Quintana Roo 40 años

por Latitud21 Redacción

De ser un territorio inhóspito, Quintana Roo se erige como una potencia turística mundial a sus escasas cuatro décadas como entidad federativa

(I de III Partes)

A 40 años de su constitución como entidad federativa de la República Mexicana, Quintana Roo pasó de ser un territorio inhóspito, sin autonomía económica, a una de las entidades más boyantes del país, al cual aporta el 40% de las divisas –7.5 mmdd al cierre de 2013- y el 1.49% del PIB, con una población económicamente activa del 66%. Con una historia rica, tanto como la naturaleza que detonó su vocación, pero no exenta de conflictos que inhibieron por décadas su desarrollo: conflicto armado con los mayas y huracanes que le volcaron al aislamiento.

Hace 40 años Quintana Roo al fin reunió las condiciones necesarias establecidas en el Artículo 73 de la Constitución Mexicana para dejar su condición de Territorio al contabilizar una población de 80 mil habitantes.

El 2 de septiembre de 1974 el presidente de México Luis Echeverría envío al Congreso de la Unión una iniciativa de ley para que Quintana Roo y Baja California Sur se elevaran  a la categoría de estados. Tras la aprobación de las legislaturas estatales, el 8 de octubre de 1974 el entonces Territorio nació como Estado Libre y Soberano.

Y en la construcción de su historia, de Norte a Sur,  participaron una serie de personajes de diferentes procedencias que le han dotado de inversiones y servicios para erigirse como modelo de desarrollo mexicano. A continuación algunos de los personajes que han construido su historia.

 

 

NASSIM JOAQUÍN

Se lee en la historia que “durante el postclásico Cozumel fue el principal punto de escala en la larga ruta comercial que iba desde Campeche a Guatemala y a Honduras. Por tanto ahí se concentraban y comerciaban grandes volúmenes de mercancías de todo tipo y los mercaderes de la isla se convirtieron en una clase política y económica muy influyente”.

Cuestión que con el correr de los años no ha cambiado significativamente, si acaso concentrado en un solo nombre: Nassim Joaquín Ibarra. A él han recurrido presidentes de México, políticos, empresarios de todas procedencias. Su influencia la atribuye humildemente a la popularidad que cobró siendo su hijo el segundo  gobernador constitucional del estado de Quintana Roo, Pedro Joaquín Coldwell (1981-1987), hoy secretario de Energía de México. Pero no. Venía de tiempo atrás, y si no ¿de dónde viene su sobrenombre?: Tatich, “consejero del pueblo”.

Él ha intervenido en prácticamente todas las actividades económicas de la isla: comercio, agricultura y en la distribución de combustible. Pero sobre todas éstas sobresale el turismo, al ser el responsable directo de la creación del primer centro turístico del Caribe mexicano, en los años 60, que le llevó a participar en los ramos de la hotelería y la aeronáutica.

QUINTANA ROO, 40 AÑOS ATRÁS

“… En el año de 1974 establezco ya solo el centro comercial Joaquín. Acababa de cumplir los 30; el terreno fue un obsequio de mi suegra a mi esposa, doña Miguelina, hija de madre cozumeleña y papá irlandés, Óscar Coldwell, un empresario de mucho calibre. Nadie como él tenía entonces la situación económica en la isla: barcos, cocales y empresas de otra índole.

“… Todos (mis hermanos) hemos tenido capacidad comercial, pero yo he tenido una cualidad especial. Cuando Cozumel vivía de la industria chiclera, siendo en éste donde se concentraba, procesaba, empacaba y embarcaba toda la producción de Quintana Roo (para la United Fruit Company) se acostumbraba que la Junta Federal de Mejoras Materiales percibiera los impuestos de la exportación chiclera y se la llevara al centro del país. Se creó una administración con intervención de la Aduana y los comerciantes, que propusimos al entonces secretario de Patrimonio que este presupuesto se aplicara al plan urbano para edificar y pavimentar las primeras calles, lo que aceptó”. En otras palabras, la negociación de Joaquín Ibarra marcaría esa cualidad especial de la que habla y sostiene hasta hoy día con el mismo o mayor peso.

