Impuestos a turistas y volatilidad del dólar 

por ahernandez@latitud21.com.mx
  • Carta del Director
  • Amador Gutiérrez Guigui
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Quintana Roo, con su destacado liderazgo en el turismo mexicano, ha implementado en los últimos años estrategias fiscales dirigidas a los visitantes internacionales principalmente. Entre estas medidas destacan el “Derecho de Saneamiento Ambiental”, el “Visitax”, el relacionado con interactuar con los animales marinos, y el de cruceristas, sólo por mencionar algunos, gravámenes destinados a generar ingresos para infraestructura, sostenibilidad ambiental y promoción turística. Sin embargo, el contexto económico actual, marcado por la volatilidad cambiaria que podría intensificarse en enero con la llegada de Donald Trump y los sucesos en la política mexicana, plantea desafíos y oportunidades que merecen análisis.

Los impuestos a turistas tienen un doble propósito: garantizar ingresos adicionales para el estado y reforzar los esfuerzos de conservación ambiental en destinos icónicos como Cancún, Playa del Carmen y Tulum. Según datos recientes, estos gravámenes han generado ingresos significativos que posiblemente se han destinado a mantener playas limpias, mejorar la seguridad turística y promocionar el destino en mercados estratégicos.

Sin embargo, también han generado debates entre empresarios y actores de la industria turística. Algunos argumentan que los costos adicionales podrían desalentar a ciertos segmentos de turistas sensibles al precio, especialmente aquellos provenientes de mercados con monedas depreciadas frente al dólar, dado que se les encarece el venir. 

La paridad del peso frente al dólar es un factor crítico para la economía turística de Quintana Roo, ya que influye en el gasto de los visitantes internacionales y en la competitividad del destino frente a otros mercados globales. 

Una posible depreciación del peso frente al dólar podría beneficiar a Quintana Roo al hacer más atractivo el destino para turistas extranjeros, ya que sus gastos rendirían más en México. Sin embargo, también podría encarecer insumos importados y elevar los costos operativos de los negocios locales. Aunque el dólar pudiera valer más, no siempre es bueno. 

Si el peso se fortalece frente al dólar, los ingresos percibidos en moneda extranjera por parte de los empresarios turísticos podrían verse reducidos. Esto podría afectar la capacidad de inversión en infraestructura y servicios, impactando la experiencia turística.

Ante este panorama, las autoridades y los empresarios de Quintana Roo deben considerar medidas estratégicas para mitigar riesgos y aprovechar dicha situación: Buscar mercados alternos y ampliar la promoción turística en regiones menos dependientes del dólar, como Europa y América Latina.

Aunque las políticas monetarias nacionales no dependen directamente de Quintana Roo, una coordinación con el gobierno federal para proteger la competitividad turística puede ser clave. Impulsar la promoción desde Palacio Nacional sería positivo. 

Esta edición llevamos en la portada una entrevista exclusiva con José Vázquez Ávila, un alto directivo dentro de la Federación Mexicana de Futbol, quien está inmerso en el mundo del negocio del futbol desde hace 40 años y preside la liga Premier (otrora Segunda División del país), un circuito que genera una economía tangible en prácticamente cincuenta ciudades de México. 

El futbol profesional de cualquiera de las divisiones que existen en el país genera empleos directos e indirectos, ventas, promoción, da identidad, espectáculo, apoya al desarrollo social, impulsa la infraestructura deportiva local, y más, inclusive es partícipe del turismo deportivo.