Los primeros 50 años de Cancún

por ahernandez@latitud21.com.mx

A poco más de un mes para festejar el primer medio siglo de Cancún, muchos son los logros a destacar; obviamente el más importante: el éxito turístico alcanzado, el cual lo ha puesto en la cúspide tanto a nivel nacional como internacional, al ser uno de los destinos favoritos de quienes buscan sol, playa y, por supuesto, diversión en grande.

Sin embargo, Cancún, el primer Centro Integralmente Planeado (CIP) del país, enfrenta también grandes retos derivados de su acelerado y explosivo crecimiento, el cual no ha podido ir aparejado con la dotación de servicios para todos sus habitantes, la gran mayoría de los cuales labora precisamente en la industria turística, que se distingue por sus hoteles y tiendas de lujo que contrastan notablemente con la calidad de vida de los pobladores, que son en gran porcentaje migrantes de toda la república mexicana y de diversos países.

Precisamente en la presente entrega de L21, empresarios y expertos en materia de turismo dan su opinión acerca de lo que falta por hacer, así como de los problemas que se enfrentan, el más urgente de resolver -opinan- es el relacionado con el tema de la seguridad, ya que los constantes hechos delictivos que ocurren ahuyentan a los visitantes, lo que invariablemente repercute en todos los sectores.

Por otra parte, nuestro tema central lo dedicamos a Alberto Rocabert, presidente de Grupo Arycia, que con tres exitosas líneas de negocio comanda una empresa muy bien posicionada que ofrece servicios de asesoría contable y jurídica, además del área de desarrollo humano y financiamiento a pequeñas y medianas empresas.

A punto de cumplir sus primeros 25 años en el mercado, en Grupo Arycia ya se proyectan nuevas estrategias y servicios para su cada vez más amplia cartera de clientes.

Asimismo, este mes en la sección Encuentros, Ariana Martínez, gerente de Comunicación y Relaciones Públicas de Grupo Xcaret, platica sobre su llegada a esta empresa, de la que dice su piedra angular es la sostenibilidad, así como la gente que ahí trabaja, quienes son dignos representantes de lo que es el buen servicio a los visitantes, a los que muestran lo mejor de México y su cultura ancestral.

Y como el espacio se termina, solo me resta agradecer su preferencia y desear que nos volvamos a encontrar en la siguiente edición.