A diferencia de Cancún, creado a partir de un proyecto integral de destino vacacional, en Cozumel la actividad turística se dio de manera casual y gradual, ofertando el día de hoy cinco mil 200 cuartos, constituyéndose como uno de los principales centros de buceo submarino a nivel mundial y liderando el arribo de cruceros con respecto de toda Latinoamérica. Don Nassim hace el recuento:

“Pusimos el primer hotel turístico, Playa Azul, de 20 cuartos, el primero que concesionó el gobierno del territorio en 1965. Entonces la isla, turísticamente hablando, no era nada conocida. Por la época vino un periodista, el señor Humphrey, del Holiday Magazine, a quien atendí a lo largo de un mes. Él publicó un artículo muy interesante de Cozumel, el cual despertó mucho interés y empezaron a llegar reservaciones, solicitudes. Sin lugar a duda era una revista muy leída.

“Para entonces -y desde 1948- yo era accionista de la compañía aérea Tamsa con otros empresarios de Mérida y Ciudad de México, la cual conectaba a Cozumel con todo el territorio. Pero del hotel compartíamos el arrendamiento en sociedad con el señor Manuel Barbachano, en cuya agencia de viajes en la capital yucateca empezamos a promocionarlo y el hotelito agarró movimiento. No había muchos instrumentos turísticos para darnos abasto con el pasaje que nos enviaban los señores Barbachano, fue el momento en que muchos cozumeleños adaptaron cuartos muy bien y empezaron a generarse hotelitos familiares, pero sobre todo fonditas. El turismo que llegaba en aquella época era fuerte en dinero; iba de saco y corbata a restaurantes, tenía capacidad económica de compra.

“Recuerdo que por la época había otro empresario, Chamberlain, quien adaptó en su casa cinco o seis cuartos; ambos partimos a México para promocionar Cozumel con las agencias de viajes. Ya para 1967 Mexicana de Aviación empieza con vuelos definitivos a Cozumel con un avión al que le decíamos “el lechero”. Este suceso de comunicación atrajo a importantes cadenas hoteleras, como Presidente y otras más que poco a poco se fueron instalando, lo que definió nuestro destino. Así es que a Mexicana le debemos mucho; fue la que más contribuyó a nuestro desarrollo turístico. Hoy contamos con vuelos de American, US Air, Continental y muchos vuelos charters”.

Don Nassim Joaquín Ibarra cede sus acciones de Tamsa sin costo alguno a Mexicana en los años 60, “con tal de que entrara a Cozumel, y me hice su representante”. Una década después interviene en la creación de Aerocozumel con la participación de Fernando Barbachano hijo.

“La idea era hacer un puente de comunicación entre Cozumel y Playa del Carmen, así que hicimos una pista; Playa entonces tenía 300 habitantes, pero era un punto que yo veía con mucha perspectiva porque estaba al centro del triángulo: Cancún-Cozumel-Chetumal. Con esta aerolínea llegamos a manejar hasta 890 pasajeros en un día, al principio con un avión Islander para nueve pasajeros, y después con aviones más grandes tipo Trilander, de 18 pasajeros. Liquidé a Barbachano y le compré a Vázquez Raña un avión, DC 3, de 28 pasajeros, de Aerocaribe, y con ésta empecé a crecer: Cancún-Cozumel-Mérida-Tuxtla Gutiérrez. Cuando vendí (Aerocaribe) tenía ya 13 unidades aéreas, era 1988”.

Anterior a la empresa aérea Tamsa, data en la bitácora de la región la línea chiapaneca Sarabia (1942), la cual brindó el primer servicio aéreo del Sureste a través del Circuito Ruta del Caribe: Chetumal-Carrillo Puerto-Cozumel-Isla Mujeres.

QUINTANA ROO, A 40 AÑOS 

“En Cozumel ha sido muy bueno la llegada de cruceros porque es una de las actividades en la que se sostiene su economía. Tenemos tres muelles que estadísticamente reciben a tres mil personas diarias, más las tripulaciones, con evidente capacidad económica. Vea el malecón: hay 17 joyerías de primer orden, es clara muestra de los beneficios que traen al comercio local. Atracan dos mil 196 cruceros, que al menos en 2002 trajeron a tres millones 296 mil pasajeros (agosto 2014: 589 cruceros, con 1.7 millones de pasajeros). Pero es cierto que no trae los mismos beneficios a la hotelería directamente, por lo que a mí sí me interesa que Cozumel tenga promoción turística constantemente, pues participamos dentro de la industria ya que tenemos un hotel, por ejemplo, que tiene que estar publicitándose, como el resto de los establecimientos hospitalarios -cerca de 60- y el campo de golf que pertenece a una franquicia”.

