Con apenas un año en el mercado, los productos derivados de miel melipona de la marca Maya Bacab tienen una amplia demanda en el mercado nacional e internacional

A través de la obtención y comercialización de miel de abeja melipona y otros productos de la colmena, Maya Bacab, empresa que nació hace tres años como un proyecto de investigación, busca revalorizar todo lo concerniente a la cultura ancestral maya, a la vez que da a conocer muchas de las propiedades que tiene dicha miel.

Daniela Hernández, fundadora y directora general de Maya Bacab, destacó que desde 2017 iniciaron la comercialización de productos derivados de la miel. “Somos apicultores, tenemos 90 colmenas, trabajamos con cinco comunidades que nos apoyan en el cuidado y tenemos 30 colmenas de meliponas repartidas entre Leona Vicario, Lázaro Cárdenas y Carrillo Puerto,  además les compramos a los productores porque a veces no tenemos suficiente producto para atender el mercado”.

Asimismo, destacó que la miel melipona tiene un gran valor, ya que es hasta 20 veces más cara que la miel tradicional, debido a que de una colmena de abeja apis se pueden sacar de 30 a 40 kilos de miel al año, en tanto que de una melipona solo se obtienen dos kilos; además es mucho más fácil encontrar apis melífera que melipona, porque están en peligro de extinción.

En cuanto a la inversión para el proyecto, Hernández comentó que esta se hizo en etapas; en la primera se destinaron 300 mil pesos para la instalación de colmenas y equipo; en la compra de abejas meliponas gastaron 50 mil pesos y unos 400 mil pesos más en toda la infraestructura necesaria para la producción.

Acerca de los empleos que genera la empresa comentó que actualmente cuentan con cinco apicultores, más una familia que se encarga del trabajo de envasado y etiquetado de los productos.

Hoy en día Maya Bacab comercializa diversas presentaciones de miel, entre las que destacan la miel pura, con panal, con vainilla y ‘jarabe de los dioses’, que es un afrodisiaco natural y que contiene miel, polen y jalea real; también se hacen combinaciones de miel con chile habanero, canela y recientemente prueban con cacao.

Adicionalmente incursionan con otros productos derivados de la miel, como jabones de melipona que sirven para disminuir las manchas de paño y otras de la piel, además de curar el acné, ya que con su uso se logra una limpieza más antiséptica. “También tenemos cremas, pero aún no las estamos comercializando a gran nivel; hacemos bálsamos para labios y quemaduras, y shampús. La miel melipona la vendemos en goteros de 20 mililitros porque la recomendamos para los ojos, ya que cura catarata, conjuntivitis, carnosidades y vista cansada”, dijo.

En este punto detalló que algunos de sus clientes reportan una reducción de hasta dos puntos en su padecimiento de catarata y en algunos casos despareció por completo. “La abeja melipona es diferente, muy selectiva en su dieta, no se para en cualquier flor para cosechar su miel y por eso es más medicinal que la de apis. Trabaja la miel diferente, mucho más ácida y húmeda, el sabor es distinto”. 

De igual forma explicó que los Bacabs son los dioses mayas que protegen la colmena, los padres de la apicultura, “pero también son los dioses que sostienen el universo en los puntos cardinales; cada punto cardinal es un color y en nuestros productos están reflejados esos colores”.

Los productos de Maya Bacab se venden principalmente en hoteles de Cancún, Riviera Maya y Tulum, como Royal Resorts, tiendas shop de los hoteles Catalonia, Hyatt y tiendas de Playa del Carmen.

Sobre los planes de expansión, indicó que debido al interés por parte de muchos turistas, envían productos a Estados Unidos, pero solo por encargo; sin embargo, proyectan hacerlo de manera formal y a mayores niveles. “Estamos pendientes de las certificaciones para exportar a Alemania, pero es una inversión muy grande la que se requiere”.

Por otra parte, Maya Bacab implementa talleres y tours con abejas, tanto de meliponas como de apis, para que la gente entienda el proceso que se sigue en la obtención de la miel y de esa manera la valore más. “Se trata de que vean todo el trabajo que conlleva, desde la forma silvestre en la naturaleza hasta que llega a las manos de quienes la consumen”. (Antonia Rusca)