Los jóvenes Alejandro de la Brena, Alejandro Macías, Cristina Clocchiattim y Francisco Pérez elaboraron una harina a base de grillos con la que buscan contrarrestar los problemas de desnutrición y obesidad.
Los emprendedores originarios de Querétaro destacaron que la elección de los grillos se debe a que “se adaptan muy bien a crecer en ambientes controlados;además, tienen uno de los más altos aportes de proteína”.
Todo comenzó como un proyecto escolar en 2016 durante su paso por las aulas del Tecnológico de Monterrey, lo que después dio lugar a la startup llamada Griyum, la cual pretende impulsar una alimentación saludable y amigable con el medio ambiente.
Con esta harina, alta en proteína, fácil de digerir y de bajo costo, se pueden preparar desde panes y pastas, hasta tortillas y postres.
Actualmente, los jóvenes ya pusieron en marcha la primera granja de cultivo de grillo comestible Acheta domesticus en la comunidad Rincón Ojo de Agua, Querétaro, y capacitaron a cinco pequeños productores para replicar el modelo en otros espacios de la comunidad.
Además, trabajan en la construcción de tres nuevas granjas en Tarimoro, Guanajuato, con el respaldo y apoyo de la Secretaría de Desarrollo Rural y de Agricultura del Estado y la fundación Guanajuato Produce, de acuerdo con un comunicado de la institución.
Cristina Clocchiattim señaló que empezarán a trabajar con los productores para cumplir con la misión de la empresa que es acabar con la pobreza nutricional e impulsar el desarrollo económico para el campo mexicano.
Este proyecto fue reconocido por FEMSA y el Tecnológico de Monterrey con el vigésimo quinto ‘Premio Eugenio Garza Sada Estudiantil’.
«El reconocimiento llegó en un momento perfecto para nosotros, en el que estamos por hacer más inversiones en infraestructura y capital de trabajo para seguir y crecer nuestras operaciones”, afirmó Clocchiattim.