El tema de la promoción, lo de hoy: “Vea usted. Hay países como España y otros que sus gobiernos aportan grandes cantidades para la promoción de sus centros turísticos, cosa que en México ha estado muy limitada. El gobierno debería enfocarse más al respecto ya que es una industria que genera ingresos y empleos. En este periodo (2004)  ha habido dos cambios en la Secretaría de Turismo, cuando ello ocurre entra una política diferente a la otra y pues así no se dan las mejoras. Concluyo que los empresarios de Cancún han hecho un buen papel para posicionar al destino, que ya es conocido en todo el mundo. Pero insisto, necesitamos del respaldo del gobierno. En ese sentido tuvimos anteriormente mucha ayuda de parte de Fonatur, dependencia de la que no sé cuál sea su intervención en el presente”.

QUINTANA ROO, 40 AÑOS A FUTURO 

Lejos quedó la bonanza agrícola y frutícola de Cozumel no obstante la bondad de su tierra. ¿Habría la posibilidad de diversificar la economía de Quintana Roo hacia este campo y no solo dejarla descansar en el turismo? Dice don Nassim: “Yo diría que sí; si los gobiernos pensaran en programas de campo, ganadería y pesca como se debe hacer, sacaríamos más de lo que estamos haciendo ahora. Cozumel tuvo importante producción no solo chiclera, sino de plátano y piña, y de las más sabrosas del mundo por cierto. Pero ya nadie siembra, no existen los estímulos, ni las condiciones. La gente nativa y los que han llegado han optado por esta actividad (turística), y es lógico, la situación económica no es mala”.

**Extractos de la entrevista concedida por don Nassim Joaquín a Latitud 21 Año 2 Número 15 Junio 2004.


NOEMÍ CANTO

QUINTANA ROO, 40 AÑOS ATRÁS

“Llegué recién casada a Chetumal el 7 de enero de 1970, hace casi 45 años. Solo había tres calles petrolizadas: Av. Héroes y sus paralelas Av. Juárez  y 5 de Mayo… ¡No cabe duda que la vi crecer!

La economía giraba alrededor de las importaciones de mercaderías de Belice y la Zona Libre de Panamá. Entre los años 70 y 80 el auge económico era impresionante, la avenida comercial estaba como hormiguero, llena de gente; en los periodos de Semana Santa de esos años los visitantes dormían en la calle, en el parque principal y en los bajos del Palacio Municipal. La devaluación del ´78, con López Portillo, causó mucho daño económico, como también la devaluación del ´82, el TLC, con las persecuciones inclementes a los visitantes y “fayuqueros”: la 5a Zona, “las volantas” (vehículos patrullando las carreteras), y el “error de diciembre” del ´94 acabaron con el auge de la Zona Libre.

QUINTANA ROO, A 40 AÑOS 

“A partir de esos años la rigidez de las autoridades, la anulación de algunos beneficios arancelarios y el alza de los impuestos en otros tantos artículos fue matando el auge económico de Chetumal; la apertura del país, que debemos reconocer seguramente fue para beneficio de la mayoría de los mexicanos, cambió los giros de la ciudad, pero el gran sostén económico lo constituyó desde entonces la burocracia. Como capital, la concentración de los poderes estatales y los trámites de permisos o información burocrática alimentaron la economía de la ciudad. Sin embargo, también nos afectó la “crisis mundial”, con la que sí fue definitivo, trajo más sucesos que bajaron la economía y llegamos a donde estamos…

“Pero el tema social sí tuvo importante repercusión positiva. Hace 40 años la ciudad terminaba en el cementerio en la Efraín Aguilar, a escasas 12 o 15 cuadras del Palacio de Gobierno, ahora es increíble, la ciudad ha crecido a pesar de las adversidades y aún conozco gente  que viene de ciudades grandes a buscar tranquilidad, seguridad. La gente de Quintana Roo ha sido hospitalaria para acoger a muchos inmigrantes de otras partes de la República Mexicana.

QUINTANA ROO, 40 AÑOS A FUTURO

“Es difícil de vaticinar, pero creo que con voluntad política y suerte Chetumal quizá sería parecido a los años 70 y 80. Yo estoy segura que no obstante la adversidad que pueda sentirse hoy no impedirá que Chetumal siga creciendo mucho más de lo que ha crecido.

“Tal vez hay que ayudar más al campo, fortalecer la zona cañera y poner más atractivos en la ciudad, embelleciéndola con monumentos. Afortunadamente nuestro actual gobernador, el licenciado Roberto Borge, nos ha anunciado la terminación de la Mega Escultura con la creación del Museo de la Bahía, un Centro Deportivo en la ciudad de Chetumal, y nuestra afamada Av. Héroes por fin será renovada y embellecida. La zona norte, a partir de Cancún y ahora la Riviera Maya, que convirtieron a Quintana Roo en el polo turístico más importante del país, aportando en la actualidad casi el 40% de los ingresos turísticos a la federación, seguirá fortaleciéndose por sus bellezas naturales, por su infraestructura y por su cuidado ambiental. La zona sur tendrá que replicar también su estrategia turística para participar de esta evolución y progreso, tiene con qué: sitios arqueológicos, bellezas naturales, historia, y es la cuna de este hermoso estado que ha sido bondadoso con su gente y con el país por su aportación de empleo, divisas y progreso. Es un privilegio vivir aquí. Yo no pude escoger dónde nacer, pero sí donde vivir: ¡en Chetumal!”

MARIO RENDÓN

“Hace 40 años Quintana Roo era un ente dependiente de las decisiones del centro del país, un territorio con posibilidades de crecer por la gran rentabilidad de los negocios de entonces, soportados en el comercio de importación, pero el anclaje a una sola actividad que si bien forjó parte del Quintana Roo actual, en la práctica inhibió la búsqueda de otras alternativas principalmente por el sector comercio, toda vez que el turismo era incipiente, aunque Cozumel ya contribuía al despegue de ese concepto”, refiere el empresario Mario Rendón Monforte, uno de los constructores de la historia económica de la zona sur del estado de Quintana Roo .

QUINTANA ROO, 40 AÑOS ATRÁS

“En 1974 Quintana Roo iniciaba, tal vez, la etapa más importante de su vida como sociedad. Específicamente el 8 de octubre se transformaba de territorio federal a Estado Libre y Soberano.

“Era la concreción de anhelos, sueños y no pocas luchas amasadas durante mucho tiempo. Es decir, adquirir la capacidad, jurídica, de construir su propio destino en lo económico, en lo político y en lo social significó para la naciente entidad federativa un parteaguas sin precedentes.

“La visión y las ideas que estaban en todos los habitantes se enmarcaban en el sentimiento de que era el momento de construir, de innovar, de crear, de redefinir y de tomar en las manos la edificación del futuro.

“Las actividades económicas, las políticas y las sociales cambiaron totalmente desde una perspectiva conceptual. El reto que todos los quintanarroenses entendían era que ahora todo iba a depender de nosotros mismos”.

QUINTANA ROO, A 40 AÑOS

“A lo largo de estos 40 años de vida autónoma, la dependencia de las decisiones centralistas se minimiza a un ritmo acelerado y asume la conversión a Estado Libre y Soberano, concepto que está presente en todos los ámbitos.

“Es decir, edificó, paso a paso, y no sin enormes dificultades y tropiezos, e incluso contradicciones que aún están a la vista, una entidad con grandes fortalezas, en la que el rubro del turismo, hoy en auge, resalta las riquezas de la entidad con un gran impacto positivo, toda vez que las otras riquezas ya habían sido explotadas sin gran reciprocidad para los locales años atrás.

“En otras palabras, simplemente se convirtió, por mencionar un solo dato, en el gran receptor de mexicanos que aspiraban a una vida mejor. Quienes han encontrado aquí la realización de sus aspiraciones. Este es un fenómeno social de carácter nacional que refleja el potencial y las oportunidades que esta noble y bondadosa tierra ofrece.

“El posicionamiento internacional en la compleja y competida actividad turística; la conciencia de preservación, cuidado y uso del medio ambiente y de los recursos naturales que han sido ejemplo a nivel nacional dan cuenta de lo que se ha logrado en estos 40 años.

QUINTANA ROO, 40 AÑOS A FUTURO

“Como una entidad que fundamenta su desarrollo en alianzas estratégicas entre todos los actores que intervienen en cada actividad productiva.

“Un estado que ha logrado diversificar y consolidar un crecimiento económico sostenido y sustentable con oportunidades para todos.

“Un estado que optimiza sus recursos naturales y ha logrado mantener los servicios ambientales y darles un valor agregado con alta productividad.

“Una entidad modelo en calidad de vida, basada en el respeto al Estado de Derecho, en la preservación de valores y principios que le permiten mantener una identidad definida, lo cual se traduce en una educación de calidad, seguridad, paz social y con expectativa permanente de nuevas oportunidades.

“En resumen, a lo largo de 40 años y en los 40 siguientes, Quintana Roo se ha convertido en un lugar ideal para vivir, que enfrenta sus debilidades y conflictos, como toda sociedad, que trabaja día a día con pasión y entrega.

“Que no le teme al futuro, sino que lo enfrenta con la certeza de que hay un enorme potencial por desarrollar y grandes fortalezas que lo impulsan”.

 

Diego de la Peña

“Conocer Quintana Roo aún como territorio federal fue una de las más grandes experiencias que he tenido en mi vida. Como lo he reconocido, la hotelería fue un azar en mi carrera empresarial, gracias a la invitación de mi tío José García de la Torre, colaborador del grupo del Fonaur de entonces, que me impulsó y apoyó con una planta de luz para construir el primer hotel de la Zona Hotelera, Playa Blanca, cuya apertura tuvo lugar el 21 de septiembre de 1974 con 42 cuartos de lujo”.

Diego de la Peña inyectó entonces 7.5 millones de dólares bajo el financiamiento del Banco Mexicano Somex y Fonatur para construir el primer hotel, y junto con éste suscribir lo que sería el primer contrato colectivo de trabajo (CROC) en Cancún, al contar con una planta laboral de 100 empleados.

Quintana Roo, 40 años atrás

“Cuarenta años atrás descubrí en este hermoso territorio un gran potencial por su maravilloso e inigualable mar, su cantidad de cenotes, su espectacular naturaleza que le daba la posibilidad de convertirse en un gran producto turístico mundial. Y no me equivoqué. A 40 años de la constitución de Quintana Roo ya como estado, he tenido la fortuna de no solo ver sino ser partícipe de su crecimiento y desarrollo hotelero, turístico y social.

“El crecimiento de Playa Blanca se dio paulatino. Fue hasta 1988 cuando adquirí el terreno circundante a Fonatur para hacer la primera ampliación a 90 cuartos. Para 1994 compré el predio del desaparecido hotel Plaza Las Glorias para ampliar nuestra oferta hospitalaria a 360 habitaciones, asentadas en una superficie de 30 mil metros cuadrados, con 300 metros de playa y cien metros cuadrados de fondo, ya entonces con el nombre de Blue Bay Getaway y bajo la modalidad All Inclusive, actualmente operando bajo la firma Temptation”.

En 1984 Diego de la Peña previó su expansión a Puerto Juárez-Punta Sam, donde construyó lo que fue Hacienda del Mar, hoy Sea Adventure Resort & Water Park, cuya oferta concentra en 214 suites (condominios).

Asimismo, con su empresa constructora urbanizó la ampliación de la avenida Bonampak.

Quintana Roo, a 40 años 

“Mi historial empresarial he decidido continuarlo en la región, donde contamos también con el hotel Desire en Punta Petempich, a la que debemos renovar en infraestructura e imagen arquitectónica. A 40 años descubro un Quintana Roo fuerte, que se armó de importantes desarrollos no solo hoteleros sino turísticos, como esos grandiosos productos de Xcaret, Xel-Há. Xplor, Xenotes, Xochimilco, de Miguel Quintana. Veo este territorio con importantes inversiones de grandes cadenas hoteleras mundiales, tanto europeas como norteamericanas, y el crecimiento de grupos mexicanos que hemos apostado a la preservación ambiental a través de productos de sustentabilidad. A 40 años hemos incluso roto récords de ocupación y hemos impulsado mucho el tema de la promoción de Quintana Roo a nivel internacional”.

 Quintana Roo, 40 años a futuro  

“Con una visión futurista, a 40 años, estoy convencido que debemos cuidar nuestros recursos naturales, debemos trabajar en la renovación de infraestructura hotelera, carretera, aeroportuaria, turística, con productos renovados, actualizados, para competir en el plano turístico mundial.

“Tenemos también territorios aún por explorar, como otros lugares de Riviera Maya, el sur del estado y por supuesto la zona continental de Isla Mujeres, pero debemos hacerlo con responsabilidad y conciencia ambiental, para no solo pensar en Quintana Roo a 40 años, sino como un lugar para preservar y legar a muchas generaciones futuras”.

 

PEDRO FERRIZ DE CON

“Conocí Quintana Roo cuando aún era territorio, al igual que las Californias. Tenían muy fresca su anexión a territorio mexicano. Era zona libre. Aquí no se pagaban los impuestos que se pagaban en otros puertos. Era muy incipiente su desarrollo, era lo más agreste y rudimentario que se puede imaginar. Hablo de Chetumal, de Cancún… Todo esto no era nada, absolutamente nada, era como descubrir un México dentro de otro. No existía. Llegabas por un camino de brecha, no había carretera. En la Zona Hotelera, por ahí por lo que son las torres del Sheraton, había una pluma, tenías que pedir permiso para entrar a esta zona. Todo estaba absolutamente en ruinas, empezando por las Ruinas del Rey.

Quintana Roo, 40 años atrás

“Cuando vine la primera vez tendría 28/29 años… Ya había pasado por aquí Echeverría, quien estuvo entre el ´70 y ´76. Él fue el de la idea de hacer de Cancún lo que es. Sin embargo, sentía que estaba en uno de los lugares más bellos del mundo. Por eso entré aquí, por eso buscamos hacer un proyecto de condominios que en su tiempo rompió las barreras de lo que había, lo único era el Club Med.

“Fui el elemento promotor de los condominios Yalmakán, junto con dos socios. En aquel tiempo conocí a gente muy querida como Carlos Constandse. Éramos de los primeros que empezábamos a construir. En ese tiempo teníamos como jóvenes una constructora que echó a andar un proyecto. Empezamos a vender, tuvimos muchos problemas para su realización y enfrentamos decisiones muy fuertes, pero abrimos camino… Prácticamente ya no hay ningún terreno en esta zona. Fue de 1979 a 1984. No puedo decir en dinero cuánto invertí porque ni siquiera lo sé, pero invertí más que nada mucho trabajo. Estábamos seguros que este lugar tenía las cualidades para convertirse en una potencia turística”.

Quintana Roo, a 40 años

“Lo veo hermoso. Es uno de los productos de turismo más importantes del país. Veo zonas muy pobres; sin embargo, también veo fuentes de empleo como no veo en otras partes de la República Mexicana. Quizá se piense que no son suficientes para Cancún, pero yo quisiera que fuéramos a otros lados para que vean lo que es no tener trabajo. Nos podemos dar una vueltecita por la Zona Mixe, por la zona de los altos de Chihuahua, por Chiapas, algunas zonas de Campeche. Pobreza hay. Y aquí hay por lo menos una fuente que brilla, que atrae gente, que genera empleos… Y sí, todo este tiempo después, también me encuentro con un lugar transformado, y como tal con muchos problemas, con muchos ámbitos inoperantes por cosas que se ejercen desde los funcionarios públicos que no están bien aplicadas, y con una sociedad que en mucho está sujeta a lo que le digan y no reacciona.

“Pero voy a contar algo que veo en este momento, aquí y ahora. Hace un rato vinieron unas personas a limpiar este lugar, a barrer el espejo de agua, a hacer algo, y eso les da un ingreso, y ese ingreso les da una esperanza, y mantienen a sus familias, y se tocan el corazón para decirte que ya llegaron y que ya se van, y eso es fe y es esperanza. Eso es lo que veo aquí en Quintana Roo”.

Quintana Roo, 40 años a futuro

“Lo veo hermoso, con una sociedad tranquila de que aporta soluciones de los problemas del país, visualizo a un Cancún y a un Quintana Roo en pleno ejercicio de su democracia, con una sociedad que desde hoy está empezando a entender que sin ella esto no tendría viabilidad”.